Lo de Carmen Córdoba no deja de sorprender. Con apenas dos cortometrajes, se ha convertido en una de las cineastas más destacadas de la animación española e iberoamericana. Ganó de todo con su obra debut, Roberto. Todo apunta a que Amarradas seguirá una ruta similar. Así lo sugiere su triunfal recorrido, que ahora incluye un doblete en uno de los eventos más importantes de la región como es el Festival Internacional de Cine de Huesca.

El corto fue acreedor a una Mención especial por parte del jurado, así como al Premio del público. Aunque ambos tienen un gran valor, este último reconocimiento es especial, pues refleja la conexión de la obra con las audiencias. Una que no debemos perder de vista, especialmente al tratarse de un trabajo tan profundamente personal.

Según la sinopsis oficial de Amarradas, “Madre e Hija están amarradas de por vida por un vínculo eterno que sana y que hiere, y que se perpetúa cuando Hija se convierte en Madre”. Pero si vamos más allá, Carmen Córdoba describe su historia como “una canción de amor para mi madre […]. Viene de una vivencia personal en la que me convertí en madre e hija y al poco tiempo, mi madre me dijo que tenía un cáncer terminal y cómo los momentos vitales opuestos se solaparon en el tiempo y me removieron todo. Y de ahí salieron muchas reflexiones sobre la maternidad unida desde puntos de vista muy diferentes”.

La buena recepción de Amarradas invita a pensar que no pasará mucho para que la artista concrete sus intenciones de llevar esta obra al largometraje. De momento, su debut en el formato se dará con Un mundo propio, que producido por Nico Matji, se encuentra en fase de desarrollo.

Pero no nos adelantemos tanto que Carmen Córdoba todavía tiene un importante camino por recorrer con su corto. Este incluye muchos festivales de alto impacto, así como la búsqueda del Oscar tras hacerse con la preselección en Animayo. Seguiremos pendientes del viaje que promete dejar muchas glorias.