Mucho se ha hablado de la estupenda actualidad que vive la animación española. Llegar a este punto no ha sido fácil, pues ha implicado recorrer un largo camino plagado de sueños y de retos por enfrentar. El viaje ha valido la pena, pues nos ha permitido disfrutar de grandes títulos que hoy ocupan un lugar imborrable en el gusto y el corazón de las audiencias. Algunas de las más queridas han sido concebidas en el pasado más reciente, concretamente a lo largo del siglo XXI.

Celebramos lo mejor de la animación española contemporánea con un repaso de sus diez películas imprescindibles del siglo XXI.

El bosque animado (Dir. Ángel de la Cruz, Manolo Gómez, 2001)

La animación española puede presumir uno de los saltos más memorables al terreno del 3D. Y es que si la innovación técnica no era suficiente desafío, la producción encabezada por Ángel de la Cruz y Manolo Gómez decidió elevar más el reto con la adaptación de una obra cumbre de la literatura hispana. El bosque animado no es una réplica exacta de la novela homónima escrita por Wenceslao Fernández Flórez, más bien se apoya en las bases del segmento El peregrino enamorado para contar una historia valerosa, que plagada de importantes lecciones éticas, deambula en una línea muy fina que divide lo familiar de lo trágico. Un clásico en toda la extensión del término que marcó un antes y un después para la animación del país europeo y de todo el bloque iberoamericano.

Nocturna: Una aventura mágica (Dir. Adrià García, Víctor Maldonado, 2007)

No es de sorprender que Nocturna esté entra las películas españolas más queridas de su tiempo. Adrià García y Víctor Maldonado aprovechan las cualidades de la fantasía para abordar un temor muy real como es la obscuridad, lo que abre el camino para una serie de importantes reflexiones como es la normalización del miedo sin distinción de edades y la importancia de enfrentarlo con el fin de superarlo. Todo esto desde la mágica historia de un niño que debe impedir un apagón de estrellas que amenaza con dejar la noche en las sombras. Su riqueza no se limita a la trama, sino que se extiende a su protagonista, un pequeño huérfano cuya aventura contribuyó a dar visibilidad a este sector de la población. Una obra inolvidable y que ocupa un lugar muy especial en el corazón de las audiencias.

Planet 51 (Dir. Jorge Blanco, Javier Abad, Marcos Martínez, 2009)

El de Planet 51 bien puede ser descrito como uno de los mayores casos de éxito en la historia de la animación española. No sólo en la taquilla, donde tuvo una recaudación global de $105 MDD, sino en todo lo que representó para la evolución de la industria. El filme juega con los elementos más icónicos de la ciencia ficción estadounidense para llevarnos a un mundo extraterrestre de carácter retrofuturista y cuya tranquilidad se ve usurpada por la llegada de un alienígena, más concretamente, ¡un terrícola! Película debut de Ilion Animation Studios, y cuya mezcla de calidad y originalidad condujeron al interés de Skydance, que optó por adquirir al estudio español en 2017 bajo el sello de Skydance Animation. Un movimiento clave para afianzar a España como un epicentro animado de Iberoamérica y el mundo entero.

Chico & Rita (Dir. Fernando Trueba, Javier Mariscal, 2010)

Cada vez más común que los directores deambulen libremente entre la animación y la acción real, pero esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en que parecía un privilegio exclusivo para los más grandes. Esta es una de las muchas razones por las que Chico & Rita es vista como una revolución dentro la industria española, ya que marcó la incorporación de un titán del cine iberoamericano como Fernando Trueba al terreno animado. El realizador no llegó sólo, sino que lo hizo acompañado de otra leyenda artística como Javier Mariscal. Sus cualidades e inquietudes conjuntas dieron una película caracterizada por la música y el color, pero sobre todo por la sensibilidad de dos personas destinadas a estar juntas a pesar del tiempo y la distancia. Historia pura de nuestras industrias al ser el primer filme iberoamericano en obtener la nominación al Oscar animado.

Arrugas (Dir. Ignacio Ferreras, 2011)

El cine ha dedicado incontables historias a los sueños de juventud, pero sólo unas cuantas a las edades más avanzadas. Esta disparidad no ha impedido el surgimiento de joyas como Arrugas, adaptación de la novela gráfica homónima de Paco Roca que dirigida por Ignacio Ferreras, deja atrás cualquier idealización para ofrecer una mirada más aterrizada en torno a las inquietudes que acompañan a la vejez. Para ello se centra en dos amigos que pasan sus días en una residencia de mayores, uno de ellos empieza a manifestar síntomas de Alzheimer, el otro hará todo lo posible por evitar su traslado a la planta de los desahuciados. Podría ser un drama puro y duro, pero adquiere un carácter entrañable porque el descabellado plan marca el inicio de una auténtica aventura que sacará a la dupla de la cotidianeidad que caracteriza sus vidas.

