Crítica: Medea a la deriva
El corto trasciende las barreras del tiempo y el espacio para alzarse como un grito que resuena cada vez con mayor potencia en la sociedad contemporánea.
24 de septiembre de 2024Por Viridiana Torres
Una de las cualidades más exquisitas del cine y que ha contribuido en la consolidación de su naturaleza artística es su carácter metanarrativo. Una virtud que ha estado presente en más de cien años de historia y que aún así sigue encontrando el modo de sorprendernos. Basta con ver Medea a la deriva, la más reciente producción de The Glow Animation Studio, para corroborarlo.
El cortometraje dirigido por Mary Cruz Leo adapta la novela gráfica de Fermín Solís, que a su vez apoya sus pilares fundamentales en la tragedia griega concebida por Eurípides. No conforme con esto, aprovecha que la historia ha sido llevada al teatro clásico en incontables ocasiones, así como la experiencia de su protagonista Paca Velardiez en esta misma disciplina, para establecer un vínculo inquebrantable con las artes escénicas. Todo esto, en una exquisita animación que sella una de las producciones más poderosas de las que tenemos memoria.
La obra nos introduce con Medea, quien ha consumado su venganza contra Jasón y debe enfrentar el castigo que le ha sido impuesto por Zeus: una vida de soledad e inmortalidad en un gigantesco bloque de hielo que se ve ligeramente reducido con cada día que pasa. Se encuentra en su punto más bajo, pero nunca se rinde a la desesperación, más bien su entereza la invita a alzar continuamente su voz contra unos dioses a los que tacha de injustos. Un malestar que trasciende las barreras del tiempo y el espacio para convertirse en un grito que resuena cada vez con mayor potencia.
Para entender esto último, es importante enfatizar que una de las mayores cualidades de Medea a la deriva es que nunca calca lo visto en el material fuente, sino que aprovecha sus raíces como punto de partida para sus propias reflexiones. Hace tiempo que la tragedia es analizada desde una perspectiva feminista, mientras que la novela gráfica invita a pensar que el castigo impuesto a la protagonista fue condicionado por su género.
El cortometraje animado no vacila al respecto, más bien aprovecha las acciones de las deidades helénicas para plasmar a una sociedad misógina que nunca se pone del lado de la figura femenina, y el eterno silencio de las mismas para dejar ver la indiferencia ante cualquier reclamo. “Se categoriza según si quien comete el crimen es hombre o mujer”, asegura la fémina con actitud desafiante.
Asimismo, recuerda que “en mi caso también era la extranjera”. Una muestra de malestar que en este caso remite directamente a la creciente xenofobia en buena parte del mundo. Un virus que no para de extenderse para sacar a relucir lo peor de muchas personas, incluso de comunidades enteras.
Pero contrario a lo que estas líneas puedan sugerir, Medea no es una víctima y el corto aprovecha cada oportunidad para dejarlo claro. A diferencia del cómic, que por momentos muestra al personaje titular rendido ante el cansancio, la tristeza o la locura, Mary Cruz Leo se centra en aquellos episodios en los que el descontento conduce a un creciente poderío. Una mujer consciente de su destino, cuyo hartazgo la motiva a resistir hasta las últimas consecuencias, y quien nunca considera la posibilidad de pedir perdón.
Estos mensajes, poderosos por sí solos, se ven potenciados por la fuerza del teatro clásico. La alta carga dramática concebida desde el guion es exaltada con una magistral interpretación de voz por parte de la ya mencionada Paca Velardiez, cuya experiencia escénica sale a relucir en cada momento. La entonación, el manejo del volumen, incluso las pausas, todo su trabajo es virtualmente perfecto. Como broche de oro, una sorpresiva secuencia que sirve como punto de transición rumbo al tercer acto y que sella el carácter metanarrativo de esta inolvidable producción.
Igual de relevante es la estética, que combina lo hecho por Fermín Solís con el diseño visto en la cerámica griega. Una decisión con la que gana en identidad sin dejar de rendir homenaje a las obras que sirvieron como base de este audiovisual.
Medea a la deriva asciende así como una exquisita fusión de lo clásico y lo contemporáneo en todas sus formas. Una producción valerosa, que siempre es consciente de la grandeza de los pilares en los que se apoya, pero que nunca duda en aprovechar las propiedades de la animación para extender y adaptar el legado de esta historia en beneficio de las necesidades e inquietudes de las audiencias contemporáneas. Un cortometraje que eleva por todo lo alto a la animación como una forma de arte.
Ficha técnica
- Título Medea a la deriva
- Dirección Mary Cruz Leo (El vuelo del abejorro)
- Año 2024
- País España
- Técnica 2D, acción real
- Voces Paca Velardiez