La animación se ha hecho presente en la primera edición del Festival de Cine Cumbe San Agustín (Venezuela). Esto luego de que la cinta venezolana Kaporito: El guardián de la montaña (2021) de Viveca Baïz fuera reconocida con una mención especial “por su lograda animación ejecutada por una estética acertada y una emoción sincera en defensa de la naturaleza”.

Se trata de un musical animado realizado en 2D y 3D, y enfocado primordialmente al público infantil. Relata la historia de un oso frontino, también conocido como oso de anteojos, jukumari, ukuku o ukumari, que debe emprender un viaje de regreso a casa ubicada en la cordillera de los Andes luego de que sus padres son asesinados por un cazador. Un viaje difícil por los distintos problemas que aquejan a la región, como son la tala y la quema de árboles.

No es el primer reconocimiento obtenido por la película, que ya ganó Mejor guion en el Festival de Cine Iberoamericano de Caracas y Mejor música original en el Festival de Cine Venezolano. A esto sumemos el importante recorrido del film por distintos países iberoamericanos y que recientemente se ha extendido por muchos otros territorios.

No nos olvidemos de la importancia de su mensaje que, aunado a una serie de sucesos del mundo real, ha ayudado a crear esperanza entre los protectores del único oso autóctono de Sudamérica. Su estreno nacional prácticamente coincidió con la noticia de que dos cachorros de oso frontino habían sido vistos en una zona montañosa de Venezuela, lo que propició la creación de un nuevo parque nacional cuyo objetivo es la protección de la especie y su hábitat.

Es así como Kaporito: El guardián de la montaña levanta la mano para demostrar la calidad y el potencial de la animación venezolana ante los ojos del mundo entero. Y dicho sea de paso, para generar conciencia entre las audiencias.