Radix

Cortometrajes

Crítica: Star Wars: Visions – «Sith»

Rodrigo Blaas aprovecha Sith de Star Wars: Visions para dar una prueba contundente de que la animación es arte.

10 de mayo de 2023
Por Viridiana Torres
Crítica: Star Wars: Visions – «Sith»
Compartir

El cine y las artes pictóricas se han hermanado en numerosas ocasiones. Pocas veces de una manera tan directa y a la vez tan exquisita como en Sith, cortometraje de Star Wars: Visions dirigido por el español Rodrigo Blaas.

Hablamos de una obra cuya sinopsis señala a una exaprendiz de Sith que se reencuentra con su antiguo maestro para un último enfrentamiento. Ese que, de un modo u otro, romperá todos los lazos que alguna vez los unieron. La premisa podría sonar relativamente básica para una historia ubicada en la galaxia lejana de George Lucas, pero la trama se vuelve profundamente innovadora ante el hecho de que la guerrera busca su redención desde el camino de la pintura. Más curioso es su acercamiento a la disciplina, que la apasiona, pero al mismo tiempo se le niega. No por falta de talento ni de inspiración, sino porque la oscuridad siempre termina imponiéndose.

Se trata de una de las inmersiones más singulares a este magno universo. Una que, si bien preserva el eterno duelo exterior entre las fuerzas del bien y el mal, traslada el verdadero conflicto al interior del personaje central y por consiguiente, de uno mismo. Es alguien empeñada en alejarse de sus viejos pecados y que aún así batalla en encontrar su esencia desde algo tan puro como un lienzo en blanco.

Esta concepción ya es suficientemente metanarrativa, con dos artes como la animación y la pintura uniéndose en una misma historia. Pero Rodrigo Blaas no se conforma y opta por convertir el escenario en un auténtico cuadro. La estética de Sith remite en todo momento a leyendas pictóricas como Joan Miró y Pablo Picasso, pero lejos de quedarse en la simple inspiración, el cineasta español traslada el goteo y los trazos a las acciones. No como un elemento decorativo, sino uno tan activo que los personajes son conscientes de ellos. Todo esto en un CGI tan exquisito que por momentos dudamos si las imágenes pertenecen a la pantalla o a un museo.

Crítica Star Wars Visions Sith int 4

Igual de interesante es la manera en que el director explora la lucha entre el bien y el mal. En una industria cinematográfica que ha caído en toda clase de dilemas al momento de plasmar esta representación, resulta refrescante que Sith se olvida de absolutos para encontrar un punto medio. Es así como el cortometraje deja claro que todos tenemos bondad y maldad en nuestro interior, y que sólo nos queda elegir hacia donde inclinar la balanza. No es una profanación de las bases de Star Wars, sino la brillante extensión de un mensaje que comenzó con el personaje más representativo de la saga y uno de los más importantes en toda la historia del cine: Anakin Skywalker / Darth Vader.

Esto no significa que la dupla central esté al nivel de la leyenda fílmica. Tanto la exaprendiz como su maestro tienen bases sólidas en su concepción narrativa y su diseño. Aun así, no habría estado mal que el guion profundizara un poco más en la relación y el rompimiento. Bastaba un flashback que mostrara cómo fue que la guerrera central dejó la oscuridad y partió en busca de la redención. ¿Fue un arrepentimiento sincero o la consecuencia de un desaire de su temible autoridad? Sólo queda especular al respecto. Siguiendo con los protagonistas, el corto realiza una importante adición al catálogo de droides memorables con E-2, quien sólo necesita de unos minutos para robarnos el corazón.

Finalmente, aunque se ha dicho hasta el cansancio que los cortometrajes de Star Wars: Visions no tienen una ubicación específica en el timeline galáctico, es difícil no rendirse ante una obra tan meticulosamente construida que parece extraída directamente de la era de las precuelas. La tecnología, que va de los vehículos a los sables, así lo sugiere. También el diseño de los personajes. Incluso algunas escenas en concreto, como la introducción del maestro que remite de lleno a Darth Maul en Tatooine.

Sith es una brillante adición a Star Wars y uno de los puntos más altos de Visions. Es también una obra que exige numerosos visionados para apreciar a profundidad cada uno de sus detalles y para extraer las más diversas interpretaciones. Es, de este modo, una de las más exquisitas y contundentes pruebas de que la animación es arte. Y a su vez, una hermosa reflexión sobre cómo el arte es fundamental para alcanzar la luz.