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Cesar Cabral: «El stop motion muestra un tipo de realismo que no puede alcanzarse con otras técnicas»

El director brasileño es el nuevo exponente del talento animado de la industria carioca.

7 de junio de 2022
Por Luis Miguel Cruz
Cesar Cabral: «El stop motion muestra un tipo de realismo que no puede alcanzarse con otras técnicas»
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Brasil siempre ha sido referente de la animación iberoamericana, siendo Cesar Cabral un importante sucesor en la tendencia. Después de todo y con muchos retos en el camino, la suya ha sido una carrera de ensueño. ¡No es exageración! ¿Cuántos pueden presumir una ópera prima elegible al Oscar como representante no sólo de un país, sino de toda una región? Bob Cuspe: Nós Não Gostamos de Gente lo hizo posible al ser la única cinta del bloque que cumplió con todos los criterios exigidos por la Academia estadounidense.

Aunque la nominación no se concretó, el merito de estar entre los competidores abrió muchas puertas al proyecto carioca, que fueron de su distribución estadounidense a la máxima gloria en los Premios Quirino 2022. Es además un claro representante de una animación stop motion que ha brillado con tanta fuerza en el panorama iberoamericano contemporáneo.

Bob Cuspe: Nós Não Gostamos de Gente se apoya en la técnica para plantear todo tipo de debates en torno a los artistas y sus obras. Esto a partir de una exploración en la figura del creativo carioca Angeli y de una singular atmósfera punk que le dota de una esencia muy propia. Hablamos en exclusiva con Cesar Cabral sobre el proceso de realización del filme, la responsabilidad de representar a toda la región iberoamericana en la búsqueda por la máxima gloria hollywoodense y su pasión por el stop motion.

 

¿Cómo nace la idea de Bob Spit?

Creo que la idea surgió después de que terminé el cortometraje Dossiê Rê Bordosa (2008), mi primer trabajo en el mundo de Angeli. El corto es una especie de documental que investiga por qué Angeli mató a su famoso personaje en 1987. Angeli es conocido por matar a sus personajes y por dibujarse a sí mismo como un autor en crisis. Cuando comencé a pensar en la película, ya sabía que la historia debía hablar de Angeli en su crisis laboral y por eso cree que si mata a otro personaje, borrará este mal rato en su creatividad. Entonces elegí a Bob Spit, un personaje perfecto para representar el pasado de Angeli como un reflejo de sí mismo. Para conectar estas dos historias, Bob se da cuenta o siente las intenciones de su creador y para evitarlo decide enfrentarse a él. De hecho, decide cambiar su historia y se convierte, en cierto modo, en autor.

La película tiene similitudes con Stranger than Fiction (2008) sobre un personaje de una novela que intenta contactar con su autora para evitar que ésta le mate. ¿Te inspiraste en esta u otras historias?

Un amigo me habló de ella mientras trabajaba en el guion, pero nunca pensé en ello.

La historia conduce a un debate muy actual, ¿qué es más importante: el creador o la obra de arte?

En la película, diría que la pregunta más importante es ¿qué tanto control tenemos sobre lo que hacemos? Por supuesto que ambas están conectadas, pero traté de investigar durante las entrevistas qué tan importante era su trabajo anterior para la realización del siguiente y aunque él cree que podría tener cierto control, su trabajo anterior está fuera de sus manos. De manera divertida, estamos diciendo que la obra de arte es más importante que el autor.

¿Puede una obra de arte separarse de su autor?

No creo en una separación, sobre todo cuando un autor trata con referencias personales, Angeli era una especie de Bob Cuspe en su juventud, que vivía en una gran ciudad industrial en los años 70, como él era una especie de Rê Bordosa en los 80- Puedo considerar que Angeli pone en sus dibujos los momentos que está viviendo y su movimiento para dar un paso adelante es borrar su pasado, pero como sabemos, eso es imposible.

En una industria animada dominada por el CGI, resulta refrescante ver técnicas tradicionales como el stop motion. Más allá de las tendencias de Coala Filmes, ¿cómo te decantaste por esta técnica?

Tengo una licenciatura en cine y cuando empecé mi proceso de graduación, en mi mente contemplaba trabajar en películas de acción real. Cuando era un niño/adolescente, me encantaba dibujar y leer comics, además de la animación, pero nunca pensé trabajar en stop motion. Es difícil de explicar, pero imagina ser animador en esa época, era casi imposible en Brasil. En la universidad entré en contacto con muchos animadores de cortometrajes, por ese tiempo descubrí a Bill Plympton, Norman Maclaren, Harryhousen, Svankmajer y muchos otros que me conquistaron al pensar en el cine. Escribí un guion en mi segundo año y decidí tratar de hacerlo como una producción stop motion. Entonces no era consciente del terreno en el que entraba, pero ahora pienso que elegí el stop motion por tratarse de una técnica cercana a la acción real. Es algo tangible con sets, marionetas, cámaras, luces, lo que implica un rodaje con la única diferencia de que en lugar de decir acción decimos clic.

¿Alguna vez contemplaste la animación 2D o CGI? ¿Crees que estas técnicas habrían funcionado para la historia que deseabas contar?

No. Estoy seguro de la necesidad de trabajar en un ambiente real, con elementos físicos. Es mi mundo y el stop motion muestra un tipo de realismo que no puede alcanzarse con otras técnicas.

