Crítica: Os Demónios do Meu Avô
Una hermosa oda a nuestras raíces más añejas: en lo personal, pero también en lo animado.
9 de febrero de 2023Por Luis Miguel Cruz
El cine ha evolucionado a pasos agigantados desde hace algunos años y así lo ha hecho también la animación. Aunque es común pensar que estos avances se manifiestan sólo en el 3D, también pueden palparse en aquellas técnicas etiquetadas de tradicionales como serían el 2D y muy especialmente el stop motion, cuyas imperfecciones naturales son cada vez menores. Quizá por esto es tan gratificante cuando una película es capaz de retomar sus bases más artesanales sin sacrificar su calidad de primer nivel, como sería el caso de Os Demónios do Meu Avô.
Este contraste entre lo moderno y lo ancestral salta desde el inicio de la película, cuando muchos esperan una obra en stop motion y en vez de ello se encuentran con un entorno 3D en el que una mujer registra todo lo que ocurre a su alrededor, incluyendo el colapso de una compañera. Un arranque frío, incluso hostil, en técnica y narrativa, pero también sumamente ingenioso por el impacto que genera y por lo mucho que resalta lo que sucede en el transcurso de la historia.
Una que gira en torno a Rosa, una mujer alienada de la gran ciudad y que no tiene tiempo para nada más que para su trabajo y cuando mucho sus redes sociales. Todo lo que sucede a su alrededor pasa inadvertido, lo que puede apreciarse en sutiles detalles como el paulatino deceso de una planta que conserva en su escritorio, el hecho de que se refiera a su gato como gato y su continuo zapping sin siquiera mirar la pantalla. Una vida, que por absurdo que parezca, es promovida por el microentorno que la rodea, todos sus compañeros de trabajo que no hacen sino convivir con frialdad y juzgarla sólo por sus méritos profesionales. Pero entonces todo cambia. Es informada sobre el fallecimiento de su abuelo. Una noticia que la hace viajar al pueblo donde creció, ignorante de que las adversidades que surgirán en el camino serán lo que necesita para reencontrarse a sí misma.
Si hay algo que sobresale de Rosa es la destreza con la que ha sido concebida. Arranca siendo un personaje tan gélido y distante que la identificación raya en lo imposible, pero de algún modo se logra gracias a la naturalidad y honestidad que la rodean. Es una persona que se siente sola, perdida, enojada y frustrada. En otras palabras, todos hemos sido Rosa en algún momento. Como tal, sabemos también lo gratificantes que resultan los aires del cambio, lo que es plasmado con una hermosa transición al mundo de stop motion. Y es aquí donde realmente empieza todo.
A diferencia de muchas producciones stop motion contemporáneas que recurren a materiales más bien sólidos para sus marionetas, el director Nuno Beato se decanta por el claymation para Os Demónios do Meu Avô. Su carácter artesanal contribuye a que la nueva vida rural de Rosa se sienta más natural y también magnifica el carácter simbólico del barro del que están hechos unos figurines que el abuelo realizó en vida y que ahora tienen un profundo valor para la nieta. En lo afectivo, pero también en los secretos que resguardan: son los demonios de barro que dan título a la obra.
Esta exaltación de lo artesanal y la pureza se extiende por todo el escenario. Una hermosa representación del poblado portugués de Trás-os-Montes, pero plasmada sobre una paleta de colores terrosos que permiten la universalidad de la historia, pero también la familiaridad. Como si de un llamado de la tierra se tratase, en el que se invita a regresar al hogar y a lo más profundo de nuestras raíces. No es el único elemento que se hace presente, pues el agua también juega un rol importante en la trama, pero sobre todo en lo simbólico al ser una representación de la vida, pero también de una fuerza capaz de moldear y limpiar todo. Estos mensajes son reforzados por la música, con el uso dominante de instrumentos tradicionales de percusión y viento que dotan a la obra de un aire ancestral.
Pero a diferencia de tantas historias que sólo se desarrollan entre dos reinos, Os Demónios do Meu Avô hace la osadía de adentrarnos por un tercero. El fantástico, que no era el pueblo, sino el poder de la memoria que combinada con la imaginación perdida, permitirá que Rosa encuentre las respuestas que tanto busca y con ello, la inminente purificación. De la joven, pero también de quienes la hemos acompañado en el viaje. Ya lo decíamos al principio: todos somos Rosa.
Os Demónios do Meu Avô es una hermosa oda a nuestras raíces más añejas. En lo personal, con una invitación a mirar hacia nuestros orígenes y con ello a nuestro más profundo interior. También en lo animado, con una cátedra del stop motion más artesanal, de ese que hemos disfrutado por generaciones y que nunca debe perderse.
Ficha técnica
- Título Os Demónios do Meu Avô
- Dirección Nuno Beato (Mi vida en tus manos)
- Año 2022
- País Portugal, España, Francia
- Técnica Stop motion, 3D
- Voces Victoria Guerra, Ana Sofia Martins, Nuno Lopes
- Disponible en N/A