Crítica: Star Wars: Visions – «In the Stars»
La grandeza de In the Stars más allá de Star Wars: Visions y se extiende hasta convertirse en uno de los trabajos más sobresalientes dentro de toda esta mítica saga.
9 de mayo de 2023Por Luis Miguel Cruz
Cuando Lucasfilm anunció que Gabriel Osorio y Punkrobot harían un cortometraje para Star Wars: Visions, todos supimos que estaríamos ante una historia gloriosa que deambularía entre lo emotivo y lo trágico. Se trataba, después de todo, del director y el estudio chileno responsable de Historia de un oso, cortometraje ganador del primer Oscar animado iberoamericano gracias a su brillante representación de las familias quebradas por las desapariciones en el país andino. Nada, ni siquiera estos flamantes antecedentes, nos prepararon para lo visto en In the Stars.
Antes de convertirse en la franquicia multimillonaria que todos conocemos, la galaxia lejana concebida por George Lucas era una historia de corte primario. Un viaje del héroe a la vieja usanza, en un envoltorio original y fascinante eso sí, pero que asentaba todas sus bases en la lucha del bien más noble contra el peor de los males. La Fuerza, los Jedi y los sables de luz fueron adiciones memorables que garantizaron la diferenciación, pero el verdadero corazón nunca estuvo aquí, sino en su capacidad para hacernos creer que todos podíamos ser un héroe. Una sensación inmortalizada en esa inolvidable imagen de Luke Skywalker contemplando pensativo los soles de Tatooine. Gabriel Osorio lo entiendió a la perfección, lo que fue clave para ofrecer una obra que debe ser descrita como Star Wars en estado puro.
In the Stars nos traslada a un planeta gravemente aquejado por el mandato del Imperio, donde el agua ha sido tomada y los habitantes exterminados. Sólo quedan dos, Koten y Tichina, quienes luchan diariamente por sobrevivir. La primera y la mayor de ambas, lo hace desde la practicidad, manteniéndose oculta de cualquier peligro. La segunda desde el recuerdo de su madre y su pueblo, así como desde la esperanza de que es posible plantar cara a la tiranía.
La aventura, a diferencia de muchas otras producciones de la franquicia, no recurre a los Jedi ni a los Sith, pero tampoco es que los eche en falta. De lo que sí saca provecho es de la Fuerza, no como ese poder metafísico que rodea todo el universo, sino como un símbolo de cómo la voluntad de los individuos es capaz de derrocar hasta al más temible adversario. Una conversión sumamente arriesgada, pero trabajada con tal destreza que uno no puede sino rendirse ante ella. Incluso los warsies más acérrimos que, admitámoslo, no siempre reciben con entusiasmo los esfuerzos por renovar las bases de la saga. Sólo pregúntenle a Ryan Johnson y las discusiones desatadas tres introducir a ese pequeño anónimo, tan distante de la dinastía Skywalker, que demostró su sensibilidad a la fuerza en el cierre de The Last Jedi.
Tichina tampoco pertenece a este legado, pero si esto pasa a segundo término es porque la producción garantiza la identificación al mostrarnos a alguien que es como nosotros. Sí, ¡tal y como sucedió con Luke en un lejano 1979! El equipo de Punkrobot requiere de poco menos de veinte minutos para construir a un personaje tan complejo como entrañable. Una pequeña que ha padecido la tiranía de las autoridades en carne propia, pero que a diferencia de tantos adultos resignados, se permite soñar con un mundo mejor.
En el terreno iberoamericano, también debemos sacar a relucir sus elementos identificadores. Es una alienígena dotada de piel morena. Extrae fuerzas del recuerdo y sus leyendas, tal y como han hecho tantos de nuestros pueblos originarios a través de los tiempos. Incluso la música que la acompaña se aleja de la grandiosidad sonora de John Williams y es reemplazada por sonidos de madera y viento que dotan a la trama de un aire tan nostálgico como esperanzador. Un deseo de libertad que no debe perderse y por el que tanto se ha luchado en varios países del bloque.
Todo esto, además, en un sobresaliente stop motion que no sólo resalta en su apartado técnico, sino también en lo narrativo. Los grandes directores suelen decir que la técnica debe estar al servicio de la historia y no a la inversa, e In the Stars permite entender por qué. El carácter artesanal de la producción es vital para enfrentar al mundo puro y natural de nuestras protagonistas, con el urbano imperial que devora todo a su paso. Dos mundos diametralmente opuestos que terminan por colapsar hasta que sólo uno prevalece. Una importante adición a la lista de títulos iberoamericanos que han brillado en esta técnica.
Es así como Gabriel Osorio y todo su equipo hacen de In the Stars un corto imprescindible. Uno cuya grandeza va más allá de Star Wars: Visions y se extiende hasta convertirse en uno de los trabajos más sobresalientes dentro de toda esta mítica saga. Hay que gritarlo a los cuatro vientos: la animación iberoamericana ha incursionado con todo en la galaxia lejana y los resultados son tan sobresalientes que sólo nos queda confiar en que las nuevas alianzas (rebeldes) no tardarán en llegar.