El uso del stop motion ha incrementado en los últimos años con estudios de renombre como Aardman y Laika, pero también como propuestas independientes como Max and Mary o Anomalisa, ¿dirías que estamos en una nueva era dorada de la técnica?

Creo que el impulso tecnológico que comenzó por el año 2000 creó una revolución y una moda en la animación, priorizando el 2D y el CGI. Ahora puedo ver recursos similares para el stop motion. Es imposible producir una de estas películas sin pensar en las herramientas que ayudarán como las impresoras 3D, el motion control, la previsualización, entre otras. También es importante destacar que el stop motion, de cierta manera, permite que los presupuestos altos y bajos tengan un nivel similar, algo que es imposible con el CGI.

Mucho se ha dicho sobre las complicaciones detrás de la animación CGI en Iberoamérica, ¿pero qué hay del stop motion? ¿Es más sencillo o aún más difícil?

Los problemas son los mismos, pero con distintas proporciones. Como dije antes, el stop motion tiene una ventaja particular cuando lo comparas con otras técnicas. Cuando trabajas con CGI, el trabajo inevitablemente generará comparaciones con otras películas CGI, como serían las de Pixar u otros grandes estudios. Cuando trabajas con stop motion, los fallos y la falta de tecnología pueden ser absorbidos en el lenguaje y eso es aceptado por la audiencia con mayor facilidad que una producción CGI o 2D de bajo presupuesto. Además de eso, pienso que tenemos los mismos problemas: bajo presupuesto, dificultad para encontrar profesionistas especializados y falta de experiencia en producir un proyecto cada tres o cuatro años.

Bob Spit fue la única cinta iberoamericana elegible para el Oscar 2022 en la categoría de Mejor película animada, ¿cómo te sentiste al respecto? ¡Representabas a toda una región!

Es curioso eso de pensar en el Oscar. Por supuesto, es increíble por el trabajo, por la animación brasileña e incluso por la iberoamericana. Lo más importante con todo esto es demostrar que es posible hacer animación lejos de los grandes estudios. Siento que estamos acercándonos y creo en el intercambio de conocimiento y coproducción. Estamos demostrando que es posible producir películas de un modo creativo, con calidad y experiencia.

El mérito es mayor si consideramos que Bob Spit es tu primer largometraje.

Sí, me gusta pensar que es mi primera película y lo importante que es esto para mi carrera, pero también me gusta pensar que es consecuencia de un programa de nuestro último gobierno que permitió que los pequeños estudios crearan series y cintas relevantes. Es importante recordar Uma História de Amor e Fúria (2013) de Luis Bolognese o O Menino e o Mundo (2013) de Ale Abreu solo por mencionar un par de una docena de películas estrenadas en la última década.

Hay otros grandes títulos en la preselección del Oscar, ¿qué piensas de ellos?

Recién vi Flee (2021) y My Sunny Maad (2021) y las dos son grandes películas. He escuchado de Cryptozoo (2021) y Belle (2021), pero no he podido verlas. El 2021 ha sido un gran año para las películas independientes y por lo que sabemos es imposible no considerar a los principales estudios en este grupo.

Sólo dos cintas iberoamericanas han sido nominadas al Oscar a Mejor película animada, ¿qué se necesita para tener una industria más competitiva en los grandes certámenes, pero también en la taquilla global?

Sabemos que es un problema de toda la cadena de producción audiovisual, pero creo que el primer paso viene de los programas gubernamentales. No conozco ningún país o región que haga crecer su industria sin estos esfuerzos políticos para proteger, invertir y mantener sus talentos para aumentar su industria.

¿Cuál es tu opinión de la animación brasileña contemporánea?

Alrededor de 2010, Brasil tenía un programa, encabezado por Ancine – FSA (Agencia Brasileña de Cine, Fondos Audiovisuales) que aceleraba nuestras producciones de cine y televisión. La animación brasileña creció en ese momento, lo que nos permitió ser más profesionales y abordar grandes proyectos, como series y largometrajes. Pero con este (des)gobierno, la cultura y la educación ya casi no existen. Creo que muchos estudios sobrevivirán y encontrarán formas de continuar con sus producciones, pero cuando pensamos en estudios pequeños como el mío, sentimos lo importante que es tener un apoyo y un programa por parte del gobierno para impulsar una posible “industria”.

¿Y de la animación iberoamericana en general?

No tengo suficiente información de la animación iberoamericana, pero se puede ver un movimiento de manera general. Hay muchos estudios pequeños que producen cortometrajes y series en 2D y CGI. Chile es un gran ejemplo, también México, en Guadalajara hay un estudio enorme que produce stop motion con una calidad increíble.

¿Qué le dirías a todos los jóvenes iberoamericanos que sueñan con incursionar en la animación y muy especialmente a los que desean centrarse en el stop motion?

Me gustaría decir que si están pensando en trabajar con animación, lo más importante es comenzar con pequeños ejercicios, es decir, que intenten una animación simple, una historia corta con pocos elementos. Que usen su creatividad no solo en animación, sino en proyecto completo, ya que, aun cuando contemos con más recursos, es inevitable tener que lidiar con el presupuesto y cualquier otra limitación en la producción. Me gusta trabajar en muchas actividades de los proyectos: escribir, producir, animar, dirigir… y me hace sentir más cómodo para encontrar formas de resolver problemas sin perder lo que quiero o lo que estoy tratando de crear. Por supuesto, no necesitan hacer todo en su proyecto, no es saludable, pero es importante saber y tener herramientas para dialogar con todo el equipo.