Crítica: Mafalda
Una adaptación que batalla en muchos sentidos y aun así triunfa en su principal objetivo: invitar a la risa y al pensamiento crítico.
19 de julio de 2022Por Viridiana Torres
Mafalda saltó al mundo en 1964 y no pasó mucho tiempo para que dejara de ser vista como la simple protagonista de la tira homónima. Hay quienes la ven como una auténtica niña preocupada por el mundo decadente en el que habita, otros como un emblema de la resistencia contra las autoridades, algunos más como una dura pero necesaria reflexión para superar los dilemas sociopolíticos que aquejan nuestra existencia. Todas conducen a un punto en común, con la pequeña creada por Quino como un símbolo del cambio.
Pero es también un personaje engañoso. La simpleza de sus trazos, la brevedad de sus historias que suelen ocupar un máximo de cuatro viñetas y la doble lectura que permite su humor pueden hacer pensar que estamos ante un proyecto sencillo, cuando realmente estamos ante una obra extremadamente compleja. No por nada sigue siendo una publicación de impacto mundial.
Dicho esto, queda claro que mejorar lo perfecto es una labor virtualmente imposible y ni siquiera Mafalda se salva de ello. No con la citada tira, un clásico en toda la extensión de la palabra, sino con su primera adaptación cinematográfica.
Si de fidelidad se trata, la película de Carlos D. Márquez exhibe una destreza pocas veces vista. El largometraje traslada directamente las tiras a la pantalla, con auténticas calcas de las viñetas y sin la más mínima alteración a los diálogos. Es, en otras palabras, lo más cerca que se puede estar de leer Mafalda sin realmente hacerlo.
Punto extra por la estupenda selección de voces, entre las que sobresale la de Susana Klein como la chica titular. El propio Quino reconoció en su momento que este fue uno de los mayores retos del film, ya que “tratándose de un cómic que todo el mundo conoce, cada cual se la imagina de una manera” [vía]. Una interpretación moderada que captura la personalidad del personaje y que incluye algunos estallidos ocasiones ante las alegrías y angustias que impactan su vida.
Casi parece un sueño, hasta que el paso de los minutos nos recuerda que no estamos ante una tira, sino ante un largometraje. Y no uno completamente original…
Mafalda es una recopilación de los mejores momentos de la serie realizada por Jorge ‘Catú’ Martín en 1973. ¡Casi diez años antes del estreno del film! Una década de distancia que se evidencia en una técnica primitiva para su tiempo, lo que pasa a segundo término gracias a la ya mencionada simpleza del impreso. El problema viene del formato.
El show en cuestión siempre generó polémica por lo corto de sus episodios, o lo que hoy día podríamos rebautizar como sus segmentos, ya que en las presentaciones actuales han sido unidos para dar un total de cinco capítulos. Eran, a fin de cuentas, adaptaciones de las viñetas y como tal no había mucho margen de maniobra. Ni siquiera Quino fue indiferente a esto, ya que en más de una ocasión admitió que generaba confusión y malestar en la audiencia, que pensaba estar ante un avance y no ante el proyecto final.
Para evitar este problema, Carlos D. Márquez retira las cortinillas iniciales de los episodios originales e intenta encontrar un hilo conductor donde no lo hay. Esto deja un film sin ritmo al estar compuesto por segmentos que falla en ocultar y en una historia sin ningún tipo de conflicto. El resultado puede tornarse desgastante, a menos que su visionado sea pausado y continuado posteriormente, aunque para eso es mejor quedarse con el show setentero.
Con todo y estos tropezones, es difícil decir que estamos ante un título verdaderamente fallido. Imaginar un largometraje más en forma parece difícil por el formato del propio material fuente. ¡Ni siquiera un maestro como Juan Padrón se aventuró al reto cuando adaptó al personaje! Por otro lado, el peculiar humor y las eternas reflexiones de Mafalda también están ahí para invitar a la risa sin descuidar el pensamiento crítico. Esto es más que suficiente para decir que la cinta ha cumplido su mayor objetivo.
Ya lo dijimos anteriormente: mejorar lo perfecto es una labor virtualmente imposible. La película de Mafalda así lo demuestra, pero aún así es un título que debe verse por todo lo que representa para la animación que de este modo concretó la unión de uno de los personajes referentes del imaginario iberoamericano.
Ficha técnica
- Título Mafalda
- Director Carlos D. Márquez (ópera prima)
- Año 1982
- País Argentina
- Técnica 2D
- Voces originales Susana Klein, Nelly Hering, Cecilia Gispert
- Disponible en Amazon Prime Video, Filmin