Una de las mayores virtudes de los mercados audiovisuales radica en los vistazos que ofrecen al futuro de la industria. En el caso de Weird Market, esto no se limita a la animación, sino que se extiende por los videojuegos, comics, juegos de mesa y más. Esto nos permite conocer el estado de salud de distintas artes creativas, los intereses y las inquietudes de los talentos responsables, así como conocer una parte de las nuevas generaciones de talento que surgen cada año.

A continuación las tendencias vistas en Weird Market 2024.

El poder social de la animación

La animación es un arte y como tal, tiene la capacidad de plasmar todo tipo de inquietudes y preocupaciones. Esta premisa, demostrada en cada nueva edición de Weird Market, se potencia en este 2024 con una amplísima gama de temas sociales que han sido abordados desde distintos formatos y estilos narrativos. Los cortos La valla de Sam Ortí, Cafunè de Lorena Ares y Carlos F. de Vigo y Un guarda fronterizo y su perro de Pablo Ballarin, así como el proyecto de juego de mesa Refugio de David Expósito, convirtieron la crisis migratoria en una piedra angular del festival. La lucha contra el cambio climático también se hizo presente con los proyectos de largometraje El viaje de Azul de Aline Romero y Frank and Mary de Javier Pinto, de serie Antártica de Javier Tostado, y de transmedia Artxipelagoa de Oier Aranzabal. Ni qué decir de la búsqueda de una sociedad más igualitaria y tolerante con el corto Medea a la deriva de Mary Cruz Leo y los proyectos Planetarium de Yuri Rojo, Violeta de Eva Pérez Misa y Pablo Ruiz, Carmela de Vicente Mallols y El Sinnerman de Carmen Córdoba. En resumidas cuentas, un evento que deja ver el poder de la animación para cambiar al mundo.

Que las risas no paren

Aunque el apartado anterior puede sugerir una enorme carga dramática, lo cierto es que Weird Market 2024 nos llevó por una gran cantidad de géneros. Hubo drama, sí, pero también aventuras, bélico, ciencia ficción, thriller… y comedia. Mención especial para este último que tuvo una presencia verdaderamente destacada en la presente edición, no por la cantidad de proyectos, sino por la conexión establecida con las audiencias. Periquitos de Alex Rey arrancó sonoras carcajadas entre los asistentes al WFest con su mofa a los continuos retiros de Hayao Miyazaki, mientras que Overmum de JuanPe Arroyo acaparó muchos de los reflectores durante el mercado con su hilarante historia de un temible villano aquejado por la visita de su madre. Una importante llamada de atención para quienes demeritan la valía del humor.

Ojo con los nuevos talentos

Weird Market es mucho más que los proyectos presentados. Es también un importante medidor del talento en nuestras industrias creativas, del consolidado que las ha puesto en alto, pero también del nuevo que aspira a heredar la responsabilidad de continuar con el legado. La edición 2024 nos dejó varios jóvenes que nos ponen a soñar con un futuro prometedor: Lidia Luna, Toni Mortero y Omayra González ya estaban en la mira de muchos tras coronarse en Next Lab con Catwalk y ahora refrendan su buen paso con el Premio Mejor Proyecto de Serie de Joven Creador; Ana Ramírez ya triunfó en el mundo de la ilustración y va que vuela a hacer lo propio con el de la animación con el proyecto de corto Agua dulce; Aline Romero continúa generando expectativas con su ambicioso proyecto de largo El viaje de Azul que ha pasado por algunos de los encuentros animados más sobresalientes del mundo; Joana Sousa Pinto busca dar un importante paso en su carrera con la ambiciosa webserie Us, Over Here; con una nominación al Goya a sus espaldas, José Prats ya apuntaba a una pronta consolidación con su corto Adiós y ahora también con su proyecto Barro. Hay que decirlo: el futuro de la animación iberoamericana está en buenas manos.

La estética neón se impone

Las tonalidades neón han tenido una creciente presencia en el audiovisual de todo el mundo desde hace algunos años. Ahora la paleta se posiciona como una auténtica protagonista de Weird Market 2024, convirtiéndose así en una tendencia que exige ser seguida muy de cerca al interior de nuestras industrias. La estética luce un pilar fundamental de proyectos como Catwalk de Lidia Luna, Toni Mortero y Omayra González, Welcome to the Pleasure Dome de Víctor Bonafonte y Antártica de Javier Tostado. En menor medida, aunque también con relevancia, se hace presente en El Sinnerman de Carmen Córdoba. No nos olvidemos de los videojuegos con Neon Blood de Chaoticbrain Studios y Barraka de Zomorro Studio. ¡Incluso puede verse sutilmente en Overmum de JuanPe Arroyo y Megalith de Lizz Lunney y Germán Reina! No la perdamos de vista, ya que más allá de sus hipnóticas tonalidades, la estética está dotada de una fortísima carga simbólica que podría impulsar de un modo muy interesante las distintas narrativas.

La animación iberoamericana: con más confianza que nunca

Pablo Berger fue, sin lugar a dudas, la figura más destacada de Weird Market 2024. El cineasta español demostró con Robot Dreams que la animación iberoamericana tiene todo lo que se necesita para triunfar en el mundo: talento y calidad. Aunque asistió como invitado para recibir el Premio Diboos de Honor, no tardó en quitarse la etiqueta de homenajeado para rendirse en elogios ante los que hacen posible este arte. Dedicó el premio a todo su equipo, aprovechó su discurso de aceptación para nombrar a sus jefes de departamento y no perdió la oportunidad de exaltar la grandeza de nuestras industrias. Su presencia, frescura y alegría, así como su impresionante historia de éxito, fueron un hermoso espaldarazo de confianza para una animación iberoamericana que no para de crecer y sorprender, y dejaron una sensación de enorme optimismo que se manifestó a lo largo de todo el evento y que promete repercutir de lleno en el futuro.