En los últimos meses, la animación iberoamericana ha protagonizado diversas exposiciones alrededor del mundo, aunque todas ellas centradas en artistas o títulos en particular. El caso de ¡Animación! De Garbancito de la Mancha a Robot Dreams es distinto. Organizada por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), se trata de una celebración a la industria española a partir de un recorrido histórico de casi un siglo. Un viaje que permite conocer las bases, rememorar con obras que marcaron a generaciones enteras y mirar con esperanza el presente y el futuro de una animación española que brilla con cada vez más intensidad.

Un deleite para todos los que aman este arte, ya sea como público que ha disfrutado con distintas producciones o como parte de esta hermosa industria. No importa hacia dónde se mire, en todos lados hay piezas que llaman la atención. Sin embargo, nos hemos dado a la tarea de resaltar aquellos tesoros cuyo valor los hace dignos de un museo.

El acetato original de Garbancito de la Mancha

Si bien ¡Animación! hace eco de los inicios de la industria española, la exposición pone énfasis en Garbancito de la Mancha (Dir. Arturo Moreno, José María Blay 1945). La cinta es atinadamente descrita como un hito del cine nacional al tratarse del primer largometraje español de animación, pero también como un triunfo europeo por ser la primera película de animación en color realizada fuera de Estados Unidos y la primera del continente en usar hojas de acetato perforadas tal y como se hacía en los grandes estudios hollywoodenses. Este es precisamente uno de los mayores tesoros expuestos: un acetato empleado durante la producción y que merece ser descrito como una pieza de museo. Igual de curioso es un listado de trabajadores del filme y que permite conocer una treintena de artistas que formaron parte de esta producción decisiva.

El álbum de cromos de Érase una vez…

Si alguna vez has juntado cromos entonces conoces perfectamente la emoción que se siente cuando obtienes una pieza difícil de encontrar o mejor aún, cuando completas la colección. No podemos sino imaginar lo que significa tener en las manos una pieza histórica como es un álbum de cromos de una de las películas más importantes en toda la historia de la animación española como es el caso de Érase una vez… (Dir.  Alexandre Cirici-Pellicer, 1950). La adaptación de La Cenicienta estrenó sólo cinco años después de Garbancito de La Mancha. Aspiraba a ser el primer gran éxito local de esta joven industria, pero el sueño se complicó cuando en plena producción se anunció que Disney estaba trabajando en su propia versión animada y que el título ya había sido registrado. Todos los esfuerzos por llegar a un acuerdo con el gigante estadounidense fueron infructuosos. No todo está perdido. Una reciente restauración y diversos esfuerzos como es el caso de esta exposición han propiciado el interés de una nueva generación por saber más de este clásico imperecedero.

El proyector Cine Stuk

Josep Escobar fue uno de los primeros artistas iberoamericanos en exhibir la cercanía del cómic y lo animación, siendo sus proyectores un buen ejemplo de ello. En 1942 inventó el Skob que proyectaba películas infantiles de papel, algunos de los cuales pueden verse en la exhibición. Una década después presentó el Cine Stuk, el cual puede verse en ¡Animación! junto con los títulos La Navidad de Carpanta, Pulgarcito y El león roedor. Una pieza de colección que contribuyó a que muchos vivieran el arte animado en primera persona y desde sus hogares.

El rincón de Claudio Biern Boyd

D’Artacán y los tres mosqueperros, La vuelta al mundo de Willy Fog, David el Gnomo… La obra de Claudio Biern Boyd ocupa un lugar especial en el corazón de incontables personas, no sólo de España sino del mundo entero. Por esto mismo, ¡Animación! no estaría completa sin un rincón que celebrara al creativo y su grandísimo legado. Entre juguetes, camisetas, máscaras y esculturas, resulta difícil decantarse por una única pieza. Quizá las que más nos emocionaron fueron el guion y el storyboard de Willy Fog, así como los acetatos de D’Artacán, que en ambos casos capturan la magia de estas producciones icónicas. Mención aparte para el vídeo en el que Biern Boyd habla de sus personajes, en el que bien puede ser considerado uno de los puntos más entrañables de la exposición.

Marionetas stop motion

Numerosos artistas stop motion aseguran que la tangibilidad figura entre los mayores encantos de esta técnica. Aunque ésta puede apreciarse en pantalla, nada como la sensación de estar frente a las marionetas para apreciar todos los detalles detrás de los protagonistas de las historias que tanto nos apasionan. ¡Animación! lo hace posible con un rincón dedicado al stop motion español compuesto por los personajes, escenarios y props de títulos icónicos como O Apóstolo (Dir. Fernando Cortizo, 2012),  Pos eso (Sam Ortí, 2014) y Made in Spain (Dir. Coke Riobóo, 2016). Desde ahora lo decimos: vale la pena dejarse hipnotizar por el encanto detrás de cada una de estas piezas.

Premios históricos

La animación española cuenta con incontables reconocimientos nacionales e internacionales. Por esto mismo, la exposición cuenta con algunas estatuillas que celebran lo mejor de la industria. Esto incluye el Goya a títulos como El lince perdido (Dir. Raúl García, Manuel Sicilia, 2008) y Buñuel en el laberinto de las tortugas (Dir. Salvador Simó, 2018), dos obras clave dentro de la filmografía iberoamericana. Más reciente es el premio Contrechamp obtenida hace apenas unos meses por Robot Dreams (Dir. Pablo Berger, 2023) en Annecy 2023. Hablando de esta última película, tampoco queremos dejar de mencionar el dibujo que Sara Varon, autora de la novela gráfica original, realizó para agradecer el empeño puesto en el filme y que incluye algunos elementos clave del equipo de producción encabezado por el director Pablo Berger. No es un premio oficial, pero sin duda es un hermoso y muy singular reconocimiento.