Los Premios Quirino no dejan de crecer, sorprender y enamorar. Así se confirmó en su edición 2025, la octava en toda su historia, cuya ceremonia estuvo impregnada de momentos memorables e históricos, todos decisivos para el continuo desarrollo de nuestras industrias.

Hablamos de una gala dominada por las primeras veces: la primera vez que la dirección del evento recae en una latinoamericana; que Panamá se alza con un reconocimiento; y que la animación por encargo encabeza el palmarés. También tuvo discursos inolvidables, que fueron desde lo más personal hasta el fiel reflejo de todo tipo de inquietudes en lo profesional y lo social. Fue, además, el marco perfecto para despedir a un amigo y eterno apasionado de la animación.

Recordamos los momentos más destacados de los Premios Quirino 2025:

“Me han entregado las llaves de una Ferrari”

“Es un gran orgullo estar acá”, fueron las primeras palabras de Silvina Cornillón en su gran debut como directora de los Premios Quirino. La argentina comenzó su discurso de inauguración agradeciendo a todo el equipo –o, como ella dijo, la familia– que hace posible el encuentro, para luego expresar lo que siente ante esta nueva responsabilidad: “Me han entregado las llaves de una Ferrari”. Sus palabras reflejan a la perfección el sentir de una de las mayores expertas y apasionadas de la animación iberoamericana, y dejan claro que el timón del evento ha quedado en estupendas manos.

La animación iberoamericana dice adiós a Diogo Carvalho

Los Premios Quirino 2025 fueron el escenario ideal para despedir a un gran profesional de nuestras industrias, pero, sobre todo, a una persona excepcional, generosa y profundamente valorada por la familia de la animación iberoamericana: Diogo Carvaho, productor de Sardinha em Lata, fallecido el pasado 1 de abril de 2025, a los 47 años. El homenaje comenzó con Silvina Cornillón invitando a los asistentes a ponerse una mano en el corazón, y derivó en un sonoro y prolongado aplauso de pie, como muestra unánime de cariño y gratitud. Su ausencia deja un vacío inmenso, pero su legado y calidez humana seguirán inspirando a toda una comunidad por generaciones.

El valor de lo público

Los Premios Quirino siempre han resaltado el valor de lo público para el desarrollo de la industria, así como de la sociedad en general. La inquietud se trasladó directamente a la ceremonia con el discurso con el que Jordi Jiménez Xiberta, codirector de Gilbert, recordó que las bases de su obra radican en esta esfera. “Este proyecto nace de una amistad que hemos tenido los tres codirectores en un curso que hicimos en un sitio que se llama Sifo que es público, que hacían un curso de animación stop motion. Esta tarde he estado hablado con ellos y queríamos reivindicar lo público”. Sus palabras fueron recibidas con entusiasmo por los asistentes.

El temprano dominio de Rudo

La categoría de Mejor videoclip de animación apenas lleva dos ediciones en los Premios Quirino, y Rudo Company ya empieza a marcar tendencia tras hacerse con su segunda estatuilla. El anuncio no fue del todo sorpresivo si consideramos que el estudio argentino llegaba a la ceremonia con dos títulos en competencia, siendo My Way, de Jesica Bianchi, el galardonado. Al igual que el año pasado, el discurso de aceptación sobresalió por su muestra de humildad, que en este caso incluyó la proyección de los créditos con los nombres de todo el equipo responsable de la producción. No descartemos verlos de vuelta en 2026, ya sea en esta misma terna o en la de animación por encargo, con el cineminuto de Pixelatl.

Historia para la animación por encargo

La animación está plagada de estigmas. Uno de los más comunes, aunque no tan comentado, es la tendencia de algunas personas a reducir las obras de encargo a trabajos meramente comerciales, cuando en realidad son realizados por creativos que ponen todo su empeño en transmitir todo tipo de mensajes. Muchos de ellos, no está de más decirlo, impregnados de un gran valor artístico, cultural y social. Dicho esto, es bueno ver que los Premios Quirino han puesto en valor este trabajo con un doblete de 47, de Paulo García y Natalia Gouvea, que se convirtió en la primera obra de encargo en alzarse como la máxima ganadora del certamen. Un merecido reconocimiento para una producción entrañable y de gran calidad, que invita a la empatía con las personas que padecen síndrome de Down. Puedes verla en el sitio oficial de Zombie Studio.

A los padres que han visto a sus hijos partir

Adiós es la obra más laureada en la joven carrera realizadora de José Prats, pero también la más personal. En su momento, el cineasta nos compartió en entrevista que las bases de la trama se inspiran en la relación con su padre; ahora la producción sella un nuevo lazo tras coronarse como Mejor cortometraje de escuela en los Premios Quirino 2025, siendo este el primer reconocimiento que él mismo recibe como padre. El español no fue indiferente a la carga emocional, tal y como se manifestó en uno de los discursos más memorables de la ceremonia: “Quería dedicarle este premio a todos los padres que han visto a sus hijos viajar por necesidad o por trabajo al extranjero, y de lo duro que es. Para ellos va”.

La animación iberoamericana se posiciona con los migrantes y refugiados

Los galardones cinematográficos van más allá de la gloria: son declaraciones de intenciones por parte de las industrias fílmicas. En el caso de los Premios Quirino, han dejado ver que la animación iberoamericana lanza un llamado a la solidaridad y la empatía con los migrantes y refugiados en todo el mundo. Así se confirmó con los galardones a Los carpinchos como Mejor cortometraje de animación, y a Mariposas negras como Mejor largometraje de animación, así como con los respectivos discursos de aceptación, que fueron recibidos con sonoros aplausos.

El primero correspondió al productor de Autour de Minuit, Nicolas Schmerkin, quien exaltó que la obra “habla del exilio, de migrantes y de refugiados con la metáfora de esos carpinchos que llegan a un gallinero y que al principio no los quieren”. Dicho esto, cerró con una hermosa dedicatoria “a todos los carpinchos del mundo que lo necesitan hoy mucho”.

El segundo fue por parte del director David Baute, quien recordó que la suya “es una película con un mensaje muy duro y muy actual”. Recordó también que “estamos en Canarias, nuestros abuelos se fueron hace 60 o 70 años porque se pasaba hambre aquí; nuestros tíos, nuestros padres se fueron también hace menos años; nosotros tenemos la suerte de vivir aquí ahora, pero llegan muchos inmigrantes cada día y no deberíamos olvidarnos de ellos”. Cerró clamando que “este premio va por ellos, por un mundo más habitable”.