La animación portuguesa continúa imparable. La nueva manifestación de su gran calidad se ha dado en los Prémios Sophia 2024 otorgados por la Academia Portuguesa de Cinema para reconocer lo mejor del audiovisual luso y que dejaron cuatro estatuillas para la industria animada del país europeo. Tres de estas victorias, hay que enfatizarlo, provienen de categorías generalistas.

La estatuilla a Melhor Curta-Metragem de Animação fue para Sopa Fria, cuyas cualidades narrativas y artísticas han dado numerosas satisfacciones al equipo de producción encabezado por Marta Monteiro. Ésta es sin duda una de las más importantes, pues lo ponen a la par de algunos de los grandes cortometrajes animados en la historia del cine portugués, un mérito mayor si recordamos el calibre de los artistas que han pasado por este formato.

Pasando a las ternas generalistas, Nayola de José Miguel Ribeiro nos concedió una de las mayores alegrías de la ceremonia tras alzarse con el Sophia a Melhor Argumento Adaptado. Uno de los premios más destacados de la noche y que representa uno de los principales logros en el impresionante palmarés del filme. Por su parte, Os Demónios do Meu Avô de Nuno Beato hizo un doblete muy musical al coronarse en las ternas de Melhor Canção Original y Melhor Banda Sonora Original.

Así queda el palmarés animado de los Prémios Sophia 2024:

Melhor Curta-Metragem de Animação
Sopa Fria (Dir. Marta Monteiro)

Melhor Argumento Adaptado 
Nayola (guion de Virgilio Almeida, adaptado a partir de A Caixa Preta de Mia Couto y José Eduardo Agualusa)

Melhor Canção Original 
Os Demónios do Meu Avô (“Caretos”. Letra: Possidónio Cachapa / Música: Carlos Guerreiro / Interpretação: Gaiteiros de Lisboa)

Melhor Banda Sonora Original 
Os Demónios do Meu Avô (Compuesta por Manuel Ribeiro y Gaiteiros de Lisboa)

Estos Prémios Sophia 2024 serán una motivación importante para los cineastas, algunos de los cuales ya trabajan en sus próximos proyectos animados. Tal es el caso de A Flor e o Piexe de José Miguel Ribeiro y Speranza de Nuno Beato que estarán presentes en Annecy 2024.

Serán también una nueva inyección de adrenalina para una animación portuguesa que no deja de crecer y de soñar. Satisfacciones que se remontan a los primeros pilares de la industria lusa, que continúan con los artistas contemporáneos y que ya empiezan a extenderse hacia los jóvenes talentos.

Y por supuesto, los galardones también deben verse como una declaración de intenciones por parte de la Academia Portuguesa de Cinema, que de este reconoce que la animación es cine. Aún quedan cosas por hacer por parte de la institución, pero los esfuerzos están ahí. Pasos decisivos para un cine animado luso que promete continuar dando muchas alegrías a nuestras industrias.