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Oscar 2022: Indignación de la industria animada tras ser encasillada para niños

Representantes de la técnica de todo el mundo han manifestado su malestar a la Academia.

27 de marzo de 2022
Por Staff
Oscar 2022: Indignación de la industria animada tras ser encasillada para niños
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La 94ª edición de los Premios de la Academia estuvo marcada por la polémica. Eso incluye a la animación que, con más de un siglo de existencia y tras casi nueve décadas compitiendo en el certamen, sigue encasillada como un cine exclusivo para niños y que apenas es soportado por los adultos.

Irónicamente, todo empezó bien, con The Windshield Wiper ganando el Oscar a Mejor cortometraje animado y su director Alberto Mielgo asegurando que “la animación para adultos es un hecho, está pasando, llamémosle cine”. No pasó mucho para que los organizadores manifestaran su sentir. Todo esto, hay que recordarlo, tuvo lugar antes de que iniciara la transmisión.

Los problemas empezaron con el discurso de apertura en el que la anfitriona Amy Schumer confesó no haber visto muchas películas durante la pandemia, “pero tengo un niño pequeño, así que he visto Encanto 190 veces. Inspirador, ¿no?”. 

Palabras fuera de lugar, pero que podían ser perdonables al darse en un punto de la ceremonia sustentado en el humor y la mofa. Más grave fue cuando Halle Bailey, Lily James y Naomi Scott subieron al escenario para presentar la terna a Mejor película animada. Primero por el encasillamiento al tratarse de actrices que han interpretado las versiones de acción real de princesas Disney, lo que además fue enfatizado ante el micrófono. 

Esto cuando Bailey dijo que “las películas animadas constituyen algunas de nuestras experiencias cinematográficas más formativas cuando somos niños”. James coincidió al asegurar que “muchos niños ven estas películas una y otra vez”, a lo que Bailey agregó «y una y otra y otra y otra y otra vez”. Y para la estocada Scott: “veo que algunos padres saben exactamente de lo que estamos hablando”.

El estigma ya es grave por sí solo y se torna todavía más preocupante si consideramos que el propio Oscar ha nominado varios títulos animados destinados a un público adulto. Sólo en esta edición podemos enlistar a Flee, así como a los cortometrajes Bestia y The Windshield Wiper. Por esto mismo no pasó mucho tiempo para que la comunidad animadora de todo el mundo recurriera a las redes sociales para manifestar su descontento.

Uno de los primeros en alzar la voz fue el cubanoamericano Phil Lord, productor de The Mitchells vs the Machines (2021) y Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018), y quien ironizo al declarar “súper genial el posicionar la animación como algo que los niños ven y los adultos tienen que soportar”.

John Cohen, productor de Despicable Me (2010) y Angry Birds (2016) coincidió al considerar que “las películas animadas también son para adultos”

La story artist Kaitrin Snodgrass se dijo “seriamente enojada porque mantuvimos las luces encendidas para Hollywood y todavía nos hacen sentarnos en la mesa de los niños” y criticó además que “¿NI UNA PALABRA, sobre cómo seguimos trabajando de forma remota durante el confinamiento? Bueno”.

Mientras que la animadora y guionista Lauren Faust consideró que “todos los snobs de la real tendrían que PASAR TIEMPO con sus hijos si no nos esclavizáramos creando contenido que ellos quieren ver una y otra vez. Si la animación es tan intolerable, ¿por qué no llevas a tu hijo al parque durante 90 minutos? Firmado, Mamá Animadora”.

Estos son solo algunas de las incontables muestras de desencanto y frustración de una industria que ha trabajado hasta en cansancio para romper los viejos estigmas y que no deja de topar contra un muro. Después de todo, si una de las máximas entidades de la cinematografía mundial es incapaz de entender que la animación no es sólo para niños, ¿cómo esperar que el grueso de las audiencias asimile la idea? Sólo queda seguir trabajando para erradicar estas nociones para siempre.