Las aventuras de Tadeo Jones (Dir. Enrique Gato, 2012)

La animación iberoamericana ha dejado personajes muy queridos a través de los tiempos, siendo Tadeo Jones uno de los más celebrados de los últimos años. Aunque muchos nos hemos referido a él como “el Indiana Jones español”, hace tiempo que el obrero convertido en arqueólogo salió de esta sombra para cimentar su propio legado. Uno cuyas bases se remontan al terreno del corto, pero que han ganado altura y fortaleza desde el mundo del largometraje. Dicho esto, es justo decir que hay un antes y un después de Las aventuras de Tadeo Jones, primer filme de la franquicia y que llevó a nuestro disparatado héroe a la gran pantalla, donde encontró el mejor tesoro de todos: el corazón de las audiencias. Ya lo dijo su creador y director Enrique Gato en entrevista, “es un personaje de la gente”.

Buñuel en el laberinto de las tortugas (Dir. Salvador Simó, 2018)

La vida y obra de Luis Buñuel ha sido motivo de análisis e interpretaciones, de elogios e incomprensiones, de estudios y revisiones. En cualquiera de los casos, una de sus exploraciones más singulares se dio desde el cine animado. Adaptación del cómic homónimo de Fermín Solís, Buñuel en el laberinto de las tortugas muestra al cineasta español durante el rodaje el rodaje de Las Hurdes, tierra sin pan. Más que una suerte de documental en torno al proyecto, el filme aprovecha la figura del siempre polémico director para encarar a la persona y al artista. Un enfrentamiento que arroja una serie de cuestionamientos éticos en torno a la humanidad y la creación. Y es que, ¿qué pesa más: las necesidades de la sociedad que se retrata o la producción que se proyecta en la pantalla? Su genialidad afianzó a Salvador Simó entre los grandes realizadores de nuestras industrias y puso la película a un paso de ser la representante española en la carrera por el Oscar internacional 2018. Estamos convencidos de que el objetivo se habría concretado en la mayoría de las ocasiones, pero le tocó encararse con otra obra cumbre como Dolor y gloria de Pedro Almodóvar.

Klaus (Dir. Sergio Pablos, 2019)

El buen cine navideño va más allá de la nieve, los árboles y las figuras vestidas de rojo. Requiere de una comprensión total del simbolismo de la que bien puede ser considerada la festividad más importante del mundo. Sergio Pablos lo entendió a la perfección y así lo demostró con Klaus, cuya mayor virtud fue humanizar la figura de Papá Noel para convertirlo en un personaje que decidió aislarse del mundo para escapar de su tormentoso pasado. Su redención, que abrirá paso al personaje que todos conocemos, llega desde la vía más improbable: con un arrogante cartero que encuentra la bondad en una suerte de exilio. Sus cualidades le llevaron hasta la nominación al Oscar, pero su mayor premio es la manera en que enamoró a un público que le ha posicionado como un título imprescindible en las fiestas decembrinas.

Unicorn Wars (Dir. Alberto Vázquez, 2022)

Psiconautas siempre ocupará un lugar de honor en la historia del cine español y en la flamante filmografía de Alberto Vázquez, pero si hay una película que marcó la consolidación del cineasta es Unicorn Wars. Con el cortometraje Sangre de unicornio como punto de partida, el realizador concibió una inquietante fábula que aborda algunas de las caras más obscuras del ser humano, como el belicismo, el fanatismo, la obediencia ciega y el odio que impera en el mundo. Mención aparte para este último, que se manifiesta entre los que son y piensan de manera diferente, pero también entre iguales. Todo esto plasmado en dos ositos cuyos lazos familiares no les han salvado de las rutas del resentimiento, el cual alcanzará su punto más alto cuando son reclutados para formar parte en la cruenta guerra ancestral contra los unicornios. Ganó múltiples reconocimientos y sobresalió por el carácter viral que alcanzó en redes sociales.

Robot Dreams (Dir. Pablo Berger, 2023)

Fiel a su título, Robot Dreams no ha parado de soñar desde su estreno. Ascendió como un título imprescindible de nuestras industrias en tiempo récord. Una hazaña nada sencilla y que puede atribuirse a una inusual combinación de factores: la emotividad de la obra fuente escrita por Sara Varon, las cualidades realizadoras de Pablo Berger, el talentoso equipo de trabajo que ensambló, y un revolucionario método de producción que incorporó algunos procedimientos de la acción real al campo animado. Fue así como se construyó una de las amistades cinematográficas más entrañables de todos los tiempos. Una de esas que van más allá de la simple camaradería para apoyarse en los lazos inquebrantables de la hermandad. Esto, sin dejar de lado las sensaciones agridulces ante las relaciones humanas que no paran de evolucionar. Un mensaje que le ha valido numerosos reconocimientos, incluyendo la nominación al Oscar. Uno de los filmes más sorprendentes de su tiempo, de esos que se ganan con justicia el estatus de clásico instantáneo.