Tal vez Ice Merchants no ganó el Óscar a Mejor cortometraje de animación, pero sí que escribió historia para el cine portugués. ¡Fue la primera producción lusa en hacerse con una nominación al Premio de la Academia en cualquier categoría! Ahora que el primer objetivo se ha cumplido, hay que mirar hacia adelante para preguntarnos qué sigue para esta industria. Buenas noticias: el futuro luce prometedor.

En el terreno del cortometraje, la carrera por el Óscar 2023 ha dado tres firmes contendientes. El primero de ellos es el ya mencionado Ice Merchants de João Gonzalez; el segundo es O Homem do Lixo de Laura Gonçalves y que clasificó a la shortlist de la Academia; el tercero es The Monkey de Xosé Zapata y Lorenzo Degl’ Innocenti, que coproducido con España, se quedó en la primera ronda. Sin embargo, quedan títulos estrenados en 2022 que aún pueden aspirar a la estatuilla del 2024.

Las reglas de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos estipulan que en el caso de los cortometrajes, la calificación “debe tener lugar dentro de los dos años posteriores a la fecha de finalización de la película”. Esto abre la posibilidad para varias producciones entre las que sobresalen Garrano de Vasco Sá y David Doutel, así como O Casaco Rosa de Monica Santos. Dos títulos que han gozado un estupendo paso por algunos de los festivales más importantes del mundo, destacando que todavía pueden participar en varios calificadores.

Si de estrenos se trata, Regina Pessoa ultima los detalles de As Caras da Mãe que presuntamente estrenará en este 2023, lo que podría darle la elegibilidad en caso de cumplir con los requisitos exigidos por el evento estadounidense. No la perdamos de vista, que en su momento ya figuró en la shortlist correspondiente con Histoire tragique avec fin heureuse.

Las posibilidades también se abren al largometraje. En su momento, la producción de Nayola nos reveló que los responsables de la distribución internacional estaban desarrollando contactos para estrenar en los Estados Unidos. Aunque desconocemos el estado de las negociaciones, esto confirma la intención de abrir en salas del país norteamericano, lo que podría garantizar la elegibilidad rumbo al 2024. La película de José Miguel Ribeiro ha gozado de un gran éxito en varios festivales de prestigio, lo que invita a pensar que la nominación es posible.

Finalmente, no nos olvidemos del propio João Gonzalez, quien seguramente ya visualiza su regreso al cine animado. Con la calidad exhibida hasta ahora, parece cuestión de tiempo para que lo veamos de vuelta en el evento cinematográfico más popular del mundo. De momento, el cineasta tiene una cita con los Premios Quirino, donde figura como uno de los títulos con más nominaciones.

En otras palabras, hay buenas razones para confiar en que el flamante paso de la animación portuguesa continuará. Algo determinante para garantizar el desarrollo y la consolidación de una industria de grandísimas cualidades.