“Son los mejores fans de Flow en el mundo”, aseguró el director Gints Zilbalodis previo a la proyección de su película en el Zócalo de la Ciudad de México. “Muchas gracias, México, es maravilloso estar aquí”.

Fue así como el ganador del Oscar expresó su aprecio al público mexicano, que ha aprovechado cada oportunidad para externar su amor por el largometraje y que ha dado la segunda mejor recaudación a escala global, solo por detrás de Francia. La historia de amor entre el gato y las audiencias del país norteamericano continuó durante el evento especial que conmemoró el Día de la Niña y el Niño, y que reunió a más de 15,000 personas.

La proyección de la película estaba contemplada para las 19:00 hrs., pero el aforo estaba completo desde una hora antes. No menos destacado es que, si bien el evento fue contemplado para celebrar a los más pequeños, entre los asistentes había familias completas, adolescentes, adultos, y adultos mayores, en una prueba irrefutable de que el arte animado es para todos. ¡Incluso había personas con mascotas!

Esta diversidad no pasó desapercibida para Gints Zilbalodis, quien exaltó que “de verdad, esta es la mejor forma de ver la película: todos juntos, superando las diferencias y trabajando por un bien mayor”.

 

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El cineasta tampoco pudo ocultar su emoción al momento de recordar que “Flow es una película sobre un gato, pero también es mucho más que eso. Es una historia muy personal para mí. La hice con un equipo muy pequeño y estar aquí frente a tantas personas es de no creerse. Verlos a todos ustedes aquí es abrumador. He tenido un recibimiento asombroso en México. Recordaré este momento por el resto de mi vida. Este es un lugar, de verdad, muy especial”.

Por su parte, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, agradeció al director letón bajo el argumento de que “usted, con su arte, nos recuerda que con ternura se puede transformar este mundo y que una historia sin palabras lo puede decir todo. Y a ustedes, niñas y niños, los invito a seguir soñando, a imaginar y a sentir, porque los sueños que tengan hoy pueden cambiar este mundo el día de mañana”. Esto, momentos antes de hacerle entrega de una figura de gato realizada en arte huichol.

Más que una simple proyección, lo vivido en el Zócalo fue la confirmación de que Flow se ha convertido en un fenómeno cultural en México. El cariño del público ha convertido a esta película en una de las más queridas del año y de todos los tiempos, consolidando además al país como un territorio clave para el arte animado a escala global.