Pinocchio ha llegado a casa. No nos referimos a Italia, sino a México, país natal de Guillermo del Toro y quien no para de aprovechar su proyecto de ensueño para impulsar la animación nacional. Lo hizo al incluir a El Taller del Chucho en la producción y ahora al aprovechar la premiere mexicana en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) para dar un importante mensaje al público.

“La animación es arte, la animación es cine”, declaró el director en videomensaje enviado a los asistentes que abarrotaron la sala ante una de las películas más esperadas del año. “No es un género hecho para niños, sino un medio que nos va a permitir hablar de cosas profundas, dolorosas y hermosas de manera más adulta”.

Guillermo del Toro enfatizó además que si ha dedicado 15 años a esta película, “la mitad de mi carrera”, es porque tiene toda la intención de exaltar este mensaje y con ello tratar de cambiar las viejas percepciones de la industria animada. Sus esfuerzos van más allá de las palabras y se extienden a las acciones con una cinta reflexiva, con un merecidísimo reconocimiento a los animadores que la han hecho posible y con exposiciones museísticas que buscan acercar al público con la técnica.

Las declaraciones del cineasta fueron exaltadas por Daniela Michel, directora del festival mexicano y quien no vaciló en calificar a Pinocchio de “obra maestra”. Una más en hacerlo, lo que nos invita a pensar que estamos ante una obra cumbre en la filmografía del realizador, pero también del stop motion y de la animación en general.

Para ello, el ganador del Oscar reinventa el cuento clásico de Carlo Collodi sobre una marioneta de madera que mágicamente cobra vida para reparar el corazón de un afligido carpintero llamado Geppetto. Esta película sigue las aventuras del travieso y desobediente Pinocchio en su búsqueda de un lugar en el mundo. Estrena en salas en noviembre y llega a Netflix el 9 de diciembre de 2022.