Crítica: Tío
Juan José Medina se apoya en la fantasía para plasmar el crudo reflejo de un país sumido en una grave crisis.
7 de junio de 2022Por Luis Miguel Cruz
Hubo un tiempo en que se debatió si las técnicas más artesanales de animación sucumbirían ante el auge de los ordenadores. La industria ha dado la última palabra y si el stop motion ha cobrado nuevos bríos en distintas partes del mundo es porque ha demostrado ser un medio increíblemente poderoso para abordar todo tipo de historia. Esto por sus distintas propiedades, entre las que sobresalen su carácter físico y tangible, capaces de adentrar al público con una altísima dosis de efectividad. En Iberoamérica lo sabemos perfectamente bien, pues son muchos los proyectos que así lo han demostrado en los últimos años, siendo Tío de Juan José Medina uno de los más impactantes.
Se trata de un exquisito cortometraje que deambula con enorme destreza entre el realismo y la fantasía. Por trama, con una lúgubre inmersión en un pueblo mexicano donde las creencias de los ancianos se entrecruzan con el escepticismo de las nuevas generaciones. Pero también con técnica, con marionetas hermosas pero estremecedoras cuyos singulares rasgos invariablemente nos conducen por el valle inquietante y una atmósfera tan dantesca que invita a estar alertas en todo momento ante una amenaza latente.
Es así como conocemos al pequeño Martín cuyo primer día de trabajo en una mina queda marcado por una lúgubre advertencia: mostrarse respetuoso ante el personaje titular o atenerse a las consecuencias. Ni las recomendaciones de sus mayores ni conocer el destino de tantos otros que le antecedieron le hace cumplir, al contrario, casi le torna más desafiante. No es spoiler decir que buena parte del conflicto proviene de la insubordinación del chico, lo que marca el inicio de un viaje aterrador por un inframundo plagado de terrores. Peor aún, del que no hay escape.
El filme dirigido por Juan José Medina es más que memorable desde sus bases fantásticas, que apuntan directamente a los retorcidos cuentos de hadas de antaño protagonizados por niños arrogantes cuya desobediencia conduce a la perdición. Esto potenciado por valores técnicos de primer nivel entre los que sobresalen las ya mencionadas marionetas de León Fernández, la dirección de fotografía de Rita Basulto y el diseño de producción del propio Medina.
Si Tío deambula tan cerca de la perfección es porque el equipo creativo no se conforma con esta oscura magia. La opción habría funcionado, pero quizá se habría quedado lejos de la grandeza. En vez de ello, la aprovecha su naturaleza para apuntar al más crudo realismo en una estupenda contradicción. No es una interpretación, sino que el director decide guiar a su público por esta ruta con un crudo epílogo que invariablemente invita al repaso y la reflexión, resonando con fuerza mucho tiempo después de haber concluido la obra. Porque el Tío que da nombre a la obra no es un simple ser pesadillesco que desaparece con los primeros rayos del sol, sino el triste reflejo de un país sumido en una profunda crisis que acaba por manifestarse en lo más profundo del imaginario colectivo.
En otras palabras, un horror destinado a vivir por siempre en la memoria en una de las más inquietantes, pero también más brillantes historias de terror concebidas por la animación contemporánea.
Ficha técnica
- Título Tío
- Director Juan José Medina
- Año 2021
- País México
- Técnica Stop motion
- Voces originales Cornelio García, Damián J. Vázquez