Alberto Vázquez: El (anti)fabulista de la nueva generación
Alberto Vázquez, director de Decorado, Unicorn Wars y Homeless Home, comparte con nosotros su sentir por sus éxitos al tiempo que reflexiona sobre su futuro.
11 de octubre de 2023Por Luis Miguel Cruz
“La fábula ha muerto”, claman algunos de los más destacados analistas literarios desde hace tiempo. Una aseveración que en primera instancia suena indiscutible, pues ¿realmente es posible plasmar los desencantos del mundo contemporáneo con historias de animales u objetos inanimados? Respuesta corta: lo es. Así lo ha demostrado Alberto Vázquez, cuya genialidad no sólo le ha convertido en uno de los grandes referentes de la animación iberoamericana, sino también en un dignísimo heredero de la labor de leyendas como Esopo, Fedro y Jean de la Fontaine.
“Me gusta toda la estética de la fábula”, nos confiesa el cineasta en entrevista, “el mundo de los animales antropomorfos no tiene un lugar ni un tiempo definido, sino que son universales, pertenecen a todas las culturas”. A pesar de esto y de que ha construido buena parte de su trayectoria, tanto impresa como cinematográfica, sobre los pilares de esta añeja composición literaria, el español considera que su labor exige una etiqueta distinta. “Más bien diría que en lo que trabajo son antifábulas, porque los finales no siempre son agradecidos. A veces pueden ser duros o incómodos para el espectador”.
Si las viejas etiquetas son insuficientes para englobar las cualidades de Alberto Vázquez, poco más podemos esperar de las deconstrucciones periodísticas más comunes. Decir que su más reciente obra marca un antes y un después en su carrera es como entrar en un bucle sin fin de genialidad. Así lo comprobaremos con un breve repaso a su carrera que comenzó con el cortometraje Birdboy y continuó con Sangre de unicornio. No pasó mucho tiempo para que saltara al largometraje con Psiconautas, los niños olvidados, para luego regresar al formato corto con Decorado y Homeless Home. Cada uno de estos títulos equiparó o superó al anterior. El más reciente pico llegó con Unicorn Wars, uno de los mayores fenómenos cinematográficos en toda la historia de nuestras industrias y cuyos protagonistas llevan meses viviendo entre la viralidad y el culto.
Sube un nuevo telón
“Como director me encanta”, confiesa Alberto Vázquez claramente emocionado cuando le preguntamos por lo sucedido con Azulín, Gordi y el resto del ejército osito, “porque significa que se está viendo. Lo interesante de las pelis es que se vean, es a lo que aspiras como director, a que lleguen emocionalmente a la gente y se vean. Encantadísimo y que la gente siga haciendo fan arts, ¡yo los amo! Hemos hecho la película, pero la película ya no nos pertenece, ahora pertenece al público y que el público haga con la película lo que quiera, lo que interprete”.
Una historia que combina con destreza un cuento de hadas con los horrores de la guerra y las más cruentas visiones religiosas sería el punto más alto en la carrera de muchos cineastas. Pero las tendencias vistas en la filmografía del español casi invitan a estar seguros que no pasará mucho tiempo para que la adaptación de Decorado ascienda como su nueva obra cumbre.
Estrenado en 2016, el cortometraje original cuenta una historia tan fragmentada como existencialista sobre el deterioro de una relación y cómo esto afecta al mundo que rodea a la pareja afectada. Su salto al terreno del largometraje es descrito por el creativo como “un punto de partida, una semilla fuerte por así decirlo”, lo que no impedirá una serie de cambios especialmente palpables en los personajes y en el desenlace. “No tengo miedo a romper la historia y volverla a reestructurar”, confiesa el realizador, aunque dejando en claro que la premisa se mantendrá tan firme como siempre: el mundo es un maravilloso escenario, pero tiene un reparto deplorable.
En cuanto a las razones que lo han motivado a la realización de este título en particular, Alberto Vázquez lo tiene claro: “es el momento para mí, es el momento en el que tengo la energía, tengo el hype por así decirlo de Unicorn Wars y porque es una cosa que me sale de dentro. Siempre he querido adaptar ese cortometraje a largometraje porque veo que tiene muchas posibilidades de personajes y de tramas. Es como una pulsión. Por un lado es mi trabajo, pero por el otro es un arte y a nivel artístico el proyecto me interesa mucho porque es iconoclasta, es subversivo, punk, pero también es emotivo… tiene una mezcla de tonos que creo a mucha gente va a sorprender”.
Miradas a un futuro incierto
Es fácil pensar que el mayor atributo de Alberto Vázquez es su exquisita visión, pero no se confundan, que su verdadera gran cualidad es la sencillez que le caracteriza. Muchas cosas han cambiado desde la última vez que hablamos con el realizador y aunque él mismo es consciente de sus éxitos, mantiene sus pies bien puestos sobre la tierra. Así lo manifiesta al aprovechar cada oportunidad para recordar que la animación es un trabajo en equipo y celebrar los logros hechos por los integrantes del suyo. Una lista que incluye nombre de jerarquía como Héctor Zafra, Khris Cembe, Martín Romero, Pamela Poltronieri, Roc Espinet…
“Es algo maravilloso”, confiesa. “He aprendido mucho de ellos y estoy súper orgulloso de haber trabajado juntos. Nos llevamos muy bien y somos amigos, que es lo importante. Es maravilloso que se haya formado un grupo de gente que empezamos en Psiconautas y estamos creando una peña o una línea gráfica estilística. Aunque cada uno tiene su estilo, trabajamos mucho el 2d, tradicional, venimos todos de un mundo muy gráfico y cada vez la familia crece, somos más. Todos están trabajando en proyectos propios y es muy guay”.
También se muestra humilde al momento de hablar sobre su futuro. Aunque actualmente está concentrado en la adaptación de Decorado, como todo buen creativo está pensando continuamente en su próximo gran proyecto. “Tengo algunas ideas”, comparte, “pero todavía están muy en pañales”. Confiesa que entre las alternativas que le atraen está un largometraje de Homeless Home, y que además cuenta con una libreta en las que “voy metiendo todo y cuando no sé muy bien que hacer, reviso, hago un cóctel, veo dónde se pueden enlazar. Siempre son puntos de partida”.
¿Y después? Ni el mismo lo sabe, pues su visión cínica del mundo, una característica que comparte con algunos de sus personajes favoritos de su filmografía, le hace pensar que nada es para siempre. “Sigo ilusionado. En el momento en que ya no tenga ilusión…”, reflexiona por unos instantes. “Creo que siempre he hecho esto en mi vida, cuando me canso de las cosas, salto a otra. He trabajado de muchas cosas y lo veo con pasión porque me encanta, porque para mí la animación es una mezcla entre mis dos grandes pasiones. Por un lado está el cómic y por un lado el cine y en el medio está la animación. Y estoy enamorado, hasta que cuando me canse… ¡otras cosas!”.
Si de títulos se refiere, no sabemos qué depara el futuro para Alberto Vázquez. En cuanto a su legado como artista, este parece sellado desde hace tiempo: el (anti)fabulista de la nueva generación.