Crítica: Hazbin Hotel
Vivienne Medrano nos adentra en un mundo alucinante a partir de una estupenda construcción de sus infernales personajes.
25 de enero de 2024Por Luis Miguel Cruz
Robert McKee, considerado por muchos como el mayor especialista en guiones del mundo, ha dicho en reiteradas ocasiones que la atinada construcción de una historia requiere el adecuado uso de elementos opuestos. Si hay algo de lo que puede presumir Hazbin Hotel es precisamente esto.
La salvadoreña-estadounidense Vivienne Medrano aka VivziePop logra el cometido con creces al tomar la mayor dualidad en toda la historia de la humanidad como punto de partida. Nos referimos a la Biblia y muy concretamente al ángel caído Luzbel, mejor conocido por todos como Lucifer y cuya tragedia es reinventada para una secuencia inicial memorable que sienta las bases de la historia con una singular reversión simbólica. La hija del demonio, Charlie Morningstar, invitando a los habitantes del infierno a su inmueble con el fin de buscar la redención para alcanzar el cielo y de este modo, reducir la sobrepoblación en el averno.
La premisa ya es prometedora por sí sola, pero la protagonista y toda la serie sólo alcanzan su máximo potencial con el brillante catálogo de infernales personajes. Unos son divertidos y otros son enigmáticos, pero todos tienen características que los hacen únicos y atractivos. La creadora de esta historia nunca olvida que los habitantes de este mundo son demonios y almas atormentadas, lo que permite la construcción de los más diversos conflictos, algunos de los cuales profundizan en muchos de los males que aquejan al mundo actual.
Ahí está Angel Dust para demostrarlo con una fortísima carga sexual que utiliza como mecanismo de defensa aun cuando se trata de su mayor pesar; Sir Pentious padece el rechazo provocado por sus continuos fracasos al momento de hacer el mal que la sociedad espera de él; la dura personalidad de Vaggie no le impide ceder en cada ocasión para cumplir los sueños de Charlie. Mención aparte para los demonios, algunos de los cuales muestran a los medios y las modas como las principales amenazas de la actualidad. Hablando de estos últimos, no está de más destacar el sutil, pero elegante detalle de que muchos de sus nombres rinden homenaje a algunos de los personajes, ya sean reales o fantásticos, más oscuros del imaginario. Tal sería el caso de Alastor cuyo nombre remite al del ocultista Aleister Crowley, o el de Carmilla Carmine llamada como la protagonista de la novela escrita por Sheridan Le Fanu.
En este ramo, no podemos dejar de mencionar a los ángeles. The Prophecy, Dogma, Constantine, Good Omens… muchas producciones audiovisuales han convertido a estos seres en criaturas amenazadoras. Ahora Hazbin Hotel hace lo propio a su manera, con entidades que no vacilan en realizar exterminios anuales en el infierno y que además sobresalen por su arrogancia extrema, tal y como lo demuestra su malestar al enterarse de un suceso que podría cambiar para siempre el orden celestial. De nueva cuenta, opuestos que enriquecen la trama al romper las bases de lo previamente establecido.
La riqueza del show no termina aquí. Lo descrito anteriormente invita a pensar que estamos ante un potente drama, cuando realmente se trata de una comedia musical dotada de una fuerte carga dramática. Una construcción peculiar que es bien aprovechada gracias a que el equipo de producción saca a relucir su amplio conocimiento en géneros narrativos. Una trama cuyas risas no se quedan en eso, sino que invitan a la reflexión. Caso similar al de los cánticos, con temas más bien satíricos y otros tan poderosos como decisivos para el desarrollo de las acciones. No menos curiosa es la diversidad, ya que algunas de las piezas musicales remiten a los clásicos de Broadway mientras que otras coquetean con los ritmos de la ópera rock. En todos los casos, el elenco de voz encabezado por Erika Henningsen hace un trabajo excepcional.
Tampoco podemos dejar de celebrar el diseño. De personajes, dotados de rasgos afilados que les concede cierta peligrosidad propia de seres que habitan en el inframundo, aunque suavizados con grandísimos ojos y cuerpos dominados con las curvas con el fin de hacerlos más amables. También el de producción, con una paleta de colores desafiante al ser netamente dominada por el rojo, pero que cambia con sutileza a un rosa brillante cuando la nobleza de Charlie sale a relucir.
Finalmente, no está de más decir que esta serie se desarrolla una semana después del piloto estrenado en 2019 que lo inició todo y que puede verse de manera gratuita en internet. No es indispensable para entender la trama, pero definitivamente la enriquece. Además, resulta difícil resistirse a la posibilidad de adentrarse lo más en este singular mundo.
Tuvieron que pasar casi cinco años para que Hazbin Hotel abriera sus puertas. Una espera demasiado larga, pero que ha valido la pena al resultar en una serie verdaderamente memorable y que consolida de lleno a Vivienne Medrano entre las voces animadas más talentosas de nuestra región.
Ficha técnica
- Título Hazbin Hotel
- Creación Vivienne Medrano (Helluva Boss)
- Año 2024
- País EEUU, Filipinas
- Técnica 2D
- Voces Erika Henningsen, Stephanie Beatriz, Blake Roman
- Disponible en Prime Video