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Phil Lord y Chris Miller contra la indiferencia hollywoodense hacia la animación

Continúan las reacciones al desafortunado tratamiento de las categorías animadas durante el Oscar 2022.

5 de abril de 2022
Por Staff
Phil Lord y Chris Miller contra la indiferencia hollywoodense hacia la animación
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El Oscar 2022 tuvo muchos momentos controvertidos. Uno de los más lamentables, pero menos abordados por los medios, fue el poco respeto que la Academia mostró por la animación. Amy Schumer se mofó de ella en su discurso inicial; la terna de Mejor cortometraje animado figuró entre las ocho categorías entregadas fuera de cámara; la de Mejor película animada fue estigmatizada al ser entregada por tres actrices de las recientes reinvenciones live-action de Disney. 

Fueron muchas las voces al interior de la industria animada que se manifestaron contra estos malos tratos. Entre las más conocidas estuvieron las de Phil Lord y Chris Miller, directores de Cloudy with a Chance of Meatballs (2009) y The Lego Movie (2014), así como productores de las multilaureadas Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018) y The Mitchells vs the Machines (2021), y que no dudaron en manifestar su descontento en redes sociales.

Su lucha continúa, esta vez desde otro frente. Esto luego de que Variety invitara a la dupla a expresar su sentir en una columna invitada.

“Enmarcar a los cinco nominados al Premio de la Academia a la Mejor película animada como un producto corporativo para niños que los padres deben soportar a regañadientes podría descartarse como un simple descuido”, aseguraron, para luego confesar que “los que hemos dedicado nuestra vida a hacer películas de animación, ese descuido se ha convertido en rutina”. 

Entre sus malas experiencias están que “el jefe de un importante estudio de animación dijo una vez a una asamblea de animadores que, si jugábamos bien nuestras cartas, algún día nos ‘graduaríamos a la acción real’. Años más tarde, un ejecutivo de otro estudio dijo que cierta película animada que hicimos fue tan agradable que les recordó a ‘una verdadera película’.”

Phil Lord y Chris Miller aseguraron que si bien la animación enfrenta situaciones más importantes en este momento, como mejores salarios a los involucrados, el reconocimiento desde las altas esferas hollywoodenses es más que merecido.

Esto bajo el argumento de que “las películas animadas suelen demostrar excelencia en fotografía, diseño, vestuario y actuación. Son algunas de las películas más cuidadas y cinematográficamente dirigidas del año”. Y claro, por su éxito incluso en los tiempos de crisis: “Luca, Raya and the Last Dragon y The Mitchells vs. the Machines fueron tres de las diez películas más reproducidas en 2021. (¡Siete de las 10 fueron animadas!) O que 13 (¡25 %!) de las 50 películas más taquilleras de todos los tiempos son animadas. O que un gran porcentaje de la audiencia en salas de las principales películas animadas está integrado por adultos que no van acompañados de niños. La animación es para todos. Y los estudios lo saben. Es por eso que estamos viendo una inversión sin precedentes en la producción de animación”.

Finalmente invitaron a reconsiderar a las personalidades que deberían entregar el premio, asegurando que el mérito debía ser para alguien respetuoso y conocedor de la industria. “Guillermo del Toro, quien produce, dirige y aprecia profundamente la animación, podría recordarle a la audiencia que la animación es anterior al cine […]. Bong Joon Ho podría explicar por qué incluyó a dos de las películas animadas nominadas de este año (Flee y The Mitchells vs. the Machines) entre sus 10 favoritas del año. Mahershala Ali […] podría decirle al mundo que la animación no es un género, sino un medio que, en su mejor momento, observa y amplifica los matices de nuestra humanidad para que podamos vernos a nosotros mismos. y nosotros mismos ser vistos”.

Y de paso, a rememorar los grandes hitos de la historia, como el 20º aniversario de Spirited Away (2001) o el 31º aniversario de que Beauty and the Beast (1991) fuera nominada a Mejor película. Un suceso que generó preocupación ante la posibilidad de que “una película animada pudiera ganar la mejor película cada año”.

La animación es cine”, aseguró una publicación en la cuenta de Twitter de The Mitchells vs. the Machines. Es tiempo de tratarla con el respeto que se merece.