Cartoon Springboard 2024: Lo mejor de los proyectos iberoamericanos
Mundos emplumados, viajes al oeste y debates artísticos. Conoce los detalles de los proyectos que representaron a nuestra región en el evento europeo de animación.
4 de noviembre de 2024Por Luis Miguel Cruz
La animación iberoamericana continúa creciendo a pasos agigantados. Así ha quedado demostrado en la edición 2024 de Cartoon Springboard que ha contado con seis proyectos de nuestra región, todos ellos españoles, los cuales han sobresalido tanto por su originalidad narrativa como por sus virtudes técnicas y artísticas. Pruebas irrefutables de que el futuro de nuestras industrias está en buenas manos.
Celebramos el futuro de la animación iberoamericana rememorando lo mejor de las producciones en desarrollo de nuestra región.
Chavales: La webserie (Jaime Penalva, España)
El proyecto de webserie aprovecha la película estrenada en 2023 como punto de partida, pero su creador Jaime Penalva advierte desde ahora que los conceptos son muy distintos. La obra en desarrollo nos introduce con un grupo de amigos, unos chavales, cuyas distintas excentricidades plasman cómo es el crecer en un mundo complejo y que carece de sentido para aquellos que dan el paso de la adolescencia a la adultez. Su divertida premisa se refuerza con una baraja de eclécticos y disparatados personajes, y con un diseño sumamente innovador que luce como uno de los puntos más fuertes del título en cuestión, pero también de su creador que de este modo podría sentar las bases de una trayectoria cimentada en elementos autorales.
Painting Illusions (Carles Abad Tent, España)
¿Qué es el arte? Carles Abad Tent parte de esta interrogante que ha resonado a través de los tiempos para un proyecto de largo tan ambicioso como innovador que nos traslada a un mundo oculto tras los lienzos de los principales museos de Europa. Es así como atestiguamos un conflicto ancestral entre los cuadros clásicos y los contemporáneos: los primeros habitan en un palacio, los segundos en una aldea relegados de toda comprensión y grandeza. Al menos hasta que una joven unifica ambos mundos con una historia de origen tan singular como arriesgada. Su premisa aborda los conflictos sociales de un modo sumamente novedoso, mientras su estética inspirada en Andrey Zakirzyanov podría dar una obra digna de museo. No menos importante es que podría convertirse en un referente indispensable para zanjar cualquier debate en torno al elitismo cultural que impera en nuestras sociedades desde hace siglos.
Galiworld (Anita Pico, Rocío López, España)
Anita Pico y Rocío López, cabezas de Henfunk Studio, llevan su pasión emplumada hasta lo más alto con Galiworld. Su proyecto de serie nos adentra en un mundo habitado única y exclusivamente por gallinas y pollitos, cuyas distintas experiencias abren el camino para una serie de importantes lecciones para los más pequeños. Destaca el ingenio en su diseño, pues con apenas un par de personajes y mucha creatividad plasmada en todo tipo de retoques, la dupla responsable concibe una urbe con infinidad de plumíferos personajes. Igual de destacado es que el show está plagado de hilarantes gags y referencias que serán un deleite para los amantes de la cultura clásica y pop. Tan es así, que los expertos encargados de la retroalimentación coincidieron en que no estaría de más hacer un replanteamiento del concepto en beneficio de las audiencias adolescentes o incluso adultas. En cualquier caso, se trata de un proyecto dotado de un grandísimo potencial y que promete dar mucho de qué hablar.
Battle of the Bands (Rafa de la Mata, España)
Música y animación: la historia nos dice que ambas artes integran una estupenda mancuerna. Ahora Rafa de la Mata continúa explorando sus enormes posibilidades con Battle of the Bands. El proyecto de serie nos traslada a una urbe donde la música ha sido prohibida y cuyas únicas manifestaciones son controladas por una tiránica compañía. La batalla titular es una franca muestra de rebeldía contra esta situación, con enfrentamientos musicales en los que sólo prevalecerá la mejor agrupación. Es así como conoceremos a Roary Blast, que acompañada de un ecléctico grupo y en posesión de una guitarra tan legendaria como enigmática, se perfila como la artista que lo cambiará todo. Su premisa sustentada en duelos directos remite a clásicos como Pokémon y Yu-Gi-Oh!, mientras que su tratamiento estético del arte sonoro recuerda a Scott Pilgrim, tanto en la versión impresa como en la animada.
Out of Tune (Alejandra Bouzón, España)
Palomas, ratas y arañas… podría ser repulsivo para algunos, pero para Alejandra Bouzón es una oportunidad inmejorable para apelar a la empatía y la tolerancia que tanta falta hacen en el mundo contemporáneo. El proyecto de serie pone su foco en tres de las especies más incomprendidas del planeta para demostrar que buena parte de la animadversión que les rodea recae en los prejuicios y tabús. Sus intenciones son claras: construir un mundo más amable con estos animales, pero también para el ser humano mediante la erradicación de los estigmas desde una temprana edad. Sus importantes mensajes son reforzados por una estética que desafía la perfección de las producciones infantiles contemporáneas y que apela al viejo trazo. Todo esto, reforzado con la promesa de una divertida banda sonora con la que busca impactar todavía más en los pequeños. Un proyecto prometedor por sus numerosos rasgos diferenciadores, pero sobre todo necesario para la construcción de un mundo mejor.
The Ballad of Cattle Town (Isa Adler, Kaiden Pigem Malo, España)
Hubo un tiempo en que se temió por la muerte del western, pero su potencia simbólica ha permitido un importante resurgimiento. Isa Adler y Kaiden Pigem Malo se suman a su resurgimiento con The Ballad of Cattle Town, sobre un niño que sobrelleva una gris existencia con el continuo visionado del cine del oeste. Su pasión da un giro cuando termina inmerso en un pueblo fronterizo plagado de vacas, propenso a los desastres y cuya figura central es un apuesto vaquero que abraza al pequeño como su discípulo. O algo así, que el western es un género en continua evolución en que los giros de la trama están a la orden del día. Una historia entrañable que plasma la importancia de las relaciones entre padres e hijos, y que deja ver la naturaleza redentora que el cine puede tener en nuestras vidas.