Sitges, Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, ha puesto punto final a su edición 2024 con el anuncio de su palmarés. La animación, como cada año, se ha hecho presente desde la sección Anima’t con dos títulos que demuestran las grandísimas cualidades de este arte.

Anima’t

Mejor largometraje de animación
Memoir of a Snail (Dir. Adam Elliot, Australia)

Mejor cortometraje de animación
Free the Chickens (Dir. Matúš Vizár, República Checa, Eslovaquia)

La primera de estas obras, encabezada por director de la celebrada Mary and Max, nos introduce con una apasionada de las figuras de caracoles y las novelas románticas que se enfrenta a la tragedia cuando es separada de su hermano gemelo tras la muerte de sus padres. Abatida por los golpes de la vida, se le presentará la oportunidad de volver a ser feliz cuando conozca a una excéntrica anciana.

La segunda, por su parte, inicia con una misión de rescate para liberar pollos de una granja industrial que sale radicalmente mal. Es así como un grupo de cuatro activistas se ve obligado a escapar a la inhóspita naturaleza para vivir una serie de situaciones límite y dilemas éticos que les llevan a nuevas ideas, como que la naturaleza no es un lugar seguro para los animales.

El anuncio de los ganadores fue aprovechado por Juanjo Sáez, figura clave de la animación española y quien formara parte del jurado de la sección Anima’t, para una serie de reflexiones en torno a este arte, centrándose de lleno en Memoir of a Snail.

“Es una película que se va a convertir en un clásico contemporáneo desde ya. En la ceremonia de clausura, como era de esperar, se la ninguneó de forma bochornosa”, compartió en sus redes sociales. “No me sorprende pero sí que me molesta. No me parece justo que a una obra así, ya premiada en Annecy, se le trate de este modo. Y vuelvo a reafirmarme en algo que dije ya en otro post, la animación para adultos y de autor, está pasando por un momento realmente excepcional y es todo un boom, y como algunas veces pasa, los que están ahí para señalarlo prefieren señalar a lo de siempre no sea que se equivoquen y la parroquia piense que son unos desertores. En fin”.

Es así como el creativo invita a ver que, si bien la animación ha ganado terreno en la industria y entre las audiencias, todavía es muy pronto para cantar victoria. Queda mucho por hacer y sólo queda seguir alzando la voz para que los viejos estigmas sean erradicados del todo y la animación sea abrazada como la forma de arte que siempre ha sido.