La animación es cine y la animación es arte. Estas aseveraciones se han escuchado por décadas, pero no ha sido sino hasta los últimos años que han resonado con más fuerza entre el público. Si esto ha sido posible no es sólo por el trabajo de los distintos artistas que integran estas industrias, sino por muchos otros esfuerzos que han tratado de acercar la titánica labor animada al grueso de la gente. Tal sería el caso de Mariangeles Zamblera, comisaria de la exposición Zaramella: Cuadro a cuadro, que honra la obra de Juan Pablo Zaramella y que estuviera presente en Animac 2023.

Para lograr el objetivo, no basta con realizar una buena disposición de las piezas, sino que hay que tener una adecuada comprensión de lo que es el arte mismo.

“Es una forma de ver el mundo”, nos aseguró en entrevista. “Una metodología de trabajo. Pienso que los artistas miran el mundo a través de ese prisma, lo canalizan a través de ese prisma y lo trabajan a través de ese prisma, y lo que surge de todo ese proceso es impactar en la vida de otros de una manera particular. Digamos que es como pasarle ese prisma al otro”.

Es así como Mariangeles Zamblera forma una parte determinante dentro de la serie de exhibiciones centradas en la animación iberoamericana contemporánea. Colecciones centradas en títulos concretos como Pinocchio de Guillermo del Toro y Mark Gustafson, Os Demónios do Meu Avô de Nuno Beato o Bob Cuspe: Nós Não Gostamos de Gente de Cesar Cabral. También en artistas como Alberto Mielgo o el ya mencionado Juan Pablo Zaramella.

Radix habló en exclusiva con Mariangeles Zamblera durante su paso por Animac 2023. La argentina nos habló del arte, la riqueza del stop motion y las razones por las que la animación exige ser vista como una expresión artística por las audiencias.