“Así que es oficial”, publicó Alessandro Novelli en sus redes sociales, “es un corto de terror”. Así fue como el cineasta celebró el reconocimiento de De Imperio a Mejor cortometraje de terror portugués en MotelX, una victoria especialmente gratificante al darse en un festival de jerarquía y que además marcó el estreno nacional de la coproducción lusa.

El galardón es más que merecido, aun cuando la categorización de terror puede ser controvertida. Se trata de una obra inquietante, sí, pero nunca escalofriante. En cualquier caso, el cineasta aprovechó el premio para reflexionar en torno a su creación.

“Tal vez más que en la estética, en su tema si refleja nuestro mundo”, concluyó, para luego agradecer a su equipo, así como a las compañías de producción y distribución.

La victoria de De Imperio en MotelX es un paso importante en las aspiraciones de su director. No en cuanto al palmarés se refiere, sino en dar visibilidad a muchas de las inquietudes de carácter social, político y económico que se han hecho presentes en la filmografía del creativo.

El cortometraje inicia con una noche tranquila, hasta que un grupo de fugitivos intenta llegar al centro del edificio, donde se reúne toda la resistencia. Evadiendo la vigilancia, atraviesan las habitaciones de los gigantes y son testigos de sus macabras rutinas.

La importancia aumenta porque De Imperio representa la última entrega de la Trilogía de la Deconstrucción, que complementada por The Guardian y Contact, ahonda en algunos de los aspectos más complejos de la naturaleza humana. En este caso, una representación de las relaciones de poder entre las élites y la sociedad. Seguiremos de cerca el recorrido y los logros de este título, que seguramente serán muchos.