El lenguaje de los pájaros es una película mexicana de animación dirigida por Cynthia Fernández Trejo y que mezcla fantasía y terror con el fin de contar una historia que ahonda en temas como la ausencia, el abandono y la invisibilización de las infancias. Todos resuenan profundamente dentro de la sociedad mexicana y latinoamericana, pero tienden a ser evitados en las historias dirigidas a los niños.

Nos introduce con Natalia, una niña amante de los pájaros, que acaba de llegar con su madre a un pueblo en el que algo muy extraño está pasando: no hay un solo niño y parece que los adultos de este lugar no pueden verla. Tras una inquietante búsqueda, descubrirá que en lo profundo del bosque hay una cueva habitada por los niños que fueron olvidados. Aparentemente, viven asediados por una temible criatura conocida como el Devorador. Para poder salvarse de ser olvidada también, tendrá que descubrir los oscuros secretos que se esconden en dicha cueva, y descifrar uno de los misterios más importantes: el lenguaje de los pájaros.

Basta esta sinopsis para darnos cuenta que es una película diferente a lo que estamos acostumbrados. También una profundamente necesaria. Tú puedes ayudar a que se haga realidad.

La película ha recibido distintos apoyos a lo largo de su proceso de producción. Esto incluye la beca de Jóvenes Creadores del FONCA, el apoyo a desarrollo de proyectos por parte del IMCINE, así como un par de ayudas de FOCINE. Esto sin olvidarnos de sus dos pasos por Animation! en Ventana Sur, el primero en 2021 en las Pitching Sessions y el más reciente en 2023 en la sección Work in Progress. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para que pueda hacerse realidad.

A pesar de estos importantes respaldos, el proyecto aún está en busca de aliados y coproductores que completen el presupuesto con el que terminar la producción en 2025. Un esfuerzo que va por buen camino, pero que de igual manera requiere del apoyo de todos los amantes de la animación y de las buenas historias para poder sostener la producción durante el primer semestre del 2024. Es decir, mientras se alcanzan los apoyos de coproducción y producción para finalizar la obra. Para ello se ha iniciado una campaña de Kickstarter cuya recaudación será destinada en su totalidad al trabajo de los animadores. La ayuda permitirá continuar durante el tiempo mencionado, sin entrar en pausas de ningún tipo y así alcanzar la meta de estrenar en 2025.

 

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Toda ayuda será bienvenida. Para agradecerla, la producción ha ideado todo tipo de recompensas que van de postales, llaveros, tazas y totebags a flipbooks, libros de arte, acuarelas y hasta clases. También hay posibilidad de mención en los créditos finales e incluso acreditación de productor ejecutivo.

¿Por qué apoyar?

De acuerdo, las recompensas están muy bien, pero hay muchas otras razones para respaldar un proyecto de este tipo. Primero, para apoyar al enorme talento de los artistas y animadores que han trabajado en él por más de tres años. Un grupo de jóvenes cuya visión no solo resuena con el tipo de película, sino que permite expandir las posibilidades artísticas y técnicas del proyecto.

Esto incluye a La Endina Remolona, un colectivo de artistas visuales que desde el 2014 trabaja animación tradicional y experimental con un enfoque artístico. Ha recibido reconocimiento en concursos y muestras nacionales e internacionales como FIC Monterrey, Animasivo, Ecofilm, Hazlo en Corto, Chitrakatha, Prime the Animation y Annecy.

También por su naturaleza artística. El largometraje fue pensado como una animación híbrida que conjunta lo digital y lo análogo. Se explorará un lenguaje visual fuertemente ligado a las artes plásticas con el fin de remitirnos a una estética similar a la de los libros infantiles ilustrados de inicios del siglo XX. Para ello se conjunta animación 2D tradigital y animación 2D completamente tradicional con el fin de otorgar una identidad visual a cada uno de los mundos por los que transita Natalia. Los fondos, por su parte, estarán hechos completamente en acuarela. Con esta variedad de técnicas, se buscará que la estética de toda la historia produzca la sensación de estar hecha a mano, remitiéndonos a las fuentes de la literatura universal en las que está inspirada. Se prestará especial cuidado a las atmósferas, para que toda la película esté permeada por la sensación de ausencia.

Y claro, porque todos sabemos que hacer cine de animación independiente en México, y en toda Iberoamérica, conlleva grandes esfuerzos y retos. Sin embargo, los involucrados se han mantenido firmes en la convicción de que algún día El lenguaje de los pájaros llegará a las salas de cine. Y si un largometraje animado logra llegar, se abre el camino para que otros más lo hagan. No sólo eso, sino que también motiva a que cada vez más personas recurran a esta vía para contar sus historias.

La producción cierra su petición asegurando que “creemos que el cine de animación en México necesita ser impulsado, que hay historias como la nuestra que requieren de este lenguaje para existir. Con su aportación no solo estarían poniendo un granito de arena a nuestro proyecto, sino a la animación en México”. ¿Te sumas a la causa? Ingresa aquí para apoyar.