La edición 2022 del Weird Fest ya está en marcha. Uno de los eventos más esperados del reconocido mercado español fue la competencia nacional del WFest. Radix estuvo presente en el evento, celebrado en una Filmoteca de Valencia a reventar y que se vivió como una verdadera fiesta.

Primero, por la juventud de la audiencia, destacada durante la presentación del certamen. También por la presencia de varios de los directores responsables de los cortometrajes. Finalmente, por la franca comunión del público con los títulos en cuestión.

Los cineastas aprovecharon los minutos antes de la proyección para hablar de sus respectivos proyectos. Tal fue el caso de Carmen Córdoba, quien describió Amarradas como “el proyecto más personal que hare nunca porque nace de las dos cosas más grandes que me han pasado nunca: la llegada al mundo de mis hijos y la marcha del mundo de mi madre. Dos momentos vitales opuestos que se han solapado en el tiempo y que me han sacudido la vida, pero que también me regalaron una forma de vivir mi maternidad muy bonita. Y por eso Amarradas es una canción de amor a mi madre, a vuestras madres y a todos las que aquí somos madres”.

Celebró también que el estreno mundial del cortometraje se diera en Wierd Market porque “Weird es casa, el equipo de Weird es familia”.

Alex Rey, director de Phonorama, también alabó el certamen y a sus asistentes al asegurar que “el público que hay aquí son muy cracks del mundo de la animación. Para mí es un honor estar aquí. Este festival es la leche”.

Aseguró además que “la animación mola […] porque una persona como yo que estoy en mi casa, se me ocurre una idea un día, cojo y escribo un guion, me pongo a dibujar, a hacer las voces y al final puedo hacer una película yo solo en Nuevo York en los años 60. Eso, el cine convencional, no lo permite”.

Sobre las propiedades de la técnica, Alejandro Salgado, director del corto Las alturas también recordó que la animación es vital para tocar temas sociales de gran relevancia. En su caso, “hablamos de temas de fronteras, concretamente de las porteadoras que llevan los fardos de Ceuta y Melilla a Marruecos. En este trayecto sufren atropellos, caídas, hay heridas e incluso muertas. [Se da] porque es más económico descargar los barcos en España que en Marruecos y estas mujeres […] cogen esta mercancía y la trasladan como si fueran mulas de carga a través de la frontea”. Explicó además que “empezamos este proyecto queriendo mostrar esto y también con la idea de que debería hacerse en animación basado un poco en los teatros de sombras chinos”.

Una vez apagadas las luces, el WFest nos dejó todo tipo de proyectos: los emotivos, los espeluznantes, los empapados de crítica social y los plagados de humor, sólo por nombrar algunos. Todos fueron recibidos con emoción por los presentes que ahora deberán decidir cuál de todos se lleva el premio del público.

Pero más allá de los galardones, lo más importante de eventos como el WFest y el Weird Market siempre será ver la capacidad de la animación para contar todo tipo de historias y con ello, de crear todo tipo de lazos con la audiencia. Muchos de los cuales permanecen para toda la vida.