Conoce O Menino Nino: La serie que explora el lado poético del cuerpo humano
Alexandra Ramires incursiona en el terreno de las series con un proyecto altamente artístico que responderá qué es lo que llevamos por dentro.
9 de febrero de 2024Por Staff
El cuerpo humano es algo hermoso y fascinante. Sus propiedades han maravillado a los científicos por generaciones, pero también a incontables artistas a través de los tiempos, quienes han realizado todo tipo de esfuerzos para trasladar esta perfección a las más diversas disciplinas. La cinematográfica no ha sido la excepción, aunque con obras más bien prácticas que ahondan en las propiedades físicas y se desentienden de las poéticas. Es por esto que O Menino Nino, proyecto de serie encabezado por Alexandra Ramires, luce decisivo para cambiar el enfoque desde la vía animada.
Si hay algo que caracteriza a la animación portuguesa son precisamente sus dotes artísticas, siendo la cineasta una especialista en el tema, tal y como lo ha demostrado con sus cortometrajes Elo y Água Mole, este último dirigido en colaboración con Laura Gonçalves. Todo esto hace que la realizadora sea muy consciente de la necesidad de abordar la fisionomía desde otras perspectivas.
“Diferentes artes como la literatura, la pintura y la música muestran a las partes del cuerpo como personajes principales”, reflexiona en entrevista. “¡Los libros infantiles son más abiertos a las caras poéticas! Pienso que en el audiovisual a veces es más difícil tomar estos riesgos porque las televisiones buscan producciones que puedan venderse. Si en una escuela se habla de sangre como un río […], a algunos padres podría no gustarles, de modo que puede ser arriesgado. Es por esto que la gente juega más con los hechos, lo que es tonto, porque hay muchas formas de jugar. Me gusta asumir ese riesgo”.
La sinopsis de O Menino Nino compartida por BAP Animation Studio habla de cómo “el niño Nino habita su cuerpo y es habitado por él. Las preguntas llueven desde dentro y fuera. Hablar con y sobre su cuerpo lo acerca a sí mismo y al mundo, pues cada ensueño lo hace sentir un miembro más activo de la familia que incluye todo lo que vive”. Alexandra Ramires profundiza al explicar que el pequeño protagonista se encuentra “en la etapa poética de su vida en la que presta más atención a su cuerpo, sus manos, sus ojos… Trata de entender lo que lleva por dentro”. Es así como inicia un viaje “más enfocado en las visiones poéticas” que en las “didácticas”.
Para ello, el proyecto parte de un conjunto de poemas escritos por Regina Guimarães en los que “cada parte del cuerpo es una especie de personaje”. Esto hace que el lenguaje también juegue un rol determinante, concretamente desde la metáfora con todo tipo de expresiones que son empleadas para referirse ojos, manos y demás. La cineasta explica que si bien “la idea inicial era utilizar el portugués, creo que cada idioma tiene sus detalles”. Ejemplifica su punto con o céu da boca (el cielo de la boca) que es empleado por los lusos para referirse al paladar y que si bien no se escucha en todas las lenguas, puede comprenderse sin problema en todo por ser algo “realmente visual”.
Resulta curioso que un proyecto dotado de tanta profundidad naciera de un suceso cotidiano, concretamente de un juego entre la realizador y un sobrino de cinco años, el cual consistía en entonar canciones infantiles sobre el cuerpo. Más recientemente, la inspiración se ha potenciado con su hijo, cuyo accionar la ha ayudado a visualizar más posibilidades que explorar.
Y aunque el proyecto es de carácter infantil, Alexandra Ramires confiesa que “me encantaría que los padres disfruten verlo con sus hijos. Me encantaría poder hacer episodios que sirvan para hablar de temas de los que es más difícil conversar. La sangre, el cráneo, incluso los genitales. ¿Qué tengo por dentro? Ese tipo de preguntas pueden ser difíciles de abordar y como directores tenemos un rol realmente importante al normalizar algunas cosas”.
La importancia del show va aún más lejos, ya que también podría potenciar la industria de las series animadas en Portugal, curiosamente partiendo de un terreno tan afianzado como el cortometraje. La transición del formato ha sido un reto para la cineasta, pues implica procesos de producción distintos, un mayor presupuesto y otras alternativas de distribución. “Tengo mucho que aprender, pero realmente quiero hacerlo”, asegura la realizadora. Aunque eso sí, admite que “si no puedo darle una visión artística, creo que prefiero no hacerlo porque considero importante dar esto a las audiencias infantiles”.
De momento, O Menino Nino se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo y aunque su creadora todavía baraja las partes del cuerpo que serán abordadas en la primera temporada, el arte conceptual presentado hasta ahora invita a pensar que se decantará por los ojos y el paladar. De un modo más interno, también ha visualizado al corazón como “un sujeto realmente musculoso que siempre hace ejercicios”.
Queda un largo camino por recorrer, pero si hay algo que ha demostrado la animación portuguesa es su capacidad para anteponerse a todas las adversidades para ofrecer algunas de las obras más sobresalientes de los últimos tiempos. El proyecto de serie tiene todo lo necesario para sumarse a esta lista con una premisa atractiva, innovadora y muy hermosa que invita a mirar hacia nuestro interior con esa visión artística que siempre ha caracterizado a la humanidad.