La incursión de la inteligencia artificial en la animación ha dado un nuevo paso. Uno que bien podría resultar decisivo hacia los usos y desusos de la tecnología. El estreno de Qianqiu Shisong (Una oda a mil años de poesía), primera serie animada hecha íntegramente con estos avances y que fuera transmitida en CCTV, el servicio público de televisión en China. El show consiste en 26 episodios centrados en antiguos poemas y versos chinos, los cuales son trasladados a la pantalla por IA generativa.

La serie fue realizada a través del modelo de IA denominado CMG Media GPT, desarrollado de manera conjunta por el Laboratorio de Inteligencia Artificial de Shanghái y el Grupo de Medios de China (CMG). Un avance que ha generado revuelo y polémica.

“La IA no reemplazará al humano sino que incrementará su eficiencia laboral”, aseguró el director de la serie [vía], cuya identidad no ha sido revelada. “Por ejemplo, nuestro equipo solía hacer un episodio al mes, pero ahora podemos hacer tres episodios cada mes con ayuda de la IA”.

Si bien estas palabras intentan ser tranquilizadoras, sólo han aumentado la incertidumbre en distintos sectores de la industria, como son productores, artistas y aficionados. Más aún porque especialistas tecnológicos auguran que el estreno potenciará el desarrollo de la inteligencia artificial dentro de la animación china, no sólo dentro del cine y la televisión, sino en otros terrenos como videojuegos y publicidad. Con el gigante asiático en marcha, sólo parece cuestión de tiempo para que otras industrias del mundo hagan lo propio.

Lo cierto es que el estreno de Qianqiu Shisong no es un caso aislado del gigante asiático, ya la la inteligencia artificial ha tenido una incursión paulatina en la animación desde hace varios meses. Varios festivales cinematográficos del mundo la han abordado e incluso han recurrido a ella para la realización de sus promocionales; Marvel Studios utilizó la tecnología para los créditos iniciales de la serie Secret Invasion, enfatizando que la decisión tenía tintes creativos vinculados al show; ahora China da un nuevo avance que podría marcar un antes y un después dentro de la industria.

Numerosos artistas de animación y de muchas otras disciplinas en todo el mundo han aprovechado el lanzamiento de este show para reiterar su malestar por los avances desmedidos de la inteligencia artificial bajo la premisa de que buena parte de su trabajo implica un plagio de obras previas y alegando además que su uso desmedido puede destruir incontables puestos de trabajo. Caso contrario, quienes apoyan esta tecnología insisten en que no hay que temerle, sino saber aprovecharla en beneficio de todos.

La única certeza por ahora es que la inteligencia artificial llegó para quedarse. Por eso, es importante trabajar para que sus usos sean regulados y que este avance funcione como una herramienta en beneficio de la sociedad y no como una amenaza como muchos temen.