Crítica: Spellbound
La rebeldía, en estos tiempos, es una virtud, y la nueva propuesta de Skydance Animation la tiene de sobra.
27 de noviembre de 2024Por José Roberto Landaverde
Películas que exploran la importancia de la unidad familiar hay muchas, y en los terrenos de la animación la oferta es amplia, pues el medio se presta para trasladar a diferentes contextos y escenarios las lecturas sobre las relaciones interpersonales en el círculo cercano. Spellbound, la más reciente película de Skydance Animation, se une a la tendencia, pero ofreciendo un giro interesante al plantear bienvenidos cuestionamientos en torno a expectativas de la sociedad en diferentes aspectos.
Dirigida por Vicky Jenson, en su segundo crédito en solitario tras haber codirigido en DreamWorks las celebradísimas Shrek (2001) y Shark Tale (2004), la historia nos presenta a Ellian, princesa adolescente del reino de Lumbria y quien está a punto de cumplir 15 años. A pesar de que esto debería ser algo emocionante para ella, hay algo que le preocupa demasiado: debido a un hechizo, sus padres, la reina Ellsmere y el rey Solon, se convirtieron en monstruos gigantes y temibles que pasan sus días causando destrozos. Claro, la condición de los gobernantes es ignorada por los habitantes de la nación, por lo que Ellian tiene mucha presión sobre ella, ya que además de cuidar a sus progenitores, debe decidir pronto si quiere asumir el trono.
Como mencionamos algunas líneas arriba, el principal tema que trata el largometraje son las expectativas. El conflicto de Ellian es utilizado dentro de la narrativa para explorar lo que sucede cuando una familia no actúa como se espera. En más de una ocasión y con un humor un tanto ácido, pero siempre elegante, la protagonista le deja ver a la audiencia que los reyes no son comunes. Sin embargo, la primera señal de que el conjunto se distinguirá de otros con enfoques similares está en el guion escrito por Lauren Hynek, Elizabeth Martin y Julia Miranda, que da a la princesa una agencia refrescante en lo que se refiere a la resolución del problema. Pocas veces se ve que los personajes no se muestren renuentes a su llamado a la aventura y eso es lo que aquí sucede. En todo momento, Ellian se muestra dispuesta a ayudar a que el hechizo se revierta. Sí, está nerviosa por la posibilidad de no poder lograrlo, pero nunca duda de lo que desea.
Así pues, podría decirse que el mayor acierto de la obra recae en su subversión del siempre efectivo monomito, que aquí adquiriría el nombre de “viaje de la heroína”. Para lograr que sus padres vuelvan a ser humanos, la joven acude a los oráculos del Sol y la Luna, dos seres que son las principales autoridades en el reino en lo que se refiere a asuntos mágicos. Son ellos los que envían a la princesa a una travesía que, por supuesto, la transforma. No obstante, el cambio no nada más ocurre en ella, sino en sus seres queridos. Se agradece que Jenson y sus compañeros de equipo se aseguran de que esta obra reconfigure lo que se quiere dar a entender al espectador con una epopeya de este estilo.
Es sumamente notorio que la producción abreva de otros clásicos de princesas –los ecos a Brave (2012) y la relación entre Mérida y su madre osa son innegables –, aunque aquí los roces o desacuerdos entre padres e hijos se utilizan como catalizador para interrogantes sobre lo que ocurre cuando las personas que amamos pierden su esencia, lo cual, naturalmente, causa que cualquier expectativa que se tenga sobre la perfección no se cumpla. No sólo da gusto que Spellbound haga ver que está bien no ser perfecto, sino que sorprende la cantidad de aristas que tiene la historia, ya que aborda lo valioso de las diferencias por medio de varias vivencias de sus personajes.
Esta versatilidad del guion también se traslada a la animación hecha por Skydance Animation, que destaca como algo refrescante, sobre todo en los entornos. Al ser el equivalente a una road movie, pasamos gran parte del tiempo conociendo las afueras del reino, en especial el Bosque Oscuro de Oscuridad Eterna, “tan oscuro que lo decimos dos veces”, sentencia uno de los oráculos.
Es en este escenario donde los artistas dan rienda suelta a su imaginación al abrazar de lleno la idea de la cinta como oda a la imperfección. Los túneles asimétricos, halos de luz y otras texturas deliberadamente renderizadas en 2D, contrastando con los demás elementos tridimensionales de las tomas amplias, están a la orden del día, y son complementos magníficos a las vibrantes composiciones musicales de Alan Menken, interpretadas vocalmente con soltura y delicadeza por Rachel Zegler.
No encajar con la norma es algo que debe celebrarse, y Spellbound lo sabe bien. Definitivamente, no todas las familias tienen que ser iguales, y claro, no todos los cuentos de hadas deben seguir las mismas reglas. La rebeldía, en estos tiempos, es una virtud, y esta propuesta la tiene de sobra.
Ficha técnica
- Título Spellbound
- Dirección Vicky Jenson (Shrek)
- Año 2024
- País España, EEUU
- Técnica 3D
- Voces Rachel Zegler, Nicole Kidman, Javier Bardem
- Disponible en Netflix