La animación y los videojuegos son industrias hermanas, pero si de retos se trata, cada uno enfrenta sus propias complicaciones y estigmas. Hemos hablado mucho de la primera, enfoquémonos en la segunda: un sector señalado que no siempre cuenta con los respaldos necesarios y que es continuamente señalada por sus presuntos males, mientras que sus numerosos beneficios son ignorados. La Asociación Española de Videojuegos (AEVI) es conscientes y ha publicado una carta a las autoridades de su país para cambiar el panorama.

Para ello, la entidad ha publicado una lista de prioridades y propuestas para mejorar el papel de España en el la industria del videojuego europeo. Éstas incluyen:

Una mayor competitividad industrial y creativa. Lo que implica contar con un sistema fiscal español similar al de otros países europeos que permita a España situarse a su mismo nivel, y atraer inversión local e internacional para este sector. Un aumento de las partidas económicas específicas de subvenciones a la industria a nivel nacional en los Presupuestos Generales del Estado. Otorgar mayor seguridad jurídica en la inversión extranjera y fomentar un ecosistema favorable para la misma.

Regulación en armonía con Europa. Gran parte de la futura legislación que afecta al sector del videojuego viene o vendrá de Europa. Para garantizar que España no se sitúe en una situación de desventaja respecto al resto de países de su entorno, es imprescindible que su adaptación al marco jurídico nacional se haga de manera armonizada y protegiendo los intereses de los consumidores.

Consumo accesible y responsable. Los beneficios derivados del uso responsable de los videojuegos son a veces opacados por mensajes negativos. Para cambiar el panorama es imprescindible retirar los videojuegos del Plan nacional contra las drogas y crear programas docentes que fomenten la gamificación.

Aprovechamiento, potencial de empleabilidad. El sector del videojuego se caracteriza por contar con una alta tasa de inserción laboral y por ofrecer un tipo de empleo de calidad sobre todo entre los jóvenes, pero hay brechas que deben ser erradicadas. Para ello se debe ampliar el catálogo en Formación Universitaria y Profesional, apoyar proyectos de visibilización de mujeres y diversidad, e impulsar eventos de carácter internacional.

Los principales argumentos de la AEVI parten del hecho de que el videojuego es actualmente la industria cultural que más crece económicamente y con previsión de seguir por la misma senda en los próximos años. Según datos incluidos en el Anuario 2022 de AEVI, el sector del videojuego facturó 2.012 millones de euros, superando a otras industrias culturales como el cine, la música o las artes escénicas juntas y consolidándose en una de las principales opciones de ocio en nuestro país con más de 18 millones de jugadores. Se trata, además, de una industria cultural e innovadora con un tipo de empleo de calidad, sobre todo entre la gente joven, lo que le permite tener una alta tasa de inserción laboral.

También que la Unión Europea se ha marcado como objetivo que los videojuegos formen parte del patrimonio cultural del continente. Una oportunidad que España debe aprovechar, además, para posicionarse como hub europeo del videojuego, lo que a su vez podría tener consecuencias positivas para toda Iberoamérica.