A veces silencio suma a José Luis Ágreda como director de arte
El primer largometraje de Álvaro Robles continúa acaparando reflectores en su desarrollo.
18 de junio de 2025Por Staff

A veces silencio, de Álvaro Robles, se mantiene como uno de los proyectos animados más esperados del panorama contemporáneo, al tiempo que continúa dando pasos firmes en su proceso de producción. El Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy atestiguó dos más: del primero ya hemos hablado, la selección en la tercera generación de Ibermedia Next y que facilitará la realización de un teaser; en el segundo es importante profundizar, la incorporación de José Luis Ágreda en la dirección de arte.
La noticia fue confirmada por el propio cineasta, quien aprovechó el anuncio para revelar una imagen que deja ver el desarrollo visual de la obra en desarrollo.
La presencia de José Luis Ágreda promete ser un punto de nuevo inflexión para un proyecto que no ha parado de cosechar logros. El director de arte ha sido pieza clave en dos de los títulos más celebrados en toda la historia de la animación iberoamericana, como es el caso de Buñuel en el laberinto de las tortugas de Salvador Simó y Robot Dreams de Pablo Berger. A esto se suma su labor en Decorado, de Alberto Vázquez, que apunta a convertirse en un nuevo fenómeno para nuestras industrias.
Esto deja ver que, además del talento que aporta y que resulta visible desde la primera imagen, el trabajo de José Luis Ágreda también contribuirá al prestigio de A veces silencio. Algo fundamental al tratarse del debut en el largometraje de un realizador de grandes condiciones, como es el caso de Álvaro Robles, nominado al Goya por su trabajo en el cortometraje Umbrellas que fuera dirigido en colaboración con José Prats.
Finalmente, la adición del artista también aumenta las expectativas en todos los sentidos: tanto en el resto de los nombres que se irán sumando al equipo, como en la obra final. Un proyecto que no ha dejado de sorprender desde sus primeros pasos.
A veces silencio contará la historia de una mujer aquejada por una extraña condición: todo lo que toca pierde la capacidad de emitir sonido. Su único consuelo son las flores, que puede sentir sin provocarles ningún daño. Su frágil estabilidad comienza a desmoronarse en el momento en que conoce a un músico del que termina enamorándose.