Entender la animación portuguesa sin Regina Pessoa es una labor virtualmente imposible. La creativa acumula casi 30 años en la técnica, 20 de ellos como directora, primordialmente de cortometrajes. Muchos de estos han alcanzado el estatus de clásicos y le han valido todo tipo de premios y reconocimientos alrededor del mundo. Es turno de sumar uno de los más importantes a esta extensa lista, el Prémio Bárbara Virgínia con el que la Academia Portuguesa de Cinema reconoce a las mujeres que han hecho una contribución notable al cine portugués.

El reconocimiento le será otorgado el 4 de noviembre en la Cinemateca Portuguesa ubicada en Lisboa. El homenaje será complementado por la proyección de cuatro cortometrajes que la convirtieron en una de las grandes exponentes de la animación lusa e iberoamericana: A Noite (1999), Histoire tragique avec fin heureuse (2005), Kali, le petit vampire (2012) y Tio Tomás, A Contabilidade dos Dias (2019).

La elección de Regina Pessoa al Prémio Bárbara Virgínia no es casualidad. Por un lado, la animación lusa ha brillado con especial fuerza en este 2022 y es comprensible que la Academia quiera aprovechar esta buena inercia para rendir homenaje a una de las figuras más sobresalientes en su industria y cuya labor ha sido decisiva para el auge actual.

A esto sumemos sus aportaciones a la promoción animada dentro de la cultura portuguesa. Con la realización de títulos que hoy forman parte del Plan Nacional de Cine y como tal son objeto de estudio entre niños y jóvenes. También con la labor conjunta con Abi Feijó para impulsar la Casa Museu de Vilar dedicada al cine de animación y la imagen en movimiento.

Finalmente, por el prestigio mundial con el que cuenta. Esto le ha llevado a ser reconocida por festivales de clase mundial como Annecy y a ser invitada a ser miembro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos.

El Premio Bárbara Virgínia es un merecido reconocimiento a una realizadora decisiva en la historia de la animación iberoamericana como es el caso de Regina Pessoa. También un impulso importante a su continuo esfuerzo. Y por supuesto, un estupendo preámbulo de cara a su próximo proyecto As Caras da Mãe. ¡Gracias por tanto y que continúen los logros!