La animación iberoamericana atraviesa un gran momento, pero para garantizar que el futuro sea aún más brillante es necesario apoyar el talento emergente que se cosecha en todo el bloque. Por esto mismo volteamos al 2024 para repasar algunas de las grandes obras de escuela vistas a lo largo del año y para celebrar a los estudiantes de animación que las han hecho posible.

Vale la pena aprenderse sus nombres y seguirlos muy de cerca, ya que estos y otros jóvenes talentos prometen dar muchas alegrías a nuestras industrias en los años venideros.

Antonio Lomas (Cuando llegue la inundación, España)

Coronarse en uno de los festivales estudiantiles más prestigiosos del bloque, como es el caso de Prime the Animation!, es algo que no debe tomarse a la ligera. Menos aún cuando la victoria se concreta con una obra dotada de una gran complejidad narrativa. Tal es el caso de Antonio Lomas, cineasta detrás del Cuando llegue la inundación con el que plasma muchas de las inquietudes que aquejan a los artistas en un mundo que no siempre entiende las necesidades de quienes recurren al arte para expresarse a sí mismos. Además del certamen estudiantil, la obra realizada por el estudiante de la Universitat Politècnica de València ha pasado por otros encuentros de máxima categoría como Alcine y Sitges donde celebró su estreno mundial.

Denis Souza (Carcinização, Brasil)

Triunfar en el panorama animado contemporáneo nunca es sencillo. Denis Souza, sin embargo, lo ha logrado con creces con Carcinização, un logro mayor cuando consideramos que se trata de un cortometraje de graduación realizado en la Universidade Federal de Pelotas. La obra centrada en tres amigos que atraviesan un periodo de cambio en sus vidas empezó su recorrido en 2023 y acumula un par de años brillando en los más diversos eventos, incluyendo Animage, Anima Latina y Lanterna Mágica, por nombrar algunos. Mención aparte para su carácter de finalista de la categoría Mejor cortometraje de escuela en los Premios Quirino, con el que se posicionó entre los títulos más destacados de nuestras industrias.

Christian Arredondo, Diego Alonso Sánchez de la Barquera Estrada (Nube, México)

Guillermo del Toro siempre ha exaltado la importancia de la Beca Animexico que permite estudiar animación en Gobelins. El 2024 nos dio un nuevo gran caso de éxito con Christian Arredondo, acreedor al privilegio en 2018, y quien junto al igual de talentoso Diego Alonso Sánchez de la Barquera Estrada, dirigió uno de los cortos más entrañables de los que tengamos memoria. Y es que Nube, más que otra historia de padres e hijos, es una hermosa metáfora sobre la madurez, las enseñanzas que brinda el sufrimiento y el saber dejar ir. El talento de la dupla les hizo volar alto, en un recorrido que incluyó algunos de máxima jerarquía y que llevó hasta la calificación al Oscar.

Diana Rodrigues (52 Hz, Portugal)

Si la animación portuguesa ha alcanzado una edad de oro que parece no tener fin se debe en buena medida a las distintas iniciativas que exaltan y promueven a los jóvenes talentos. Entre los más sobresalientes figuran los Prémios Sophia Estudante, que llevan el máximo galardón del cine luso a los cineastas emergentes en distintos formatos. Un honor que en la rama animada fue para 52 Hz, que dirigido por Diana Rodrigues de la Universidade do Algarve, parte del caso de la denominada ballena más solitaria del mundo para plasmar la inmensa soledad que aqueja a tantas personas y que contrasta con la necesidad humana de socialización. Un mensaje poderoso que acompañado por una interesante propuesta estética se ha alzado como un cortometraje imperdible. Su victoria le valió la nominación a los Prémios Sophia, sin olvidarnos que fue finalista en la terna estudiantil del Prémio Nacional da Animação.

Ezequiel Garibay, Sara António (El ombligo de la luna, México, Portugal)

Gobelins es una de las mejores escuelas de animación en todo el mundo y con ello, uno de los máximos semilleros de talento. Uno que en 2024 nos introdujo con la portuguesa Sara António y el mexicano Ezequiel Garibay, responsables junto con Julia Grupińska, Bokang Koatja y Tian Westraad de El ombligo de la luna. Su historia, empapada en igual medida de emotividad y mexicaneidad, le ha alzado como uno de los cortos estudiantiles más memorables de los últimos tiempos. Uno que brilló en algunos de los festivales más prestigiosos del orbe y que si bien se quedó a un paso de la gloria en los Student Academy Awards que sellan la calificación al Oscar, cerró el 2024 con la nominación a los Annie Awards que le afianzan en lo más alto de la industria global.

