Ice Merchants gana Mejor cortometraje de animación en el Melbourne International Film Festival
El corto portugués obtiene así su tercera victoria en un certamen calificador al Oscar.
15 de agosto de 2022Por Staff
La carrera por el Oscar al cortometraje animado aún es larga, pero João Gonzalez y su Ice Merchants parecen colocarse entre los favoritos de la terna tras hacerse con el premio a Mejor cortometraje de animación del Melbourne International Film Festival (MIFF).
Es el tercer certamen calificador en el que el título portugués sale victorioso tras el Festival Internacional de Cine de Guadalajara y el Curtas de Vila do Conde International Film Festival. A esto se suma el Leitz Cine Discovery Prize recibido en la Semana de la Crítica de Cannes y el galardón en el Motovun Film Festival que califica a los European Film Awards.
El jurado del evento australiano atribuyó su decisión a que «con magníficas animaciones dibujadas a mano y una historia tranquila y conmovedora, Ice Merchants es una película que se queda contigo, tanto visual como emocionalmente. Incluso sin usar diálogos, el director João Gonzalez logra transmitir una gran cantidad de emociones de su personaje principal: un hombre silencioso y decidido que vive una vida aislada con su hijo pequeño. Como un libro de cuentos que cobra vida, Ice Merchants nos transporta a un lugar sereno y hermoso donde las pequeñas victorias son más que suficientes».
En su momento, João Gonzalez nos reveló en exclusiva que la buena acogida de Ice Merchants se percibía como «algo completamente surrealista […]. No tengo idea de cómo sentirme, todavía lo estoy procesando«. Con cada vez más reconocimientos en su haber, tenemos buenas razones para pensar que el cineasta luso se va acostumbrando a las sensaciones. De momento, es justo decir que este título es una de las máximas esperanzas para que el bloque iberoamericano se alce con el tercer Oscar a Mejor cortometraje animado de toda su historia tras Historia de un oso (2014) y The Windshield Wiper (2021).
Ice Merchants nos lleva a lo más alto de una montaña, donde todos los días, un padre y su hijo saltan en paracaídas desde su casa adosada a un acantilado para ir al pueblo ubicado más abajo en donde venden el hielo que producen diariamente. Puedes leer nuestra crítica aquí.