Crítica: Good Night Mr. Ted
Nicolás Solé muestra un dominio absoluto en el arte de transformar lo ordinario en extraordinario.
3 de junio de 2022Por Luis Miguel Cruz
El oso de peluche es una de las formas más efectivas de representar la tierna infancia. Por eso, cuando este es distorsionado o amenazado, uno no puede sino esperar lo peor. Aunque también está la posibilidad de dejarse llevar por las sorpresas y eso es precisamente lo que ofrece Good Night Mr. Ted bajo la dirección de Nicolás Solé.
El cineasta muestra un dominio absoluto en el arte de transformar lo ordinario en extraordinario. Esto con un cortometraje que nos adentra en la habitación de un niño cuyo referido juguete cobra vida cada noche para resguardarlo valientemente de una amenaza que se oculta, como no podía ser de otro modo, al interior del armario. No es el primer título que parte de la premisa, pero esto poco importa ante una historia que se torna hipnótica desde sus primeros instantes.
Por el aura de misterio concebida a partir de valores técnicos como el color. O en este caso, por la ausencia del mismo, pues el director se decanta por una paleta en blanco y negro que potenciada por los contrastes remite muy de cerca a la obra de Frank Miller. Estas sensaciones se extienden por elementos como la música y la propia narrativa, que aprovecha cada oportunidad para distanciar la trama del fantástico y acercarla al noir.
Pero tampoco nos olvidemos del terror ante el monstruo que se asoma con cada puesta de sol. Nunca es mostrado de manera íntegra y ni siquiera hace falta, pues su silueta, aunada al timing y al posicionamiento de la cámara, son más que suficiente para lograr una continua escalada de las tensiones. Por momentos se torna tan angustiante que bien podría tener cabida en series antológicas como The Twilight Zone (1959) o en la animada La frecuencia Kirlian (2017).
No menos interesante es su carácter simbólico. Por lo que representa el ya mencionado oso y por la manera en que Solé lo aprovecha. De inicio es un juguete cualquiera de un niño cualquiera, ninguno es dotado de nombre ni identidad, lo que remite al cuento popular de que estos afelpados personajes efectivamente resguardan a sus pequeños durante la noche. Luego lleva la creencia al extremo con las ya referidas acciones. Finalmente conduce a un cierre tragicómico que representa el paso definitivo a la madurez y con ella a la erradicación de los viejos miedos. Esto con un desenlace sorpresivo, pero perfectamente orgánico, que sólo puede definirse como una genialidad.
También es así como puede calificarse a Good Night Mr. Ted. Un corto que tiene todo lo necesario para permanecer en la mente del público. Como el más grato recuerdo, pero también como la más inquietante pesadilla.
Ficha técnica
- Título Good Night Mr. Ted
- Director Nicolás Solé (ópera prima)
- Año 2020
- País España
- Técnica 2D
- Voces originales N/A