Los comics nos han dado algunos de los personajes más importantes en toda la historia de la ficción. Si de superhéroes se trata, ninguno tan celebrado como Batman.

Creado por Bob Kane y Bill Finger, el caballero de la noche ha sido motivo de adoración y culto desde 1939, año que marcó su primera aparición y con la que empezó su incansable lucha contra el mal. Una que le ha llevado por todo tipo de aventuras en distintos formatos, empezando por el impreso para luego saltar a las series y el cine, tanto en animación como en acción real. Un viaje que ha inspirado toda clase de reacciones por parte de las audiencias, desde el clásico coleccionismo hasta inspiración en revueltas sociopolíticas.

¿Ya disfrutaste del murciélago en sus comics y adaptaciones? Te dejamos seis producciones de animación iberoamericana que deber ver si te gusta Batman.

Villanos (Dir. Alan Ituriel, México)

Si Batman se ha convertido en uno de los superhéroes más celebrados en toda la historia del cómic no es sólo por su naturaleza, sino también por su impresionante catálogo de adversarios. Joker, Catwoman, The Penguin, Two-Face, The Riddler, Poison Ivy, Bane… una lista interminable que ha sido determinante para más de 80 años de emociones que no hacen sino ir en aumento. ¡Incluso hay quienes aseguran que la popularidad del encapotado realmente se debe a sus oponentes! No lo sabemos con certeza, pero de lo que sí estamos convencidos es que todos aquellos que gustan de los guerreros del mal disfrutarán con Villanos. La serie creada por Alan Ituriel se ha convertido en una de las mayores historias de éxito de la animación iberoamericana con sus alocados personajes dispuestos a todo por crear un mundo más vil. Un objetivo que, admitámoslo, suena muy gótico. De hecho, su creador realizó un híbrido entre ambas obras, con Dr. Flug como Scarecrow, Demencia convertida en Harley Quinn y 5.0.5. en el papel de Bane. Un crossover de ensueño que nos pone a pensar si estos personajes tendrían lo necesario para poner en jaque al encapotado nocturno… no lo sabemos, pero nos atrevemos a decir que quizá serían los únicos capaces de sacar una risa al siempre serio vigilante.

Tierra de rufianes (Dir. Federico Moreno Breser, Mariano Hueter, Argentina) / El paraíso (Dir. Federico Moreno Breser, Fernando Sirianni, Argentina)

Gotham, hogar del Batman, es más que una ciudad, es todo un personaje. Su posicionamiento como la urbe fantástica más famosa del cómic, va más allá de su infraestructura y apunta directamente a muchos de sus elementos más oscuros. Una noche perpetua que ha favorecido el hervidero del mal y un sistema fallido ante la corrupción y la alta criminalidad. Estas características, tan bien conocidas en la actualidad, fueron plasmadas de lleno en la serie Tierra de rufianes y el largometraje derivado El paraíso. La primera se centra en una familia de delincuentes; la segunda en la trata de blancas. Duros reflejos de Rosario de inicios de siglo XX y que a su vez plasman una serie de problemas sociopolíticos que se mantienen hasta nuestros días. No sólo en la ciudad argentina, sino en todos los rincones del mundo. Lástima que en la vida real no contamos con murciélagos que nos protejan de las amenazas que acechan en la noche.

Vigía Planetario (Dir. Daniel Duche, Argentina)

“Al Vigía Planetario lo hice pensando en un Fantasma del Espacio o un Birdman”, explica su creador Daniel Duche [vía], “un tipo que está en un lugar, medio bombero, le llega un alerta, va y resuelve un problema y vuelve”. Esta descripción también aplica para un héroe como Batman, quien debe compaginar su labor como vigilante con su faceta de empresario multimillonario. A esto sumemos que ambos guerreros se han enfrentado a los más diversos adversarios; sus hazañas han sido aprovechadas para toda clase de críticas sociopolíticas; y los dos resguardan sus identidades bajo un manto oscuro que les da un aire de misterio. Quizá la mayor diferencia sea que Vigía Planetario es personaje de naturaleza cósmica, mientras que Batman es más bien terrenal, aunque tampoco está de más olvidar que el murciélago ha librado incontables batallas interestelares como miembro de Justice League. Diferencias y similitudes aparte, hablamos de dos nobles guerreros que en cada aventura nos han puesto a soñar con la posibilidad de un mundo mejor.

Kali, le petit vampire (Dir. Regina Pessoa, Portugal, Francia, Canadá, Suiza)

“La oscuridad da forma a todas las cosas”, explica el protagonista de este cortometraje al tiempo que aprovecha la luna para crear toda clase de siluetas con las manos, “a los animales, las personas, la luna y a mí”. Es así como conocemos a Kali, un niño vampiro ansioso por una vida normal, un deseo imposible por su propia naturaleza. Algo que invariablemente remite a Bruce Wayne, cuya infancia le fue arrebatada tras el asesinato de sus padres. Dos criaturas de la noche obligadas a moverse entre las sombras, lo que invariablemente les condena al miedo y la incomprensión ajena. Algo injusto cuando recordamos que los dos son capaces de llegar hasta las últimas consecuencias para garantizar el bienestar de otras personas. Como toque final, el comodín que juega un papel fundamental en sus respectivas historias: el villano insignia del murciélago; el naipe rescatado y resguardado por el vampiro. En ambos casos, un símbolo que funge como recordatorio de una humanidad perdida casi por completo, pero nunca del todo. Una chispa de esperanza en medio de la oscuridad.

Batman Azteca (Dir. Juan José Meza-León, México)

Todavía no tiene trailer ni fecha de estreno confirmada, pero Batman Azteca: Choque de Mundos se perfila desde ahora como la gran alternativa gótica de la animación iberoamericana. Dirigida por Juan José Meza-León, un especialista en murciélagos tras la dirección de la serie Harley Quinn, y producida por Ánima Estudios para Max, se trata de una película que traslada los orígenes del murciélago al epicentro del imperio azteca. Es así como conoceremos a Yohualli Coatl, hijo de una poderosa familia, hasta que Hernán Cortés asesina a sus padres en su travesía. El aquejado joven intentará advertir a Moctezuma del peligro que se avecina, pero en el camino ingresará al templo del dios murciélago Tzinacan, donde se convertirá en un feroz guardián nocturno. Una de las reinvenciones más arriesgadas en toda la historia del vigilante. ¡Contando los días –o quizá deberíamos decir las noches– para su estreno!