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Pablo Berger y El Ranchito recibirán la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España

El reconocimiento distingue a las personas y entidades que hayan destacado en el campo de la creación artística y cultural.

12 de enero de 2024
Por Staff
Pablo Berger y El Ranchito recibirán la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España
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La animación es cine y como tal, es cultura. Una noción que parece cada vez más asentada entre el público, pero también entre las autoridades. Como prueba el gobierno de España, cuyo Ministerio de Cultura ha incluido al arte animado en su lista de 37 personalidades y entidades que recibirán la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2023. Y además, ¡por partida doble!

El primero de los homenajeados es Pablo Berger, dueño de una exitosa trayectoria integrada mayoritariamente por obras de acción real, como es el caso de Torremolinos 73, Blancanieves y Abracadabra. Debutó en la animación en 2023 con Robot Dreams, que ha cosechado importantes reconocimientos en todo el mundo, como el European Film Award al Mejor largometraje de animación.

La segunda medalla animada corresponde a la empresa de efectos visuales El Ranchito. Creada en 2004, cuenta con sedes en Madrid y Barcelona, y con una plantilla formada por más de 200 profesionales reconocidos en la industria internacional por su participación en series como Game of Thrones, Stranger Things y The Mandalorian, además de películas como La sociedad de la nieve, A Monster Calls y Jurassic World: Fallen Kingdom de Juan Antonio Bayona, o Ágora de Alejandro Amenábar. Su trabajo ha sido premiado con un Emmy, seis VES de la Visual Effects Society, un HPA de la Hollywood Professional Association, nueve Goyas y tres Gaudí.

La Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes es un reconocimiento que distingue a las personas y entidades que hayan destacado en el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patrimonio artístico. Un premio de gran valor simbólico, que en este caso y como dijimos al inicio, saca a relucir que la animación en todas sus formas es una expresión artística y cultural que merece todo el reconocimiento.

Es, por consiguiente, un galardón para todos los artistas previos que han cimentado las bases del arte animado. También un aliciente para las nuevas generaciones que deberán llevar estos éxitos aún más lejos.

Se suma, además, a otros logros animados que parecen tornarse cada vez más recurrentes, como la presencia de obras animadas en exposiciones museísticas o el reciente acuerdo entre Diboos (Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación) y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Lo dijimos y lo repetimos. La animación es cine, es arte y es cultura. Que estos reconocimientos continúen.