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Ocho materiales más accesibles para tu proyecto stop motion

No importa hacia dónde voltees, siempre ha un material u objeto que puedes usar para tu proyecto stop motion.

22 de marzo de 2023
Por Luis Miguel Cruz
Ocho materiales más accesibles para tu proyecto stop motion
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Si el stop motion es una de las técnicas más queridas entre los amantes de la animación no es sólo por su tangibilidad, sino también por su nobleza. Aunque es fácil dejarse llevar por las sofisticadas marionetas vistas en tantos cortos, series y películas, lo cierto es que su producción no entiende de reglas y acepta prácticamente cualquier material u objeto. Tantos, que podemos asegurarte sin temor a equivocarnos que tienes más de uno en tu propia casa.

No importa que seas un artista primerizo, en formación o experimentado, te dejamos un recuento de materiales que serán de gran ayuda para la producción de tu proyecto stop motion.

 

Plastilina

Para muchos, el mejor material para la realización de animaciones stop motion. Un crédito que puede atribuirse a su maleabilidad que permite moldear todo tipo de figuras y moverlas libremente. Ni qué decir de una tangibilidad que va más allá del objeto, ya que puede apreciarse en las huellas dactilares del animador que suelen quedar grabadas en los personajes. Un material sumamente noble, aunque también ligeramente engañoso, pues la manipulación excesiva puede ensuciarlo o maltratarlo hasta tornarlo inservible.

 

Papel

El papel siempre ha sido uno de los mejores aliados del stop motion, al grado que algunas de las producciones más añejas recurrieron a él con resultados sorprendentes. Entre las prácticas más comunes está recortar siluetas de todo tipo, de lo geométrico a lo humano, y retratar sus sutiles movimientos en una superficie plana. Algo que suele conocerse como cutout. Sin embargo, el ingenio ha propiciado que una de las variantes más básicas se torne cada vez más elaborada mediante el reemplazo del papel convencional por tipos más rígidos como el cartón o más maleables como el aluminio, sin olvidarnos de todos aquellos materiales de corte industriales que parecen poco más que papel ante la cámara, pero que en realidad tienen propiedades específicas que facilitan la vida a los animadores.

 

Tela

Uno de los materiales más exquisitos dentro de la amplísima gama de opciones del stop motion. Puede usarse en trozos como si de una especie de cutout se tratara, pero también para recubrir a las marionetas y así resaltar sus texturas que de este modo pueden apelar al realismo en la representación de ropas y pelajes, pero también al fantástico con la piel o las superficies lisas. Las pequeñas hebras que se mueven en cada cuadro son un deleite para los amantes de las pequeñísimas impurezas que puede dejar esta técnica y un dolor de cabeza para los obsesionados con la perfección.

 

Juguetes

Las marionetas vistas en muchas de las producciones stop motion más populares son espectaculares, pero su fabricación es complicada y costosa. Para solucionar el problema, más de un artista ha reemplazado a estos figurines por juguetes de todo tipo, que van de los más básicos a los más complejos en escultura y número de articulaciones. Los protagonistas no siempre lo son todo, pues algunos creativos suelen decantarse por los accesorios de las marcas más variadas como Playmobil o Sylvanian Families para la construcción de auténticos sets. Mención aparte para LEGO y otros ladrillos plásticos, tan recurrentes en el arte animado, que la compañía alemana dedica un espacio en su sitio a una serie de recomendaciones para la realización de tu propio corto.

 

Materiales naturales

No todos los materiales usados para el stop motion son de corte sintético. De hecho, basta voltear al mundo natural que nos rodea para encontrar todo tipo de fuentes de inspiración para crear nuestra propia animación. Desde las hojas de los árboles hasta la tierra o la arena que se encuentra a nuestros pies. Ni que decir de los distintos tipos de alimentos, usados por numerosos artistas para crear lo que bien podría describirse como representaciones móviles de la naturaleza muerta. Hablando de…

 

Basura

Echa un buen vistazo a tu basura antes de deshacerte de ella, ¡te sorprenderá la cantidad de objetos que podrías usar para tu animación stop motion! No sólo eso, sino que por sorprendente que parezca, estos desechos pueden ser de gran utilidad para arrojar los más potentes mensajes simbólicos, casi siempre relacionados con la destrucción del mundo y la podredumbre social. Curioso como algo tan despreciado puede resultar en algo tan hermoso: ese es el poder de la animación.

 

Personas

¿Animación hecha a base de personas? ¡No es una broma! El stop motion lo hace posible con la pixilación, que consiste en convertir a los individuos de carne y hueso en auténticos figurines que son retratados cuadro a cuadro para crear una ilusión de movimiento. Ojo aquí: más de uno ha manifestado sus dudas en torno a esta técnica al clamar que su cercanía con la acción real más convencional puede inspirar ciertas trampas. Por esto mismo, los especialistas suelen aprovechar su ingenio para la convertir los movimientos más cotidianos en imposibles. El ejemplo más recurrente: el andar sin mover los pies.

 

Alambre

¡El que no podía faltar! Más de un artista stop motion, muchos de los cuales son de origen iberoamericano, coinciden en que el alambre es el mejor amigo del animador independiente. Se trata de un material suficientemente sólido para fungir como soporte de las marionetas, cuya naturaleza le permite realizar cambios precisos en las posiciones para dar una adecuada ilusión de movimiento y cuyo bajo costo lo hace asequible para todos. Un recurso indispensable que no puede faltar en tu producción.