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Crítica: Inspector Sun y la maldición de la viuda negra

Una película que, como el propio whodunit, está llena de sorpresas que se van desenmascarando con el paso de los minutos.

3 de enero de 2023
Por Luis Miguel Cruz
Crítica: Inspector Sun y la maldición de la viuda negra
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Cuando uno se dispone a realizar la crítica de un material audiovisual, casi siempre se habla de lo narrativo, lo artístico y lo técnico. En el caso de Inspector Sun y la maldición de la viuda negra, vale la pena iniciar exaltando la valentía detrás de su equipo creativo encabezado por el director Julio Soto. Después de todo, hablamos de una película que, como su propia trama, está llena de sorpresas que se van desenmascarando con el paso de los minutos.

El filme, sobre un arácnido inspector que debe resolver un asesinato ocurrido en un avión en el que viaja, está pensado para todos. Así lo demuestra el simpático y colorido diseño de los personajes, empezando por el propio Sun y su pequeña aspirante a ayudante, Janey. También el humor primario que se aprecia a lo largo de toda la historia y que caracteriza muy especialmente al personaje titular. Pero no se dejen engañar, que este envoltorio familiar no es más que una de las muchas capas que rodean a una producción más compleja de lo que podría suponerse en primera instancia.

El primer riesgo viene de su elección del género, o en este caso, del subgénero como es el whodunit, ramificación del thriller y que busca adentrar al espectador en un juego de sospechas para que trate de identificar al culpable de un crimen. Casi siempre un asesinato. La cinta advirtió sus intenciones desde el trailer, lo que para nada nos preparó para lo visto en pantalla. Si bien el misterio está suavizado en beneficio de las audiencias infantiles, sigue siendo lo suficientemente elaborado para mantener al más ferviente aficionado de estas obras en vilo.

Por un lado, esto resulta gratificante al tratarse de una clara muestra de respeto a la totalidad de las audiencias. Algo que, por supuesto incluye a los niños, recordando que una de las mayores exigencias al cine infantil es la construcción de tramas inteligentes para los más pequeños. Por el otro, es aventurado porque la naturaleza de estos argumentos exige un alto nivel de concentración ante la amplia baraja de personajes, las pistas que van surgiendo en el camino y la longevidad de los diálogos en la que el investigador en curso explica los hallazgos.

Inspector Sun y la maldición de la viuda negra aligera algunos de estos aspectos con un detective carismático y algo atolondrado, pero sumamente divertido. Sin embargo, nunca prescinde absolutamente de ellos. Esto se aprecia en una construcción que remite de lleno a la obra de Agatha Christie y muy concretamente a su excéntrico Hercule Poirot.

No menos sorprendente es la incorporación de tropos procedentes del noir, entre los que sobresale la femme fatale. Una mujer, o en este caso una viuda negra, cuya sensualidad y peligrosidad se manifiesta en todo momento y la colocan entre las principales sospechosas del conflicto. Ni qué decir de sus mensajes, pues su trama ubicada en los 30 es aprovechada para arrojar cuestionamientos sobre las diferencias de clases, lo que puede apreciarse en la segmentación del avión, la exaltación del enjambre e incluso el uso de colores y símbolos en algunos personajes. Esto hace que por momentos nos sintamos ante bichos que no aspira a ser agrupados junto a los vistos en A Bug’s Life (1998) o Bee Movie (2007), sino con otros más complejos como los de Antz (1998). Algo comprensible si consideramos que la obra de Julio Soto siempre ha manifestado todo tipo de inquietudes sociales.

Pero repetimos, ni siquiera esta peculiar construcción consigue que Inspector Sun y la maldición de la viuda negra pierda su carácter familiar. Es más bien una prueba de la evolución animada, que cada vez manifiesta más confianza para romper con las fórmulas preestablecidas. Una tendencia que se extiende con fuerza al territorio iberoamericano, pues si los gigantes hollywoodenses no dudan en incluir todo elementos adultos en sus producciones para todo público, ¿por qué nuestras industrias no habrían de hacer lo propio?

Pasando a lo técnico, la película española es igual de ambiciosa. El ya mencionado diseño de personajes es sobresaliente, pues juega con los encasillamientos para rendir homenaje a clásicos como puede apreciarse en un Sun cuyo bigote remite al de Poirot; para ahondar en los tropos como el de la viuda negra Arabella cuyas patas parecen tener medias y un afilado tacón;  así como para aumentar o reducir las sospechas. Ni qué decir del diseño de producción que nos remonta al glamour de los 30, un mundo perfecto usurpado por el peor de los crímenes. O la banda sonora de toque clásico que se convierte en una estupenda acompañante a lo largo de la aventura.

Estos riesgos, sin embargo, también resultan en algunos altibajos. Buen ejemplo de ello es la amplísima gama de texturas que caracterizan a los protagonistas. El pelaje de la dupla estelar funciona perfectamente por su sedosidad, reforzada por tenues detalles que aumentan el realismo, como la presencia de uno que otro pelo levantado que sobresale del resto. No es el caso de los insectos con piel lisa o granulada, que lucen plásticos en algunos acercamientos de la cámara.

Caso similar al del movimiento. Aunque narrativamente hablando la presencia de arañas como personajes principales tiene sentido, en lo técnico supone un revés para el equipo responsable de la animación. El andar no luce fluido y los pies se deslizan por momentos. La complicación es mayor porque el arácnido titular carece de una pata, lo que hace que encontrar el balance sea todavía más complejo. El reto aumenta todavía más en las secuencias de acción, que son varias, lo que obliga a una reducción de la velocidad y atenta contra la ilusión del movimiento. A pesar de ello, la valentía es aplaudible, pues sólo de este modo se puede aspirar a crear industrias más sólidas y capaces en todos los sentidos.

Inspector Sun y la maldición de la viuda negra es vital para ello. Una película animada ambiciosa, refrescante y pensada literalmente para todos, además de una buena adición al whodunit que tan en boga se encuentra. Dos elementos que en conjunto invitan a soñar con el nacimiento de una nueva franquicia iberoamericana cuya simpática araña titular aspira a consolidarse como el nuevo gran especialista en la resolución de misterios. ¿Se concretará la premisa? Hay buenas razones para creer que el enigma tiene lo necesario para resolverse positivamente en favor de los involucrados.

Ficha técnica

  • Título Inspector Sun y la maldición de la viuda negra
  • Dirección Julio Soto (Deep)
  • Año 2022
  • País España
  • Técnica 3D
  • Voces originales Fernando Cabrera, Andrea Villaverde, Catherina Martínez
  • Disponible en N/A