Cuando Ricardo Arnaiz concretó su ópera prima, una modesta película animada titulada La leyenda de la Nahuala (2007), nunca imaginó que con ella iniciaría una de las mayores historias de éxito en la industria mexicana e iberoamericana. No es para menos, pues la historia de Leo San Juan, ese héroe improbable que debe enfrentarse con el mito mexicano, apoyado por un ecléctico grupo de personajes fantásticos, era algo nunca visto.

La cinta, tal y como su nombre lo indica, se inspiró en la leyenda mexicana para dar una divertida, pero muy necesaria exploración del imaginario colectivo mexicano. Uno habitado por incontables seres que han cautivado, sorprendido y en ocasiones atemorizado a los habitantes del país norteamericano por generaciones. Fue además, una posibilidad de rescatar un legado muy propio frente a un mundo y una industria fílmica cada vez más globalizada.

Han pasado 15 años desde entonces y el proyecto no ha dejado de crecer con leyendas clásicas como la Llorona y otras más actuales como el chupacabras. Y aunque todavía quedan muchos personajes por explorar en esta aventura que actualmente se expande en películas y series, la producción se ha decantado por una inusual apuesta que esta vez nos lleva hacia atrás para conocer la historia que lo inició todo.

Es así como nace Las leyendas: El origen, aventura protagonizada por las calaveritas de azúcar Finado y Moribunda, quienes deben rescatar a un niño que ha cruzado el portal que separa los Reinos de los Vivos y los Muertos. Todos sabemos de quién se trata…

Un proyecto de esta naturaleza requería de un experto en la materia que fuera capaz de entender a estos personajes como nadie. Fue así como Ricardo Arnaiz regresó a la silla de director de la franquicia con el fin de expandir las bases de esta historia. Una que, a pesar del paso de los años, parece destinada a seguir creciendo por muchos años más, ya sea con las incontables leyendas mexicanas o con los fascinantes personajes de la saga que hoy figuran entre los más populares de la industria iberoamericana. Eso sí, siempre respetando su visión original:

“Somos inmensamente ricos en nuestra historia”, nos asegura el cineasta, “tenemos tantas cosas que contar. Me sorprende, no sólo en México sino en toda Latinoamérica, la cantidad de leyendas, cuentas, anécdotas, mitología en cada país, en cada estado, en cada ciudad en cada pueblito. Tenemos una necesidad de contar estas historias y ahora que vemos que el mundo del cine nos puede dar una ventana más grande y hacerlas más populares, no solamente logramos ese cometido, sino también demostramos nuestra cultura”.

Radix habló en exclusiva con Ricardo Arnaiz, director de Las leyendas: El origen, quien ahondó en los retos y procesos detrás de esta sexta entrega, y de cómo el mirar al pasado de la franquicia ha abierto nuevas puertas hacia un brillante futuro.