José Prats (España)

La experiencia de José Prats incluye múltiples cortometrajes, entre los que sobresale Umbrellas que le valió la nominación al Goya. El español, sin embargo, no deja de manifestar sus deseos de aprender más sobre el siempre fascinante arte animado y así lo ha demostrado en los últimos meses tras su paso por The National Film & Television School en donde gestó el que parece destinado a ser uno de los puntos más altos de su carrera. Adiós, sobre un padre que lidia con las emociones de saber que su hijo partirá al extranjero, ha pasado por certámenes de máxima jerarquía como Annecy, San Sebastián y Zagreb, para cerrar su 2024 por todo lo alto con una nominación a los Annie Awards.

Pablo Río, Leyre Zapata, Aitor Olano y Bruno Santoro (La gran cita de Conej, España)

Los clásicos nunca pasan de moda. Si de animación se trata, el cuarteto integrado por Pablo Río, Leyre Zapata, Aitor Olano y Bruno Santoro de DigiPen Europe-Bilbao lo ha demostrado hasta el cansancio con La gran cita de Conej. La primera entrega de su colección en desarrollo, brillantemente titulada Chuminada animadas, acaparó incontables reflectores en 2023 y continuó con su exitosísimo camino en 2024. La popularidad continuará creciendo en 2025 con su inminente salto a YouTube. No será el único estreno, ya que la estupenda inercia ha sido bien aprovechada para la realización de su nueva obra, Con rieles y a lo loco que debutará en el mismo año.

Paola Cubillos (La fuga, Colombia)

Stop motion y animación experimental. Paola Cubillos ha unido lo mejor de dos mundos para cimentar las bases de una filmografía sumamente prometedora y que ya empieza a hacerse realidad. Así lo ha demostrado con La fuga, que protagonizada por dos personajes que cohabitan en un mismo espacio sin verse, aborda temas complejos como la identidad, la memoria y el conflicto interno. Una labor sobresaliente que le valió el triunfo en los Premios Quirino en la terna de Mejor cortometraje de escuela. Fue coproducida por KASK & Conservatorium Hogeschool Gent y Vrije Universiteit Brussels.

Pedro Nel Cabrera (Memorias del tapir, Colombia)

Hacerse con un puesto en la carrera por el Oscar no es cosa fácil. Menos aun cuando el objetivo se concreta con una obra estudiantil. Pedro Nel Cabrera lo hizo posible, sin embargo, con Memorias del tapir. El cortometraje de producido en Suiza por la Lucerne University of Applied Sciences and Arts, pero plagado de identidad iberoamericana, nos traslada a una comunidad amazónica cuya tranquilidad es profanada por la violencia. Una dura representación de la situación que aqueja a tantos países del bloque, y que aunada a la gran calidad artística y narrativa de la obra, nos deja ver que estamos ante un talento emergente que dará muchas satisfacciones a nuestras industrias.

Yuliana Brutti (La bolsita de agua caliente, Argentina)

El 2024 ha sido un año complejo para la animación y toda la cultura argentina. Por esto resulta especialmente gratificante ver que ni siquiera los obstáculos enfrentados han impedido el surgimiento de nuevos talentos dentro del país sudamericano. Quizá el caso más destacado sea el de Yuliana Brutti, directora de La bolsita de agua caliente y cofundadora de Pururú Studio. El cortometraje producido por el Centro Experimental de Animación de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba estrenó en un marco inmejorable como el BAFICI y desde entonces ha pasado por incontables encuentros de máxima jerarquía, acumulando además numerosos galardones en el camino. Ni qué decir del estudio, que cofundado por Carolina Vignolo, Federico Verdier, Mar Civetta, Poli Verrua y la propia Yuliana Brutti, parece destinado a convertirse en uno de los máximos referentes del stop motion iberoamericano.