Usman Riaz: «Sin arte, ¿qué nos queda en este mundo lleno de conflicto?»
El director de The Glassworker profundiza en el proceso artístico tras la coproducción entre Pakistán y España.
20 de noviembre de 2024Por Luis Miguel Cruz
Incursionar en la animación nunca es sencillo. Menos aun cuando los intereses artísticos y narrativos no coinciden con los moldes establecidos por la industria. Tal fue el caso de Usman Riaz, quien debió enfrentar grandes retos para la realización de The Glassworker, primer largometraje animado a mano en Pakistán.
El cineasta y fundador de Mano Animation Studios no estuvo solo en el camino. De hecho, encontró a uno de sus aliados más importantes en Iberoamérica. Nos referimos a Manuel Cristóbal, productor de clásicos como El bosque animado, Arrugas y Buñuel en el laberinto de las tortugas, y cuya experiencia ha sido clave para el éxito del filme.
Y es que The Glassworker ya es historia de la animación. Por sus aportaciones a la cinematografía pakistaní y su inusual coproducción con nuestras industrias, pero también por los logros acumulados en el camino como su flamante estreno dentro de la selección oficial de Annecy y el haber sido elegida representante de su país en la carrera por el Oscar internacional. Y claro, por tratase del primer largometraje de Usman Riaz, cuyas cualidades le convierten desde ahora en un talento que exige ser seguido muy de cerca.
“Para ser artista uno debe crear” reflexiona el realizador, “porque sin arte, ¿qué nos queda en este mundo lleno de conflicto y guerra?”. Una mentalidad que permite entender que el cineasta muestre tanto entusiasmo ante la oportunidad que le da el cine de compartir sus inquietudes con las audiencias. “Estoy muy agradecido por formar parte de este viaje”, asegura sin dejar de voltear al futuro. “Hacer una película ha sido un milagro, así que si soy bendecido con la oportunidad de hacer otra, pondré todo lo que pueda en el siguiente proyecto”.
Radix habló con Usman Riaz, director de The Glassworker. El cineasta ahondó en los orígenes de la historia y compartió la enorme influencia de Pinocchio, Doctor Zhivago y la obra de Studio Ghibli para la realización de su primer largometraje. También reveló cómo se forjó la alianza con el productor Manuel Cristóbal, al tiempo que exaltó la importancia del arte en un mundo sumido en el conflicto.