España y China… construir una alianza como la de Dragonkeeper no es sencillo. La unión entre ambos países ha exigido la participación de algunos de los mejores artistas de ambos países. En el caso del iberoamericano tenemos a Salvador Simó, pero también muchos otros nombres entre los que figura el de Abraham López Guerrero, quien funge como director de animación de la película.

El ganador del Goya por Blue & Malone: Casos imposibles siempre ha manifestado un gran entusiasmo en torno al proyecto. No es para menos, pues la relación de los países involucrados va más allá de lo económico y se extiende de lleno por otras áreas como la narrativa, la artística y la cultural. Estamos, entre otras palabras, ante una obra que podría cambiar la manera de hacer cine en nuestro bloque.

Así lo considera el creativo español al asegurar en exclusiva para Radix que “Dragonkeeper es una película con vocación de ser un clásico inmediato, creo”.

Abraham López Guerrero atribuye el calificativo a los numerosos méritos de la producción. “Es una película independiente, no hay ninguna gran productora detrás. Está Larry Levene, está Guardián de Dragones, con un director independiente que es Salvador Simó. Pensando en esto, es muy ambiciosa. Todos hemos puesto una gran voluntad por hacer historia. Por contar una película que recupera la esencia de las clásicas películas de aventura. Es una que tiene mas que ver con el cine de los 80 que nos enamoró de las aventuras, que a con otras películas de animación de ultima generación. Es una gran película de aventuras con una carga dramática enorme, donde los personajes pasan verdaderas dificultade para llegar a sus objetivos. Es un gran viaje del héroe. Creo que a nivel de factura, teniendo en cuenta las evidentes limitaciones, va a sorprender en cuanto a calidad. En cuanto a valor narrativo, no lo dudo”.

El creativo considera que la riqueza de Dragonkeeper va más allá de lo cinematográfico y se extiende de lleno por lo cultural. Una cualidad inusual en la forma de hacer cine en el mundo y que podría dar un paso decisivo para su evolución desde la animación iberoamericana.

“Culturalmente, para mí ha sido muy enriquecedor trabajar con China. Siempre me han encantado las epopeyas chinas y lo primero que realicé cuando hice 3d fueron dragones. Siempre he hecho dragones. Siempre han sido algo esencial en mí. La manera en que nos hemos acercado, colaborando con ellos codo a codo, trabajando con honestidad y cercanía, la investigación visual que ha hecho Salvador Simó y la compenetración que ha tenido con Li Jianping, el codirector chino, ha sido asombroso. Ha sido de verdad como hacer una película china en España o española en China. Hemos tenido la narrativa y la animación un poco mas europea y todo el diseño, la ambientación y la enorme cantidad de cultura que respira la película es pura china. Creo que es verdad que es inédito. Creo que es la primera vez que se hace una película de estas características, con este grado de hibridación entre tradición y modernidad y al mismo tiempo oriente y occidente”.

Estamos, en otras palabras, ante una película imperdible y ante una producción que podría venir a revolucionarlo todo. Para nuestras industrias y para la forma de hacer animación a escala global. Dragonkeeper estrena en salas españolas el 22 de septiembre.