El Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy ha anunciado los proyectos que formarán parte de su Residencia 2026. La selección incluye el proyecto de largometraje Condenaditos, dirigido por la boliviana Matisse González y coproducido por Studio Seufz (Alemania) e Ikki Films (Francia).

La obra se desarrollará en la mágica y oscura Bolivia, donde la vida de Kiki, junto a su madre maldita, Gema, se ve trastocada cuando se hace amiga de Domitilo, víctima de la dictadura local, quien la lleva a heredar misteriosamente la maldición de su familia. Al indagar en los secretos familiares, Kiki descubre el oscuro pasado de su abuelo y su participación en la dictadura boliviana. Desafiando las advertencias de su familia, Kiki secuestra a su abuelo y emprende un viaje con él para obligarlo a enfrentarse a Domitilo y pedirle perdón.

Esta poderosa historia no solo se apoya en las bases del realismo mágico, sino que también se inspira en las experiencias personales de la propia cineasta. Su fortísima carga dramática se refuerza con toques de humor que deambulan entre lo irónico y lo absurdo, y con un tratamiento estético altamente autoral. Por su parte, su mensaje de redención y reconciliación se alza con fuerza en un mundo segmentado por ideologías cada vez más extremas.

La selección refrenda un 2025 de ensueño para Condenaditos, que en 2025 pasó por encuentros clave para su realización, como Cartoon Movie y Weird Market. Ahora las Residencias de Annecy concederán a su realizadora la oportunidad de pasar tres meses inmersa en un entorno altamente creativo y con el respaldo de mentores y equipos de CITIA para trabajar en su universo gráfico.

El título también refrenda la buena racha de la animación iberoamericana en el programa, recordando que Kolaval de Karla Velázquez, Insectario de Sofía Carrillo, O Reino dos Pássaros de Wesley Rodrigues y Hanta de Emilio Ramos han formado parte de selecciones previas. Una prueba irrefutable del enorme talento animado que impera en nuestra región.

Otros proyectos seleccionados

El programa contó con 52 proyectos inscritos, procedentes de 29 países del mundo, destacando que el 42% de ellos está liderado por mujeres. Al final, la selección 2026 de las Residencias de Annecy está integrada por Condenaditos y complementada por dos obras más.

La primera es All the Heaven’s Doors, escrita por los iraníes Raha Amirfazli y Armin Rangani, y dirigida por este último. Nos traslada a la Persia del siglo XVIII. En la brutal conquista de una ciudad que albergaba al rey caído, todos los hombres quedan ciegos. Las mujeres se encuentran entre hombres que ya no pueden ver. Ahora, libres de tradiciones y opresiones pasadas, construyen una utopía. Engañan a los recaudadores de impuestos del rey en sus visitas mensuales usando hiyab y escondiéndose detrás de los hombres ciegos, que ahora son meros cascarones de lo que fueron. La utopía prospera hasta que un ingenuo recaudador de impuestos se ve retrasado por una tormenta y los toma por sorpresa.

La segunda es Todo viene del agua, del francés Gustavo Almenara. Una producción con mucha esencia iberoamericana que nos traslada al año 1957, a un barrio pobre de Caracas, donde el joven José se percata de una realidad plagada de injusticias en un país donde la riqueza afluye. Se involucra profundamente en la lucha revolucionaria y se esfuerza por transformar la sociedad venezolana. Sesenta y cinco años después, José le cuenta sus recuerdos a su nieto francés de 12 años, Alessandro, quien desconoce por completo Venezuela.

Sobre la selección, el comité responsable enfatizó que “en una sociedad donde la historia se repite constantemente, no sorprende ver surgir proyectos que cuestionan el pasado tanto como iluminan el presente. Aunque a veces oscuros, o llenos de rebeldía y esperanza, estos proyectos abordan con compromiso los problemas sociales, además de ofrecer narrativas únicas y provocativas.

“Estos tres proyectos, que oscilan entre la memoria y el conflicto, la violencia y la esperanza, se niegan a ceder al fatalismo y revisitan fragmentos de la vida y la historia a su manera única. Utilizando una variedad de formas y estéticas, demuestran una vez más el poder expresivo del cine de animación.

“Por lo tanto, el comité de selección quiso presentar proyectos impulsados por una sólida visión artística y un profundo compromiso. Más allá de su dimensión creativa, estos proyectos cuestionan con audacia nuestro mundo, reflejando una escala temporal más amplia donde se entrelazan temas recurrentes, el patrimonio y las problemáticas humanas persistentes”.