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Entrevistas

Javier Abad y Arnau Ollé: «El ratio de talento en España es muy alto»

Los directores de animación de Luck detallan cómo se ha vivido la transición de Ilion a Skydance Animation.

21 de septiembre de 2022
Por Luis Miguel Cruz
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Pocos se atreverían a pensar en Luck como una película española. Después de todo, la producción corre a cargo de Skydance, un titán del audiovisual estadounidense que incursiona en el terreno animado con toda la intención de convertirse en el nuevo gigante de la técnica. A esto sumemos la presencia de John Lasseter como jefe de animación, una figura clave en el auge de Pixar y el más reciente renacimiento de Walt Disney.

Pero el mundo se ha hecho cada vez más pequeño, lo que ha abierto incontables puertas para los creativos de distintas latitudes. No nos referimos a la contratación de talento iberoamericano que puede verse en el panorama global, sino a un hecho más concreto: la adquisición del español Ilion Animation Studios por parte de Skydance Animation, con la finalidad de que buena parte de sus producciones animadas sean realizadas en el país europeo. Una premisa que invariablemente obliga a replantear la pregunta sobre si Luck, y las futuras obras del joven titán, deben ser vistas como coproducciones ibéricas.

Las etiquetas son lo que menos importan al interior del estudio. Así lo sugieren Javier Abad Moreno y Arnau Ollé López, directores de animación de la película animada que pasa a la historia como el primer largometraje animado de Skydance. Ambos son conscientes de que la compra se dio por numerosas razones como la gran calidad mostrada por los integrantes del ahora extinto Ilion, pero también otras menos idealistas como los bajos costos de producción en comparación con los Estados Unidos, y el hecho de ser un estudio joven y como tal, maleable a las necesidades de su nuevo dueño.

Al final, como bien dice Abad, “éramos un estudio con experiencia, pero no éramos muy grandes, no teníamos que empezar desde cero, pero al no ser muy grandes tienen la posibilidad de poder ir transformándolo y creando un nuevo estudio”.

También son sabedores de los beneficios que la operación representa, como el hecho de poder trabajar con algunos de los grandes creativos en toda la historia de la animación. Algo que describen como “motivador” y “terrorífico”, porque “te das cuenta que muchas veces no hay magia detrás […]realmente lo que hay es mucho talento, una capacidad de trabajo ilimitada […]. Lo que hay es talento, trabajo y método”.

También está la oportunidad de llegar a una audiencia de escala global. Aunque podría pensarse que esta búsqueda de la universalidad podría representar un sacrificio de su identidad, los creativos prefieren verla como una expansión frente y detrás de las cámaras. Algo que empezará a palparse con Spellbound que estará dotada de una esencia muy española y que se ampliará con títulos futuros que contarán con la dirección de cineastas iberoamericanos. Algo que no ha sido oficializado, pero como ellos aseguran en una palabra: “habrá”.

Para cerrar, la dupla coincide en que más allá de nacionalidades, se es un estudio global. “Algo que Skydance hace muy bien es crear una familia”, detalla Javier Abad. “Y tú realmente tienes esa sensación de pertenecer a Skydance. Llega un momento en que no estás hablando con un americano o no estás hablando con un francés, estás hablando con el equipo de Skydance en Los Ángeles. Al final es bueno, eres parte de una casa. Somos Skydance”.