Conclusiones que dejó Animation! 2022
El mercado argentino vuelve a jugar un rol clave en el desarrollo de la animación iberoamericana.
5 de diciembre de 2022Por Luis Miguel Cruz
La edición 2022 de Animation!, sección animada de Ventana Sur, ha concluido. Una aseveración que no está exenta de ironía, pues como todo buen mercado, el cierre del evento no es sino el punto de arranque para muchos de los proyectos presentados. Sigámoslos de cerca, pues su altísima calidad y el franco talento de sus artistas responsables nos deja claro que todos y cada uno de ellos nos darán muchas alegrías en un futuro próximo.
Este desenlace es también una buena oportunidad para reflexionar sobre el encuentro y para sacar conclusiones que ayuden a fortalecer las industrias animadas del bloque. Se han dado muchos pasos, pero es imprescindible mantener el rumbo hasta alcanzar los distintos objetivos.
Por esto, aquí las conclusiones que dejó Animation! 2022.
Una animación con identidad
Por años, nuestras industrias animadas batallaron por encontrarse a sí mismas. Esto puede apreciarse en numerosas producciones a través del tiempo que se limitaban a imitar lo hecho por los titanes animados. La situación ha cambiado recientemente, lo que ha resultado en historias construidas a base de una esencia cada vez más propia. Ejemplos históricos de ello son Ainbo: La guerrera del Amazonas (Dir. José Zapata), Nahuel y el libro mágico (Dir. Germán Acuña) y Las leyendas: El origen (Dir. Ricardo Arnaiz) que estuvieron presentes en años anteriores. La tendencia continúa fortaleciéndose en esta edición 2022 con proyectos como La marca del jaguar (Dir. Víctor Mayorga, México), Venado azul (Dir. Pablo Calvillo), Teke Uneka (Dir. Marcelo Dematei) y Chocó: La tierra y los monstruos (Dir: Estefanía Piñeres Duque), cada uno de los cuales se sustenta en elementos culturales del bloque, pero sin descuidar inquietudes de carácter global. Una labor clave para garantizar la conexión emocional con las audiencias propias mediante la representación y una oportunidad inmejorable para compartir parte de nuestra riqueza con el mundo entero.
El valor de la representación
Mucho se ha hablado sobre cómo el cine se ha tornado cada vez más inclusivo, una evolución especialmente complicada para la animación ante los estigmas históricos que la han marcado. Mientras los titanes batallan por abordar algunos temas, las industrias iberoamericanas parecen encontrar el camino para relatar toda clase de historias que importan. Tal es el caso de Kiribati – Una vieja aventura (Dir. Alejandro Carlini, Marcos Valdivia, Argentina) sobre un anciano frustrado cuyos sueños colapsan cuando es encerrado en un geriátrico el mismo día que gana la lotería. O La llama del blues: La leyenda de los hermanos Francia que aborda temas de opresión y esclavitud hacia mediados del siglo XIX. Tampoco nos olvidemos de El sueño de la sultana (Dir. Isabel Herguera, España) que adapta una novela de 1905 escrita por Rokeya Hossain sobre un país imaginario gobernado por mujeres. Si de representación femenina se trata, ahí están las tan necesarias Mentorías para Creadoras 2022 que buscan abrir mayores espacios al talento femenino. No menos importante es la misión de El futuro imposible (Dir. Martín Haas, Antonio Balseiro) que busca promover un mensaje de optimismo a partir de ideas y movimientos contemporáneos. Un esfuerzo fundamental para el mundo tan complejo en que vivimos.
Fuerte presencia española
Uno de los elementos más sobresalientes de Animation! de Ventana Sur 2022 fue la amplísima presencia española, favorecida por la primera edición de Spanish Screenings on Tour. La iniciativa europea incluyó veinte proyectos en el todo mercado, cinco de los cuales fueron de naturaleza animada. Una lista integrada por Bloody Dogs (Dir. Violeta Fellay), Brian the Brain (Dir. Tomás Peña), El día en que Ewan McGregor me presentó a sus padres (Dir. Marta Puig), Keenie #166 (Dir. Blanca Bonet) y Titan Tofu (Dir. María Luquero). Fuera de esta lista, pero con presencia en la sección Work in Progress by Annecy, estuvieron El sueño de la sultana (Dir. Isabel Herguera, España) y Hanna y els Monstres (Dir. Lorena Ares, España). Esto confirma el enorme interés de España por promover su industria animada, no sólo en busca de audiencias, sino de alianzas estratégicas en forma de coproducciones. Un paso decisivo que podría contribuir a una industria iberoamericana más unida y por consiguiente más sólida, y que además podría contribuir a la construcción de puentes con otras industrias europeas.
Estrechando lazos
Uno de los temas más recurrentes en las distintas producciones que se hicieron presentes en Animation! fue el de la unión. Ya sea en forma de tiernas amistades o de alianzas improbables en busca de un futuro mejor, la sensación era la misma: unidos somos más fuertes. Amigos (Dir. Gabriel Nobrega), Rosie e o Artefato da Vida (Dir. Fernando Macedo) y The Sun and the Moon (Dir. Sandra Stobschinski), no sólo arrojan un mensaje importantísimo para un mundo fragmentado. También son el reflejo fundamental de una comunidad animada iberoamericana que ha encontrado la fuerza en la hermandad. Eventos como este contribuyen en gran medida a que esto sea posible.
El futuro es hoy
Cuando hablamos de animación iberoamericana, casi siempre terminamos refiriéndonos al futuro. Algo completamente normal si consideramos que la gran consolidación de nuestras industrias sigue siendo una tarea pendiente. Sin embargo, encuentros como los promovidos por Animation! de Ventana Sur dejan muy en claro que los países que integran el bloque han alcanzado una potencia inusitada en cuanto a materia animada se refiere. Esto puede apreciarse en cada uno de los proyectos presentados, con historias de todo tipo, pertenecientes a una amplia gama de géneros y elaborados con distintas técnicas. Esto último incluye el 3D que fuera tan anhelado, pero al mismo tiempo por las amplias diferencias en comparación con los gigantes de la técnica. Es un hecho que todavía queda mucho por hacer, lo que no impide una palpable sensación de confianza ante la noción de que estamos avanzando y que las metas lucen cada vez más cercanas.