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Recuento 2022: Las peores noticias para la animación en el año

Las industrias animadas de todo el mundo enfrentaron varios pesares a lo largo del 2022.

28 de diciembre de 2022
Por Luis Miguel Cruz
Recuento 2022: Las peores noticias para la animación en el año
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La animación siempre se ha visto aquejada por estigmas como el ser considerada un género o la insistencia de que va destinada sólo a los niños. Los fantasmas aumentan para las producciones iberoamericanas que suelen acusar la falta de apoyo de las autoridades y la desconfianza de amplios sectores del público. Los problemas no terminan aquí, ya que cada año la industria animada padece duros golpes, ya sea en lo local o el lo global. Sobra decir que estos últimos afectan a toda la comunidad.

Lamentablemente, el 2022 no fue la excepción a la regla. Así lo demuestra este recuento con las peores noticias para la animación a lo largo del año. Acontecimientos que vale la pena recordar para evitar que puedan repetirse.

Nota: La siguiente lista se encuentra en orden cronológico.

 

El Oscar humilla a la animación

El Oscar 2022 dejó altas y bajas para la comunidad animada. Entre lo mejor estuvo la estatuilla de Alberto Mielgo por The Windshield Wiper o la triple nominación de Flee a Mejor película internacional, documental y por supuesto, de animación. Ni siquiera estas alegrías pudieron evitar las sensaciones agridulces provocadas por los desplantes de la Academia. El español fue galardonado antes de que la ceremonia iniciara formalmente, mientras que su discurso de aceptación fue ferozmente editado en beneficio de la duración del show. Por su parte, la terna de Mejor película de animación fue entregada por Lily James, Naomi Scott y Halle Bailey, lo que provocó una sensación de encasillamiento al tratarse de tres princesas Disney en la acción real. Peor fue cuando la tercia empezó a bromear sobre cómo los padres tenían que ver películas animadas de manera reiterada ante la obsesión de sus pequeños. La mofa provocó un enorme malestar entre la comunidad animada de todo el mundo, pero no hubo ningún tipo de respuesta ni disculpa oficial.

 

Ataque directo contra el cortometraje

El cortometraje, que siempre ha sido tan importante para la industria, fue duramente atacado por el escritor Juan del Val durante el último programa de la temporada del programa español El Hormiguero. “Los cortometrajes no son necesarios”, aseguró el autor en cuestión. “Deja de arruinar a tu padre, que no tiene ninguna culpa de que quieras hacer un cortometraje que nadie va a ver”. Sus palabras provocaron un profundo malestar al interior del audiovisual ibérico, incluyendo el sector animado y que pudo apreciarse en el comunicado a cargo de la Coordinadora del Cortometraje Español en el que se da valor al formato y se enfatiza el Oscar conseguido por The Windshield Wiper de Alberto Mielgo durante los Premios de la Academia 2022. Aunque amplios sectores de la audiencia coincidieron con la defensa, ésta se quedó lejos de igualar el alcance del comentario original, consecuencia de haberse dado en uno de los shows más populares del país europeo. En Radix nos sumamos a la causa al dejar muy en claro la enorme valía del cortometraje, en este caso, para la industria animada.

 

La inestabilidad de las plataformas

Hubo un tiempo en que las plataformas fueron aire fresco para incontables producciones que no encontraban un hogar en los canales más convencionales. Todo parece haber quedado atrás en un 2022 que resultó especialmente inestable para la animación. El mejor ejemplo, por no decir el más doloroso, vino de Netflix que canceló numerosos proyectos entre los que sobresalen Wings of FireAntiracist BabyWith Kind Regards from Kindergarten y Ember, esta última a cargo de The SPA Studios.  Más graves fueron sus despidos masivos de más de un centenar de personas del departamento animado, incluyendo el director de liderazgo creativo y desarrollo para animación original de Netflix, Phil Rynda. El gigante del streaming, sin embargo, ha insistido en que sus decisiones no son por motivos económicos, sino de calidad. HBO Max, por su parte, concluyó que su proceso de reestructuración requería retirar de su catálogo shows de gran éxito como Batman: The Caped Crusader, Summer Camp Island, Infinity Train, Little Ellen y Mao Mao: Heroes Of Pure Heart, por nombrar algunos. Una situación que provocó gran incertidumbre entre los creativos. Finalmente, plataformas como Crunchyroll han optado por ser más precavidos y esperar a ver qué indican las tendencias. Ya lo dijo Jorge Gutiérrez en su momento: “Es una época extraña en la que nunca ha habido más trabajo y más inestabilidad”.

