Tadeo Jones: Todo un clásico de la animación iberoamericana
Con casi 20 años de éxitos, el albañil convertido en arqueólogo se ha ganado la etiqueta con creces.
29 de agosto de 2022Por Luis Miguel Cruz
¿Por qué el público ha recibido tan bien a Tadeo Jones? Podría sonar como una pregunta sencilla, casi de cajón. Sin embargo, su complejidad sale a relucir cuando el creador del personaje y director de toda la franquicia hasta ahora, Enrique Gato, confiesa que no tiene del todo claro las razones.
“Si hubiera una forma de crear ese listado y reproducirlo, lo haríamos constantemente y cualquiera podría generar este tipo de proyecto”, nos confiesa en entrevista. “Es muy difícil terminar de determinar qué es lo que ha sido el motivo del éxito”.
Eso sí, tiene bien claro que “ya es más de la gente que propio”.
Si ahondamos un poco más, como un auténtico arqueólogo en busca de respuestas, podríamos encontrar muchas pistas, algunas más certeras que otras. Podría hablarse del éxito de la animación, pero tristemente las producciones iberoamericanas no siempre son capaces de emular el éxito de los gigantes de la técnica; también podríamos hablar de cómo inspira sus bases en el viejo cine de aventuras, pero son muchas las producciones que lo hacen; incluso podríamos hablar de una estupenda campaña de marketing que lo posicionó en el imaginario colectivo como el Indiana Jones español, pero lo cierto es que esta etiqueta, aunque efectiva, parece quedarle más pequeña a un personaje que no para de crecer.
Bajo esta premisa, uno sólo puede atribuir que si Tadeo Jones se ha posicionado entre los personajes más queridos, no sólo de la animación iberoamericana, sino de todo el cine de la región, no ha sido por su capacidad para emular fórmulas. Todo lo contrario, es por aquellas cualidades que lo han hecho único.
Un tesoro digno de un museo
Tal vez no existan fórmulas para el éxito, pero la historia del cine nos dice que los distintos géneros sí que tienen elementos propios que propician su aceptación entre las audiencias. En el caso de las películas de aventuras, hay muchos elementos clave, pero nos centraremos en dos: la misión, o el conflicto, como prefieran llamarle; y el héroe.
Del primero no ahondaremos porque la franquicia siempre se ha sustentado en McGuffins, es decir, elementos que inspiran las acciones de la trama que no tienen mayor relevancia y por ende pueden ser fácilmente reemplazables. En el caso de Las aventuras de Tadeo Jones (2012) fue la ciudad perdida de Paititi, que podría haber sido cualquier otro lugar extraviado de tinte ancestral. El segundo es más engañoso, pues por un lado tenemos al héroe arquetípico (Robin Hood, Indiana Jones, Rick O’Connell, por nombrar algunos) y por el otro al héroe improbable (Charlie Allnutt, Westley ‘el pirata Roberts’, Alan Parrish). Aunque Tadeo Jones fue diseñado siguiendo este último modelo, siempre se ha visto empapado por aspectos del anterior.
Una combinación inusual que nos acerca al héroe invencible, pero sin olvidarse del individuo imperfecto y sobre todo ordinario. Es una persona corriente que nunca deja de soñar con grandes aventuras, que no se deja corromper ante los mayores hallazgos en la historia de la humanidad y que termina descubriendo que los tesoros radican en los que le rodean: Sara y Momia. No es el héroe de ficción que todos queremos ser, sino el que realmente aspiramos a convertirnos. Una buena persona que, como todos, tiene tropezones por errores o inseguridades, pero que no se detendrá ante nada por corregirlos convencido de la importancia de hacer lo correcto.
Sin embargo, todo amante del género sabe que toda aventura requiere de un buen equipo, cuya base en este caso se completa con los ya mencionados Sara y Momia. La primera nunca fue concebida como una damisela en desgracia, sino como “una arqueóloga apasionada por su trabajo”. Así la describe Michelle Jenner, quien le ha dado voz en las tres entregas de la franquicia. “Un personaje femenino muy interesante [y] un buen referente también para muchas niñas, y creo que es importante”. Ni qué decir del segundo, un comic relief, pero también un vehículo importante para la transmisión de los valores más primarios entre los que sobresale la amistad.
Una tercia que, además de su estupenda química, ha sido capaz de evolucionar con el paso de los años para adaptarse a las distintas inquietudes sociales de cada nueva película. Algo especialmente palpable en La tabla esmeralda, donde se exalta el rol de las mujeres a través de la historia y la alienación tecnológica que aqueja a tantas personas en el mundo hiperconectado en que vivimos.
Una aventura sin igual
La pregunta que abre este artículo no fue la única que puso en aprietos a Enrique Gato, pues también le cuestionamos si es tiempo de decir que Tadeo Jones es un clásico. “Esa es una pregunta difícil de responder”, aseguró, “yo creo que ese tipo de cosas las tienen que decir otros de ti. Ojalá nos lleguen a calificar así. Y sería maravilloso, porque esa es la forma de decir que ha trascendido lo que has hecho”. Es precisamente esto último lo que nos hace pensar que el albañil convertido en arqueólogo ha alcanzado el codiciado estatus.
Hablamos de un personaje que, si bien debutó en cines en 2012, realmente cosechó sus primeros triunfos en 2004 con su cortometraje homónimo que le valió el Goya entre muchos otros reconocimientos. Sus logros no se limitan a España, sino que se extienden por todo el mundo, incluyendo Iberoamérica donde ha gozado de un gran éxito.
A esto se suma su ascenso como franquicia, con las tres películas, pero también con videojuegos, juguetes, libros y muchas otras piezas complementarias. Algo sumamente complejo para producciones de nuestra región, ya sean animadas o de acción real. Finalmente, su paso intergeneracional, pues con un recorrido cinematográfico que acumula diez años, los que disfrutaron la primera aventura cuando niños, hoy han dejado de serlo, lo que no les ha impedido seguir gozando del viaje al mismo tiempo que nuevos aficionados se suman a la aventura.
“Ha habido una cosa que me ha sorprendido mucho y es la cantidad de adolescentes que habían visto las primeras películas de críos y que lanzan ese mensaje de ‘voy a ir a ver la tercera parte para rememorar mi infancia’”, nos explica el director. “El público adolescente es el más complicado para ese tipo de cine. Es el que suele representar un bache, que desconectan un poco de ese tipo de cine porque lo consideran infantil. Y está siendo una sorpresa muy agradable el ver que el público de esta edad está aludiendo a la nostalgia para decir ‘yo voy a ir a ver esta película’”.
Son pocos los personajes animados del bloque que pueden presumir un recorrido tan amplio y exitoso. Por esto y más, decir que Tadeo es el Indiana Jones español parece cada vez más innecesario para un héroe que desde hace mucho tiempo ha demostrado ser capaz de sostenerse por sí solo. No sólo en popularidad, sino también en narrativa, pues hoy más que nunca queda claro que quedan muchos caminos por explorar. Es tiempo de decirlo: Tadeo Jones es un clásico en toda la extensión de la palabra. La aventura apenas empieza y lo mejor está por venir.