Buñuel en el laberinto de las tortugas, Robot Dreams y próximamente Decorado… una filmografía de máxima jerarquía que permite entender las razones por las que José Luis Ágreda figura entre los directores de arte más aclamados de nuestras industrias. Un impacto que trasciende más allá de las fronteras animadas.

La animación ha jugado un rol fundamental para que cada vez más artistas que integran los distintos departamentos de producción obtengan el reconocimiento que tanto merecen. El creativo español es un claro ejemplo, pues su nombre se ha convertido en un símbolo de prestigio, más aún porque los realizadores con los que ha colaborado no pierden la oportunidad de exaltar su labor en cada ocasión. El más reciente ha sido Pablo Berger, quien no vaciló en considerarlo su mano derecha durante la creación de Robot Dreams.

“En animación es esencial la figura del director de arte”, nos asegura el artista en entrevista. “Es quien ayuda al director a dar el aspecto visual de la película. Es importante que se reconozca, pero también se está reivindicando en el mundo de la imagen real porque es verdad que no se sabe bien qué es lo que hace. La perspectiva del público general no sabe cómo es el proceso de una película de animación, pero claro hay, un proceso inicial de búsqueda de cómo se quiere contar una película y está bien que se reconozca por poner en valor ese trabajo”.

Radix habló con el director de arte José Luis Ágreda, en la víspera de los Premios Quirino. El creativo celebró la creciente visibilidad de los artistas de animación; rememoró su paso por Buñuel en el laberinto de las tortugas de Salvador Simó y adelantó detalles de Decorado bajo la dirección de Alberto Vázquez; finalmente, explicó cómo realizó junto con Pablo Berger una de las mejores representaciones cinematográficas de Nueva York.