 

El CEO de Disney reabre una vieja herida

La animación nunca ha sido sólo para niños. La comunidad animada siempre ha manifestado su malestar sobre esta aseveración. Pero por si todavía quedaban dudas al respecto, pensábamos que las reacciones a las mofas animadas ocurridas durante el Oscar 2022 ayudarían, aunque sea un poco, a que el mundo abriera los ojos. Por eso el golpe fue mayor cuando el CEO de Disney, Bob Chapek, declaró que “cuando nuestros fanáticos y nuestra audiencia acuestan a sus hijos por la noche después de ver Pinocchio, Dumbo o The Little Mermaid, probablemente no sintonizarán otra película animada. [Los adultos] querrán algo para ellos”. Sus palabras no sólo reabrieron la herida, sino que calaron hondo por venir desde lo más alto del mayor titán animado del mundo. Sólo pasaron unos meses para que el ejecutivo fuera retirado de su cargo, no por sus declaraciones, sino por una mala administración en general.

 

Malas noticias desde premiaciones y festivales

Las premiaciones y los festivales siempre son recibidos con alegría. Sin embargo, algunos del 2022 generaron sensaciones agridulces. Como las nominaciones únicas a Mejor película de animación por parte de los Berlanga (España) y el Ariel (México), que resultaron en reconocimientos sin ningún tipo de competencia para Mironins y Un rescate de huevitos. Las producciones en cuestión no tienen ninguna culpa, pero cada que algo así sucede obliga a pensar en las razones por las que no hay una mayor producción. De hecho, el director de la cinta mexicana, Rodolfo Riva Palacio, aprovechó su discurso de reconocimiento para recordar que “en 2007 la categoría de animación fue abierta por la Academia y entonces la recibió Una película de huevos. Catorce años después y nuevamente estamos solos en esta categoría […]. Hay muchísimo talento, pero necesitamos mucho apoyo”. No sólo de las autoridades, sino del público. En un carácter más generalista, pero con repercusiones directas en la animación, la propia Academia mexicana y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara señalaron que los apoyos con los que siempre habían sido beneficiados les serían retirados, lo que ha puesto en jaque ambos eventos. Además del largo, el Ariel reconoce el cortometraje animado; el FICG por su parte tiene al premio Rigo Mora que califica al Oscar en la categoría del cortometraje animado.

 

Irrumpe un nuevo obstáculo: la inteligencia artificial

Ni el más experto tecnócrata puede asegurar a ciencia cierta que la inteligencia artificial es o será capaz de hacer arte. Lo que sí ha dado son muchos dolores de cabeza a las personas involucradas en industrias creativas como diseño, ilustración, comics y animación, quienes han recurrido a sus redes sociales para manifestar su descontento contra las ilustraciones creadas por esta tecnología. No sólo es un atentado directo contra sus puestos de trabajo, sino un plagio ya que los sistemas actuales recurren a imágenes de archivo para crear sus propias obras. Esto sin pagar ningún tipo de derecho. Son muchos los que han alzado la voz contra la práctica, siendo Guillermo del Toro uno de los casos más sonados. “Yo consumo el arte hecho por humanos; me conmueve profundamente”, aseguró el mexicano. “No estoy interesado en las ilustraciones hechas por máquinas, en la extrapolación de información […]. Las IA pueden extrapolar información, pero no dibujan. Nunca podrán capturar un sentimiento o el semblante, la suavidad de un rostro humano”.