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Pixilación, danza y transformación: Así es Anamorfia, el nuevo corto de Juan Pablo Zaramella

El director argentino comparte los detalles de su regreso a la pixilación.

7 de julio de 2025
Por Luis Miguel Cruz
Pixilación, danza y transformación: Así es Anamorfia, el nuevo corto de Juan Pablo Zaramella
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Juan Pablo Zaramella se afianzó como uno de los grandes maestros de la pixilación con Luminaris. Casi 15 años después, el argentino regresa a la técnica con Anamorfia, cortometraje con el que fusionará animación y danza, y que abordará la adaptación y la transformación de los seres vivos. El proyecto, que ha generado altas expectativas desde sus primeros anuncios, hizo una escala trascendental en Annecy 2025, como parte del programa Orillas Nuevas. Fue precisamente en el festival francés donde el cineasta nos compartió el proceso que lo llevó a esta compleja exploración.

“Estaba un poco cansado de la pixilación”, nos confiesa cuando le preguntamos sobre su retorno a la técnica. “Estaba un poco cansado porque antes y después de Luminaris venía de un periodo de mucha pixilación, y llegó un momento en que me cansé, porque me dio la sensación de que daba vueltas siempre sobre lo mismo. Llegó un momento en que no veía desafío en hacer pixilación”.

Estas nociones cambiaron cuando “hace un par de años empecé a pensar en la posibilidad de trabajar con gente con alguna habilidad especial. Me tocó trabajar con un chico que hacía breakdance, que era súper hábil, y después, viendo danza contemporánea, pensé: ¿qué se puede sumar de los recursos de la danza a las posibilidades de animación en general? Así fue como, un día, vi una obra en la que estaba Lucía Bargados y me pareció increíble lo que hace. Quedó ahí la cosa, porque estaba en desarrollo de Soy Nina. Cuando apareció la posibilidad de trabajar para Orillas Nuevas, dije: ‘lo presento y, si sale, ahí vamos’. Tuvimos la suerte de ser seleccionados y arrancamos”.

A pesar de su experiencia en la técnica, Juan Pablo Zaramella admite que “si bien al principio costó encontrar la onda, hacia dónde se podía ir, al final logramos llegar a un espacio único que fue el resultado de la confluencia de las dos disciplinas: la animación y la danza. Empezaron a pasar cosas únicas que estoy seguro de que no hubieran surgido de otra manera, en un proceso tradicional de pixilación”.

Buena parte de esta genialidad recae en la bailarina y coreógrafa Lucía Bargados, cuya experiencia le ha permitido participar muy activamente en el proceso de desarrollo. “Con mi equipo le mostramos un camino posible y a ella se le ocurrían posibilidades para ir un poquito más allá de eso”, rememora el realizador. “Fue un proceso que lentamente fue haciendo germinar un espacio único”.

Esta buena experiencia, aunada al renovado interés de Juan Pablo Zaramella en la pixilación desde las habilidades físicas, podría invitar a pensar en la posibilidad de una serie de cortos dedicada a celebrar las capacidades humanas desde el movimiento. Sin embargo, el realizador admite que “prefiero resumirlo en un corto. Prefiero poner toda la energía en unos pocos minutos y exponer todos los resultados ahí”.

Entre el recuerdo y la reinvención

Juan Pablo Zaramella es muy consciente de que, si las expectativas en torno a Anamorfia son tan altas, es en buena medida por Luminaris. Considerado por muchos como su obra insignia, pasó a la historia tras hacerse con el Récord Guinness al corto más premiado de su tiempo. Por ello, el director enfatiza que su retorno a la pixilación no significa un regreso a las bases narrativas del título en cuestión.

Para mí no tiene nada que ver con Luminaris”, explica. “No es comparable. Tiene otra dinámica, otros sentimientos. Por ahí tiene un espíritu más experimental, no es tan narrativo. Eso es una cosa que surgió en el proceso, me di cuenta de que lo narrativo pasa a un segundo lugar. Si cuento una historia muy compleja, me termina comiendo la parte técnica. Quiero mostrar la técnica de una manera pura y en función de una narrativa simple. Ese es el objetivo ahora”.

El plan consiste en filmar entre fines de 2025 e inicios de 2026, para estrenar en 2027. El realizador confía en que su realización no interferirá con la de Soy Nina, que marca su debut en el largometraje, y que está lista para iniciar rodaje.

Juan Pablo Zaramella Soy Nina Stop motion Animac 2023

“También tuvimos muchas reuniones aquí [en Annecy]. El proyecto está muy avanzado, la verdad es que está listo para terminar la preproducción y empezar el rodaje. La película está clara, el guion está sólido, me gusta el ritmo que tiene, los matices que va teniendo en su desarrollo. Estoy muy feliz y sé que va a crecer mucho en el rodaje”.

Juan Pablo Zaramella está de vuelta, y eso siempre son buenas noticias para la animación iberoamericana. Más aún si consideramos que, con Anamorfia en desarrollo y Soy Nina a punto de rodarse, el argentino no apunta a un simple retorno, sino que apuesta por nuevas rutas que podrían marcar un nuevo gran logro para nuestras industrias.